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El FMI admite que la subida del salario mínimo ha sacado de la pobreza a un millón de trabajadores en España

Ilustración de David Velasco.

Daniel Yebra

10 de junio de 2024 22:26 h

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) admite que la subida del salario mínimo interprofesional (el SMI) ha sacado de la pobreza a cerca de un millón de trabajadores en España en los últimos años. En la positiva evaluación de la economía de nuestro país que el organismo publicó este viernes, el FMI realiza una simulación que demuestra que el importante incremento del SMI (el 'suelo' para los sueldos) ha servido para reducir el porcentaje de trabajadores a tiempo completo que vive en “hogares pobres”.

Según sus cálculos, esta caída de la pobreza sería desde el 14% al 7% (estos números asumen que el resto de factores no cambia: ni inflación, ni el resto de salarios, ni tasa de paro...). Aproximando el modelo al contexto actual, la cifra ascendería a alrededor de un millón de trabajadores.



En el gráfico se puede observar en detalle la simulación que han realizado los economistas del FMI con diferentes supuestos y con los niveles salariales de 2016 como punto de partida. El primer escenario contempla qué porcentaje de familias trabajadoras serían “pobres” si no se hubiese tocado el salario mínimo. El segundo introduce un aumento del SMI de solo un 25,5%. El tercero, una subida de algo más del 50% (similar a la ejecutada desde 2018 por los Gobiernos de coalición).

Para entender la simulación hay que detenerse en que el aumento del 25,5% hubiera sido el necesario para llevar el salario mínimo al 60% del sueldo “mediano” de un trabajador con un empleo a tiempo completo (en estadística, la mediana es la cifra que se queda en la mitad, en este caso de todos los sueldos que se cobran en España). Por otra parte, la subida del 51,4% hubiese sido la necesaria para que el SMI alcanzase el 60% del salario “medio” de un trabajador —este es concretamente el objetivo que persigue el Gobierno de coalición desde 2018—.

Además, hay que tener en cuenta que el ejercicio de simulación del FMI define como “hogares pobres” a los que tiene ingresos inferiores al 60% del ingreso familiar medio. Mientras que “trabajadores pobres” son los que pertenecen a hogares pobres (de nuevo, que tienen ingresos inferiores al 60% del ingreso familiar medio), y tienen un empleo a tiempo completo —al cierre del primer trimestre de este 2024 eran 18 millones—.

En definitiva, la simulación demuestra que la política de situar el SMI en el 60% del salario medio sirve para reducir drásticamente la pobreza de los trabajadores, mientras que el ritmo récord de creación de empleos no se ha detenido —en mayo se superaron las 21,3 personas afiliadas a la Seguridad Social—.



Solo unos días antes de la publicación de la evaluación de la economía de España del FMI, la OCDE reconocía en otro informe que “el salario mínimo se ha convertido en una parte importante del conjunto de medidas políticas en España. Pasó de un nivel relativamente bajo de alrededor del 45% del salario medio bruto en el sector privado en 2018 [...]”, a alcanzar el 60% actualmente. “La mayor parte del aumento se realizó de una sola vez en 2019”, continúa. En total, ha sido de casi el 55% desde 2018.

“La evaluación de la OCDE de la reforma del salario mínimo de 2019 sugiere que impulsó significativamente los salarios de los trabajadores con salarios bajos sin causar pérdidas sustanciales de empleo”, concluye el documento, titulado “Reactivar el crecimiento ampliamente compartido de la productividad en España”.

En línea con el FMI y con la OCDE, en diciembre de 2022, la Comisión Asesora para el análisis del SMI recogió que “la evidencia empírica internacional concluye que, en general, los aumentos del salario mínimo incrementan las rentas de las familias en la cola baja de la distribución y reducen la desigualdad salarial y, en menor medida, la desigualdad y la pobreza.

Sobre esta última cuestión, la reducción de la pobreza en general (de todos los hogares, con trabajadores o sin ellos), el FMI argumenta que la subida del SMI no es tan efectiva como lo es para los hogares con trabajadores [se puede observar también en la simulación del primer gráfico de esta información]. Según sus propios cálculos, los “hogares pobres” en total habrían descendido del 22,3% al 18% gracias al incremento del SMI hasta el 60% del salario medio.

De hecho, los economistas del organismo internacional recomiendan “medidas fiscales” focalizadas en los más pobres [prestaciones, ayudas...], porque el aumento del salario mínimo apoya “a los trabajadores formales con salarios bajos, no a los hogares de bajos ingresos”.

Con esta argumentación y otras reticencias 'clásicas' hacia el SMI, el FMI asegura que “cualquier aumento adicional del salario mínimo debe calibrarse cuidadosamente para evitar efectos no deseados, particularmente en el empleo poco cualificado”.

Lo cierto es que el mercado laboral en España es hoy menos precario por las transformaciones lideradas por el último Gobierno. Esto no quiere decir que muchas familias no estén ahogadas, dado el gran esfuerzo que supone pagar la vivienda. Ni que los sueldos no sigan siendo bajos en general. Ni que el paro no continúe estando demasiado alto. Pero las estadísticas sí reflejan los frutos de un conjunto de políticas sociales inéditas en nuestro país, entre las que destaca la caída de la temporalidad en la contratación tras la aprobación de la reforma laboral de 2021.



Una evidencia de la protección ante la escalada de la inflación que han supuesto las medidas del Gobierno de coalición para los trabajadores se extrae de la estadística “Mercado de trabajo y pensiones en las fuentes tributarias” [publicada a finales de 2023], y se analizó en esta información. Los datos de todas las percepciones salariales en España en 2022 —desde los ingresos que recibió la persona que menos trabajó a las del directivo del Ibex 35 que más cobra—, señalan que casi la mitad de los trabajadores peor remunerados han ganado poder adquisitivo en esta crisis de inflación desde 2019.

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