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Francia avisa a Bruselas de que sería inaceptable un acuerdo con Mercosur sin unanimidad

París —

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París, 26 nov (EFECOM).- El Gobierno francés advirtió a la Comisión Europea de que para ser adoptado el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, al que se opone radicalmente, debe ser sometido al voto de cada uno de los parlamentos de los Veintisiete países miembros y que “sería inaceptable” utilizar un procedimiento distinto a la unanimidad.

La ministra francesa del Comercio Exterior, Sophie Primas, subrayó ante la Asamblea Nacional que “somos muy claros sobre el mandato de los países a la Comisión Europea” para negociar ese acuerdo, que a su parecer necesita “un voto por unanimidad”.

Y que cambiar ese procedimiento de la unanimidad “sería inaceptable” y “contrario al mandato de 2019”.

Primas se felicitó de que otros países, y citó en concreto el caso de Polonia, se hayan manifestado en la misma posición contraria al texto que consensuaron la UE y el Mercado Común del Sur (Mercosur) en 2019, al término de dos décadas de negociaciones.

La responsable del Comercio Exterior intervino en el debate organizado por el Gobierno del primer ministro conservador en la Asamblea Nacional, para que los diputados voten y pongan en evidencia así la oposición aplastante de los diputados franceses a ese acuerdo.

Un debate que tendrá mañana una segunda etapa en la cámara alta, donde los senadores también se pronunciarán, en lo que será una señal en dirección de la Comisión Europea, pero también del resto de las instituciones de la UE, para significarles que no pueden pasar por encima de la opinión muy mayoritaria de los franceses.

El Gobierno y todos los franceses consideran que ese pacto sería muy nocivo para el sector agrícola francés, y en particular para sectores como el de la carne de vacuno, la de pollo y el azúcar.

En primer lugar porque permitiría la entrada en la Unión Europea de muchas más importaciones agrícolas procedentes del bloque que conforman Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, y al que Bolivia está en proceso final de adhesión, países donde no existen las mismas limitaciones en el uso de fitosanitarios o de antibióticos para la cría del ganado que en los Veintisiete.

También porque el texto consensuado en 2019 entre los dos bloques no integra como condición el cumplimiento por las partes del Acuerdo de París sobre el clima.

“El acuerdo tal y como lo contempla la Comisión Europea no es aceptable”, destacó la ministra francesa de Agricultura, Annie Genevard, que insistió en que “la agricultura no debe ser nunca una variable de ajuste”.

Genevard explicó que “si nos oponemos a este acuerdo, no es por dogmatismo, sino por pragmatismo”, después de puntualizar que su país no rechaza por principio cualquier acuerdo de libre cambio, pero sí éste en concreto.

Un acuerdo de libre cambio como el establecido con Mercosur, una vez terminada la negociación, debe ser aprobado en el Consejo de la Unión Europea, donde están los ministros de los 27 Estados miembros por unanimidad o por mayoría cualificada, según cuáles son las competencias que están en juego.

En este caso, para cumplir ese trámite debería bastar una mayoría cualificada, lo que significa que Francia por sí sola no podría oponerse. Luego el texto se sometería al Parlamento Europeo, donde sería suficiente una mayoría simple de los sufragios.

A partir de ahí, la cuestión es si el acuerdo debe pasar el filtro de cada uno de los parlamentos nacionales, si se estima que cubre competencias propias de los Estados y no sólo de la UE.

Una cuestión aparentemente técnica pero importante en este caso porque Bruselas podría optar por escindir el acuerdo en dos, de forma que la parte comercial no necesitaría el refrendo de cada uno de los parlamentos de los Estados miembros y podría sortear el rechazo francés.

En cualquier caso, Francia lleva ya unas semanas tratando de conformar una coalición que le permita vetar el acuerdo, para lo cual necesitaría un bloque de al menos tres países que representen más del 35 % de la población de la UE. Por ahora se han pronunciado en la misma línea, además de Francia, Polonia e Italia.