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Por qué faltan tomates en los supermercados británicos: el frío y, una vez más, el Brexit

María Ramírez

Oxford (Reino Unido) —
24 de febrero de 2023 22:40 h

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Las estanterías de frutas y verduras del Reino Unido están aún más vacías que de costumbre. En las webs de los supermercados la mayoría de los tomates tienen una advertencia de “agotado” mientras las tiendas racionan la mercancía y el país vuelve a preguntarse si lo que le pasa es normal. La lechuga disfrazada de Liz Truss (la ex primera ministra) ha vuelto a la portada del tabloide Daily Star.

Tesco, la mayor cadena de supermercados del país, es la última empresa que ha anunciado un límite de tres unidades de tomates, pimientos y pepinos por cliente. Se ha unido así a otras grandes superficies: Asda, Morrisons y Aldi. La mayoría han citado como causa la bajada de la producción en España y el norte de África por unos días inusualmente fríos, pero empresarios y agricultores británicos ya están apuntando también al Brexit. 

Justin King, que fue consejero delegado de otra cadena, Sainsbury, se quejaba esta semana de que “el sector está sufriendo el trastorno del Brexit” y eso lo hace especialmente vulnerable a la coyuntura por ejemplo del mal tiempo en semanas de poca producción nacional. “Dependemos enormemente de las importaciones en este momento del año. Hay una escasez auténtica, pero nos hemos creado este problema a nosotros mismos”, dijo King en una entrevista en la BBC. 

Mientras el Reino Unido levantaba nuevas barreras para transportistas y aumentaba el papeleo, el Gobierno conservador no ha aprobado los subsidios agrícolas que prometía para sustituir a los de la UE y el campo británico ha sufrido la falta de temporeros, que antes venían sobre todo de Europa del Este. 

Perplejidad española

Los productores españoles observan con cierta perplejidad que la bajada temporal de la producción sea citada como la causa del racionamiento en los supermercados del Reino Unido. 

“Los contratos se están cumpliendo. Son contratos anuales y se están cumpliendo. Ha bajado la producción, pero ha sido unos días, no se están incumpliendo los contratos con los supermercados ingleses”, asegura a elDiario.es una portavoz de Fepex, la federación española de exportadores de frutas, hortalizas, flores y plantas. “No hay problemas con la exportación a otros países de la UE”.

El principal cliente del tomate español, por ejemplo, es Alemania, donde no se han reportado quejas sustanciales de comercios ni problemas para el consumidor. En Irlanda, algunos vendedores sí han mostrado su preocupación por la escasez de producto, aunque no con las mismas consecuencias que en Reino Unido.

En 2022, la exportación de frutas y verduras españolas cayó en general un 10% y los agricultores relacionan la caída sobre todo con las condiciones extremas de frío y de calor. Se notó especialmente en el caso de las frutas.

Pero ahora los tomateros en Almería dicen que las temperaturas son las habituales y no observan problemas significativos en la cadena de exportación después de dos o tres semanas de escasez. 

“La producción ha vuelto a la normalidad. Fueron unos días y ya alertamos de que había bajado la producción y eso podía afectar a los clientes, pero la semana que viene ya debería estar todo igual”, explica una portavoz de Coexphal, la asociación de organizaciones de productores de frutas y hortalizas de la provincia de Almería, que es la gran productora de tomates en España. 

¿Dependencia de Marruecos?

Los productores españoles también dicen que desde el Brexit ha bajado la exportación de tomates a Reino Unido, que ha optado por comprar más producto a países de fuera de la UE, en particular Marruecos. Los datos disponibles sí indican un crecimiento de la importación de tomates marroquíes al Reino Unido mientras descendía la compra de tomates españoles.

La dependencia de Marruecos por parte del Reino Unido puede haber tenido ahora un impacto mayor. Aparte de las frías temperaturas, el campo ha sufrido más la sequía que el sur de España este año. El Gobierno marroquí, además, ha limitado las exportaciones de verduras como medida para frenar la subida de precios de los alimentos dentro del país. 

El acuerdo comercial que Reino Unido tiene con Marruecos, firmado en diciembre de 2019, es igual al que tenía cuando era parte de la UE, pero ahora puede haber más papeleo para los agricultores españoles que para los marroquíes, como explica a elDiario.es Stephen Hunsaker, académico especialista en comercio del think-tank UK in a Changing Europe del King’s College de Londres.

Más papeleo

La respuesta puede encontrarse así en el papeleo que hay que hacer para no pagar aranceles y la confusión sobre las reglas en vigor tras la salida del Reino Unido de la UE. En 2024, se espera que haya nuevas normas. 

“Aunque España tiene un acuerdo de comercio libre de aranceles, según el acuerdo comercial entre la UE y el Reino Unido hay que hacer más papeleo, lo que significa que potencialmente los agricultores británicos recurren más a Marruecos ahora porque puede tener menos barreras no arancelarias, o esa barrera de papeleo puede significar que los agricultores españoles pueden o quieren exportar menos al Reino Unido”, explica Hunsaker. “El papeleo se ha revelado como un obstáculo para muchos negocios en la mayoría de los sectores. En el caso del agrícola, parece que el 93% están utilizando el acuerdo comercial con la UE y hacen el papeleo, es decir, casi todos. Pero aun así el 7% de los importadores de la UE no están haciendo el papeleo y están pagando aranceles. Eso sin tener en cuenta cuántos agricultores de la UE han decidido simplemente dejar de exportar al Reino Unido”. El experto en comercio señala que no hay datos suficientemente fiables para saber cuántos europeos han dejado de comerciar con Gran Bretaña.

Los datos que ya están disponibles son los que indican una bajada pronunciada del comercio en general entre la UE y el Reino Unido desde el Brexit, que se produjo en enero de 2020, si bien no todas las normas han entrado en vigor. 

Según la oficina de responsabilidad presupuestaria del Reino Unido, una agencia pública independiente del Gobierno, la caída de las importaciones de productos de la UE ha sido especialmente pronunciada y el aumento de las importaciones de terceros países sugiere una “cierta sustitución”. Por ejemplo, a finales de 2021, la compra de productos de la UE había caído un 18% respecto al año anterior mientras que la compra de bienes de países de fuera de la Unión creció un 10%. Esta oficina estima que el comercio en Reino Unido caerá un 15% respecto a los niveles que tendría si hubiera permanecido en la UE.

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