El Fondo Monetario Internacional (FMI) respaldó hoy al Banco Central Europeo (BCE) en sus anuncios hechos ayer sobre el posible recurso a mecanismos no convencionales para evitar los riesgos de deflación, pero añadió que la política monetaria no basta.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, señaló que los países de la zona euro que disponen de margen presupuestario deben utilizarlo, en particular para hacer inversiones “útiles”, y sostuvo que también hace falta “una reforma estructural seria”
Lagarde, en un simposio en París con gobernadores de algunos de los grandes bancos centrales del mundo, consideró que el enfoque dibujado ayer por el presidente del BCE, Mario Draghi, “es legítimo y apropiado (...) teniendo en cuenta los riesgos” de deflación, pero la política monetaria “no puede ser el único dispositivo”.
En términos generales, la directora del FMI dijo que su organización recomienda utilizar todos los mecanismos disponibles, lo que incluye las políticas monetarias, pero también “una política presupuestaria calibrada”, así como las reformas estructurales que pueden mejorar la competitividad.
En el contexto de la actual situación económica “mediocre”, con un crecimiento que se prevé particularmente bajo el año próximo en la zona euro y en Japón (en torno al 1 %), las inversiones “son importantes”, pero “a condición de que esas infraestructuras sean necesarias”.
Benoît Coeuré, miembro del directorio del BCE, explicó que en la zona euro estos últimos años se ha producido “una devaluación interna” de los países periféricos respecto a los del centro, más rápidamente de lo esperado y que casi ha finalizado.
Coeuré subrayó que ese proceso “no crea actividad, sólo la desplaza de un punto a otro” en el interior de la eurozona, y que lo que tendría interés para todos sería aumentar la productividad porque eso sí que tendría un impacto incluso sobre el resto del mundo.
Este miembro del directorio del BCE aventuró que se va a observar una divergencia en las políticas monetarias de la zona euro con otras áreas del mundo, y eso pesará en la cotización de las divisas.