El Fondo Monetario Internacional ha instado este miércoles al Gobierno español a dotar de recursos suficientes al sector sanitario, además de destinar un apoyo específico a los más afectados por la crisis del coronavirus. En opinión de los técnicos del Fondo, estas medidas temporales de carácter extraordinario deberían intensificarse según sea necesario para prevenir y contener el virus y mitigar el impacto económico. En su informe anual sobre la economía española, publicado este miércoles, dan por hecho que el crecimiento económico del país en 2020 será menor por la epidemia, aunque no se sabe aún en qué grado.
“Claramente, ya hay una implicación en la economía, el alcance de este impacto depende de la duración del brote”, explicó Andrea Schaechter, la jefa de la misión del Fondo en conferencia telefónica, al reconocer que las previsiones de expansión serán menores de las anticipadas hace dos meses, informa Efe.
Schaechter identificó como “más vulnerable” el sector servicios, especialmente el turismo, que supone el 12% de la economía española, al citar “las cancelaciones que ya se están produciendo”.
Las medidas fiscales para afrontar la crisis del coronavirus en España tendrán un coste para las arcas públicas. Una de las opciones que cita el organismo en su informe para paliar las consecuencias del brote vírico son las reducciones de jornada, lo que permitiría a las empresas recortar las horas trabajadas pero preservar los empleos, aunque en ese caso el Ejecutivo debería compensar parte de los ingresos perdidos. Unas horas antes, el Gobierno ha anunciado una prestación para que los progenitores sin opción de teletrabajo puedan cuidar a sus hijos.
El FMI asegura que más allá de dichas necesidades relacionadas con el coronavirus, otras iniciativas adicionales de gasto dentro del presupuesto de 2020, tales como las medidas ya legisladas en materia de pensiones y salarios, “deberían financiarse de manera sostenible a través de nuevas medidas de ingreso o de cambios en la composición del gasto”.
Es decir, que la subida de pensiones (de un 0,9%) y del sueldo de los funcionarios (2% como mínimo), ya aprobadas, tendrían que compensarse o con más ingresos impositivos o con una reducción de otros gastos públicos. Afirman que una mayor recaudación “debería ser un prerrequisito para cualquier expansión adicional del gasto público”.
A este respecto, el Fondo recuerda que la ratio entre impuestos y PIB en España es relativamente baja en comparación con sus homólogos regionales, lo que indica que existe margen para la subida de algunos tributos o la creación de otros nuevos: “especialmente mediante el fortalecimiento de la recaudación del IVA, el aumento de los impuestos sobre consumos específicos y las tasas ambientales, y la reducción de las ineficiencias del sistema tributario”.
A juicio del Fondo, “la política fiscal en 2020 puede ser básicamente neutral, con estabilizadores automáticos (los que varían a consecuencia de los cambios en el nivel de actividad económica) que operen libremente en apoyo de la actividad económica, además de las medidas temporales adoptadas en respuesta al coronavirus”. Esto implicaría que el nivel de ingresos y el de gastos públicos debería ser equilibrado. “Cualquier retraso temporal en la consolidación fiscal debería ir acompañado de un compromiso creíble de ajuste futuro”, añaden.
Menor crecimiento económico
Sobre el impacto económico de la epidemia en España, los técnicos del FMI recalcan que las perspectivas para 2020 son ahora “sumamente inciertas” ante la evolución del impacto del coronavirus. El crecimiento económico ya se venía frenando en 2020 por la “maduración del ciclo económico”, recalcan, pero con el brote infeccioso la situación será más delicada.
“Se espera ahora que las perturbaciones temporales a las cadenas de suministro, el comercio, el turismo y el consumo interno ralenticen aún más el crecimiento económico en 2020. La magnitud de la ralentización dependerá del alcance y la duración del brote, que son sumamente inciertos en este momento”, subrayan.
A medio plazo, prevén que el PIB se expanda en línea con un crecimiento potencial que ronda el 1,6% (es decir, la cifra que daban ya en enero, cuando rebajaron sus previsiones), “limitado por un bajo crecimiento de la productividad, ya que el estancamiento de las políticas en los últimos años no le ha proporcionado un nuevo impulso”.
Paro, vivienda, pensiones
Sobre el paro, el informe del FMI recuerda que se ha reducido a la mitad respecto a su pico posterior a la crisis, y “casi ha alcanzado ya su tasa estructural estimada”, por lo que las previsiones indican que solo descenderá marginalmente de aquí en adelante.
El organismo que dirige Kristalina Georgieva considera que, ante las importantes disparidades socioeconómicas que continúan observándose en España, la reducción de la contratación temporal “debe ser la piedra angular” para alcanzar una mayor igualdad, informa EP. Los técnicos advierten de que, a pesar de la abundante creación de empleo que ha caracterizado la recuperación de la economía española, la desigualdad y el riesgo de pobreza en España siguen siendo más altos que en otros países de la UE, especialmente entre los jóvenes.
En este sentido, la misión del FMI considera “oportuno” el plan económico del Gobierno a medio plazo, centrado en reducir estas disparidades socioeconómicas, aunque advierte de la complejidad de acometer la tarea en un contexto de perspectivas económicas inciertas y una deuda pública elevada.
En cuanto al mercado laboral, los 'hombres de negro' de la institución señalan los costes económicos y sociales vinculados a la alta dualidad y recomiendan perseverar en los esfuerzos en curso para atajar el abuso de los contratos temporales.
“A medio plazo, se necesita una transformación estructural que reduzca los incentivos a que los empleadores recurran en exceso a la contratación temporal”, apuntan y para ellos recomiendan reducir al mínimo las brechas de protección del empleo entre temporales e indefinidos, así como la creación de un fondo de capitalización para despidos sufragado por el empleador.
En su análisis sobre España, los técnicos del FMI destacan que el peso de las rentas del trabajo en el PIB ha descendido en las dos últimas décadas, debido en gran medida al progreso tecnológico y la integración global, mientras que la media de horas trabajadas ha disminuido y la pobreza laboral ha aumentado en los años más recientes.
Por otro lado, el FMI hace hincapié en que los efectos redistributivos de los programas de asistencia social en España “son relativamente débiles”, ya que pocas medidas apoyan a quienes más lo necesitan y la protección se decanta hacia los pensionistas.
Por otro lado, para apoyar la asequibilidad del alquiler y fomentar el acceso a zonas de fuerte creación de empleo, el FMI propone políticas dirigidas a reducir la rigidez de la oferta, así como mejorar el acceso a las ayudas al alquiler para los más necesitados y aumentar en algunos lugares el parque de vivienda social en alquiler para colectivos de renta baja, además de garantizar una buena infraestructura de transporte entre las ciudades de crecimiento rápido y otros lugares más asequibles. Aseguran que “por ahora no hay indicios de que se esté registrando una sobrevaloración significativa del precio de la vivienda, y han surgido signos de moderación.”
En cuanto al sistema de pensiones, el FMI afirma que la aplicación del factor de sostenibilidad (que ajusta el sistema a la esperanza de vida) “constituiría una aportación importante”. Asimismo, recomiendan retrasar la edad efectiva de jubilación; incrementar los ingresos sin elevar el importe de las cotizaciones; y fomentar el ahorro complementario.