Francia crea una ecotasa de entre 1,5 y 18 euros para los vuelos de avión
El Gobierno de Francia aplicará una ecotasa de entre 1,50 y 18 euros a los billetes de avión a partir de 2020, según ha anunciado este martes la ministra de Transportes, Elisabeth Borne.
La ministra ha indicado que el Estado francés espera recaudar 182 millones de euros al año con este nuevo impuesto, una cantidad que se destinará a inversiones en infraestructuras de transporte más ecológicas, con especial foco en el sistema ferroviario francés.
La medida se aplicará a todas las aerolíneas con un impuesto verde de 1,50 euros para los vuelos nacionales e intraeuropeos en clase económica y de 18 euros para los vuelos extracomunitarios en clase business.
La ministra ha explicado que se harán excepciones en el cobro de la ecotasa para los vuelos de conexión que vayan a la isla francesa de Córcega y a los territorios franceses de ultramar.
Cuando el Ejecutivo de Macron anunció la posibilidad de implantar la medida hace unos meses, la ministra en funciones de Transición Ecológica, Teresa Ribera, dijo que es una idea “interesante” pero pidió prudencia sobre nuevas normativas que afecten a varios sectores. El Gobierno de Pedro Sánchez no fue capaz de aprobar la equiparación de los impuestos del diésel y la gasolina. Holanda y Bélgica han impulsado el debate sobre los gravámenes a la aviación en el seno de la Unión Europea (UE) desde principios de año.
La ministra en funciones de Economía, Nadia Calviño, ha explicado sus reticencia a una tasa similar en España: “Consideramos prioritario abordar una imposición medioambiental en general, hay que tener en cuenta distintos elementos. Tenemos un impuesto sobre gases fluorados (HFC) en España; son muchas las opciones que hay que considerar para ver qué opción es la más adecuada. En cuanto a la tasa de queroseno, nuestro país tiene unas características que hacen que no sea la primera opción de imposición medioambiental”.
El gobierno de Emmanuel Macron quiere reforzar la regulación ambiental, pero tuvo que abandonar un intento de aumentar los impuestos sobre el combustible diesel a fines del año pasado tras las violentas manifestaciones de los ‘chalecos amarillos’.