El FMI sigue viendo a la economía española sin frío ni calor. Pese a que el Gobierno ha avanzado que el organismo internacional con sede en Washington mejoraría su perspectiva para España, este aparente optimismo solo se ha traducido en una mejora de una décima (con alguna milésima) para el año que viene. Así, el FMI predice que la economía mejorará un 0,2% en 2014, lo que en términos estadísticos no supone nada y deja a España en un periodo de estancamiento. El Gobierno asegura que en 2014 España crecerá un 0,7%.
Según los datos de PIB que se van conociendo, o adelantando por el Banco de España, en este ejercicio, la actividad económica está marcando tasas intertrimestrales próximas a cero y en interanual (esto es, frente al mismo periodo del año anterior), superiores al 1,5% de caída. A estas alturas, tanto el FMI como el Gobierno creen que la cifra final será del 1,3% de recorte, lo que mejora en tres décimas las últimas previsiones del Fondo.
Pero la proyección más preocupante que emite el Fondo es la de crecimiento para el último trimestre de 2014 en tasa interanual. Así, los hombres de negro creen que en los últimos tres meses del año 2014 la economía apenas remontará un 0,2% frente al mismo trimestre de 2013. A un año vista, el estancamiento es total.
Esta tasa está por debajo de las que el Fondo espera para Italia (0,7%) y Grecia (0,6%). En Europa, solo Eslovenia y Chipre tendrán peores resultados en actividad económica que España, siempre según las previsiones del organismo.
En su día, el FMI ya advirtió de que las políticas de ajuste de 2013 perjudicarían el crecimiento en 2014, y entre abril y junio de este año bajó la previsión de crecimiento para España en siete décimas. La mejora es nimia pero es una de las pocas veces que el FMI mejora su previsión para España en la crisis.
Hay otras malas nuevas para España. Así, este año la inflación media acabará en el 1,8%, aunque el Ejecutivo se esfuerza por decir que estará por debajo del 1%, que es el nivel que tocará en la recta final del año, y en 2014 será del 1,5%. De cumplirse –y esta previsión sí está en línea de la oficial en España– la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas será evidente, ya que por ahora, las pensiones solo han subido un 1% en 2013 y un 0,25% en 2014.
También es más pesimista que el Ejecutivo en cuanto a la tasa de paro. No tanto para 2013, donde solo es tres décimas peor, como para 2014. El FMI prevé un paro del 26,7% para el año que viene frente al 25,9% que estima Economía. Una tasa de desempleo en línea con los pobres datos de evolución de la actividad económica. Además, la tasa de paro española seguirá siendo la más elevada de Europa, ya que el Fondo sitúa en el 26% el drama del desempleo en Grecia.
Secuestro de gasto en EEUU
Los datos se han publicado el martes en el inicio de la Asamblea de otoño del FMI con el Banco Mundial que se celebra en Washington. Las previsiones del FMI, que se aglutinan en el informe World Economic Outlook (WEO), no son muy animosas. El Fondo se muestra muy preocupado por el posible efecto en la economía del apagón federal en Estados Unidos, algo que teme que ponga trabas a la recuperación y el crecimiento, y lo califica como “secuestro del gasto”. Tampoco está muy convencido de la fortaleza de la mejoría de Japón, que ahora vive un momento dulce gracias al impulso de su política monetaria, y pide medidas para afianzar la recuperación a largo plazo.
Con Europa, los expertos internacionales siguen siendo muy precavidos y para la zona del euro aventura una mejora del 1% en 2014. La entidad sigue viendo con temor la evolución de las economías del sur de Europa y espera que sean los países del norte los que se animen a empezar a gastar. Así, el informe destaca que la mejora no es tanto por un cambio de políticas como por “un cambio de actitud”. Además, cree que aún persisten las dudas sobre los balances bancarios, por lo que pide acelerar las siguientes pruebas de esfuerzo al sector.
Además, los expertos de la entidad no las tienen todas consigo con el avance de las economías en desarrollo. En general, restan varias décimas a sus anteriores previsiones que ahora ven que pecaron de optimistas y constatan un frenazo generalizado en el ritmo de crecimiento de estos países.
Así las cosas, el FMI saca los colores a los banqueros centrales, a los que pide que asuman un papel de importancia en los próximos meses. La crítica se inicia con la Reserva Federal a la que acusa de tener “problemas de comunicación nuevos y delicados”. El Fondo se refiere sin duda a la marcha atrás de Bernanke en su decisión de ir retirando paulatinamente los estímulos y a la incertidumbre generada por la designación de su sucesor.