El FMI prevé para España cinco años más de estancamiento y paro desbordado

Cuando se habla de estancamiento económico la primera imagen que viene a la cabeza es la de la economía nipona, icono de la actividad y el desarrollo criogenizados durante la década de los noventa. A partir de ahora, la economía española puede tomar el relevo a este ejemplo de actividad anémica si se cumplen las últimas previsiones presentadas el viernes en Washington por el FMI. Así, el organismo internacional prevé que la economía española apenas mejore unas décimas hasta 2018, año en el que el repunte del PIB podría superar ligeramente el 1,2%.

El panorama que pinta el Fondo es desolador. Las previsiones se enmarcan en la exhaustiva revisión a la que cada Estado miembro del organismo se somete regularmente dentro del denominado “Capítulo IV” y que finalizó el pasado 26 de julio.

A la tímida evolución de la economía le acompañará, según el organismo, una elevada tasa de paro. Así, no espera que a un lustro vista la tasa de desempleo haya bajado del 25%. Es decir, que uno de cada cuatro españoles en edad de trabajar seguiría estando en paro en 2018. En total, una década perdida.

Con todo, y pese a estas fatídicas cifras, los hombres de Washington esperan que a partir de 2014 se frene la destrucción de empleo y en 2015, pese a crecer solo tres décimas el PIB, se generen puestos de trabajo. Esto es posible, como insisten desde economía, gracias a que la reforma laboral permite crear empleos de mucha menos calidad que apenas necesitan de actividad económica para formalizarse.

Estas previsiones contrastan duramente con las arrojadas para el Ejecutivo. Para 2015 el Gobierno ya espera un crecimiento del 0,9% y a partir de 2017 el Gobierno prevé un crecimiento trepidante por encima del 2,5%.

En un cuestionario que el Fondo realiza al director de la misión, Jeff Daniels, este asegura que no solo España debe abordar medidas para crear empleo, también es una tarea de Europa. Pero además desliza que puede ser necesario reducir cotizaciones sociales y otro tipo de barreras a la contratación.

El consumo privado seguirá cayendo

Estos datos vienen de la mano de una marcha del consumo, público y privado, que estará casi en foto fija en los próximos años. El organismo espera que el consumo privado siga cayendo hasta 2016, primer año en el que estima que suba una décima. Peor pronóstico da todavía para el gasto público, al que no le aventura una vuelta a las tasas positivas hasta más allá de 2018. En cinco años, vista la contracción del gasto público aún, sería del 2,3%.

Las perspectivas vienen sazonadas con datos muy concretos de la composición de la economía y de las finanzas públicas de los próximos años. Es el caso de la deuda privada de las empresas, la principal preocupación que apuntan los organismos internacionales. Esta se quedará prácticamente inamovible en los próximos años. En total, junto con la deuda de los hogares (que es mucho menor), la deuda privada sobre el PIB estará en el próximo lustro en el equivalente del 240% del PIB.

En cuanto a las finanzas públicas, la deuda superará el 100% del PIB en 2015 pero apenas se moverá en los siguientes años. Pese a lo elevado de este ratio, se puede decir que en la comparativa internacional es el más positivo, ya que estaría algo por debajo de los países vecinos.

Esta deprimente radiografía de la economía viene acompañada de un informe del Directorio Ejecutivo del FMI que ha analizado esta suerte de examen al que se sometió España a principios de verano. Grosso modo, llueven los elogios, sobre la calidad y celeridad de ciertas reformas, especialmente la del sistema financiero o a la corrección de los desequilibrios “estructurales” pero se pide profundizar en los cambios del mercado de trabajo. El FMI cree que la única salida para este panorama de estancamiento sin creación de empleo es la de flexibilizar aún más las relaciones laborales.

A favor de la reforma laboral

Según la nota de prensa que acompaña al informe, “los directores celebraron la reforma del mercado de trabajo de 2012 que parece estar dando fruto poco a poco”. Estos resultados, en opinión del FMI, tienen que ir de la mano con una mayor flexibilidad interna, una reducción de la dualidad del mercado (la brecha entre temporales e indefinidos), y la mejora de las políticas activas. Precisamente, Empleo ha presentado este viernes el Plan Nacional de Empleo con el que se hace frente a uno de los deberes que había impuesto Bruselas al Gobierno español.

Parte de los directores que evaluaron el documento son partidarios de que se facilite un acuerdo social entre patronal y sindicatos para propiciar la flexibilidad laboral pero, a la vez, que la posibilidad de alcanzar este pacto, que se entiende sería en el marco de la negociación colectiva, no debe frenar otras reformas por parte del Gobierno. En conjunto, los directores alentaron a que se busquen medidas que revitalicen la actividad económica y el crecimiento. En el informe se señala que los interlocutores sociales expresaron a los expertos del Fondo que les entrevistaron (suelen verse con los secretarios generales de los sindicatos y con la patronal) sus reticencias a alcanzar un pacto como el que sugiere el organismo.

Para alentar este posible pacto, los hombres de negro hacen una simulación de las ganancias para el empleo que tendría una posible rebaja de un 10% de los sueldos nominales en dos años que fuera acompañado de una reducción de las cotizaciones y una posterior subida de la base de productos sujetos a IVA en los siguientes dos años. En el modelo económico utilizado por los hombres de negro la combinación de estas medidas redunda en una mejora de las exportaciones y de la competitividad y de un refuerzo en los ingresos tributarios. En total, la creación de empleo crece en un 7% sobre el escenario previsto, siempre según el modelo de los burócratas de Washington.

En su opinión, la reforma tributaria anunciada puede ayudar a esta recuperación. Daniels insiste en que el efecto sobre el crecimiento de ciertas iniciativas tributarias es muy diferente. Por ejemplo, subir el IRPF o recortar el gasto productivo es mucho más dañino para la economía que eliminar las exenciones fiscales o mejorar la eficiencia del gasto, según el jefe de la misión. Según recoge la nota de prensa, “varios directores”, sin especificar cuáles, pidieron que se flexibilizara la senda fiscal en caso de que el crecimiento no sea el esperado.

Entre las recomendaciones que el Directorio Ejecutivo le hace a España está la de implementar mejoras en el “régimen de solvencia personal”, esto es, que las personas físicas se puedan declarar en quiebra. También advierten de los riesgos que aún sobrevuelan el sistema financiero, y pidieron continuar con las pruebas de esfuerzo a la banca.