Los hombres de negro han hecho horas extra y han hecho una nota extraordinaria sobre la reciente propuesta de reforma fiscal elaborada por el Gobierno de Rajoy. Es muy poco habitual que el FMI haga una valoración de urgencia de propuesta de uno de sus miembros, pero el equipo de España ha querido añadir una sucinta valoración de la reforma presentada el 23 de junio (aunque se aprobó en el consejo de ministros el 20) sobre la reforma tributaria. La opinión completa el 'Artículo IV', una revisión al que cada Estado miembro se somete anualmente.
En su valoración de la reforma fiscal, el FMI lamenta que la aproximación que ha hecho el Ejecutivo implique una posible pérdida de ingresos, por encima del enfoque neutral que recomendaba el comité de sabios o el enfoque de mejora de ingresos al que había instado el FMI al Gobierno de España. En la presentación de las primeras impresiones del Artículo IV en mayo, el FMI pidió a España que no mermara los ingresos públicos para proteger los servicios. En opinión de los burócratas de Washington, será necesario compensar estas pérdidas con la subida de otros impustos, como medioambientales algo que no contempla el diseño actual de la reforma.
Además el FMI, que finalizó la misión en España el pasado 27 de mayo, dice que la reforma no está orientada a la creación de empleo, un aspecto en el que debe mejorar. En su opinión, las medidas fiscales enfocadas a impulsar el empleo se centran en el IRPF y en el Impuesto de Sociedades, en lugar de en una reducción medida de las cotizaciones sociales para algunos colectivos. Durante el informe, el FMI insiste en la necesidad de bajar cotizaciones para los colectivos con menos formación y menos salario, y no de forma generalizada como se hizo con la tarifa plana de los 100 euros. Durante el informe completo también insiste en la necesidad de subir el IVA a cambio de esta mejora tasada de las cotizaciones.
En conjunto, el FMI cree que el impacto neto de la reforma en ensanchar las bases (esto es, en que haya más gente o más volumen de rentas que paguen impuestos), no es claro, aunque es uno de los mensajes que lanza Hacienda insistentemente. “Elimina algunas deducciones pero crea otrsa” resume la nota de apenas dos páginas.
Con todo, el equipo dedicado a España entiende que en general la propuesta puede incentivar el crecimiento económico. La reducción gradual de los tipos marginales es “prudente” en su opinión, pero recuerda que el impacto global de la reforma dependerá de cómo se compense la previsible pérdida de ingresos.