Francia se levanta contra el retraso de la jubilación: ¿a qué edad nos retiramos los europeos?

Laura Olías

11 de febrero de 2023 22:26 h

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Francia se encuentra envuelta en una ola de protestas contra la reforma de pensiones que plantea el Gobierno galo. Entre otras medidas, propone aumentar la edad legal de jubilación de los 62 a los 64 años en 2030. El acceso al retiro en Francia destaca frente a la mayoría de países europeos, con edades más elevadas para poder optar a la pensión. Muchos de nuestro entorno más cercano tienen su puerta de entrada a partir de los 67 años. Entre ellos España, que alcanzará esta cifra en 2027, Alemania en 2030 e Italia, que ya está situada en este punto.

Comparar sistemas de pensiones de diferentes países es complejo. No solo por su distinta naturaleza (algunos solo públicos, otros con gran peso de sistemas complementarios, si son más contributivos o más dependientes de impuestos, etc.), sino también por la complejidad de sus regulaciones y las múltiples condiciones para obtener una pensión, que implican mucha letra pequeña y situaciones difícilmente asimilables en muchas ocasiones.

No obstante, ante las masivas movilizaciones en Francia, nos detenemos en las condiciones de acceso a la jubilación en el país galo, España y otros estados de nuestro entorno europeo este año. En primer lugar, en la edad legal de jubilación.

En la mayoría de casos, la barrera general de acceso al retiro que ilustra la anterior tabla para 2023 está en movimiento y, además, tiene algunos matices y opciones que permiten que parte de los ciudadanos se jubilen antes.

La frontera de los 67 años

Francia es la excepción. Destaca como el país de nuestro entorno con la edad de acceso a la pensión más temprana, los 62 años, que ahora el Gobierno quiere aumentar hasta los 64 años en 2030. Esta nueva barrera, que seguiría por debajo de los países de la UE, ha levantado a los sindicatos y la oposición, que recuerdan que la edad de acceso en Francia es más baja que en otros estados, pero se exigen más años cotizados para poder acceder a una pensión completa. En cualquier caso, a partir de los 67 años, Francia permite la jubilación total sin un periodo de cotización exigido.

En Bélgica, Alemania y España, la edad de jubilación avanza a los 67 años. Bélgica aún está situada en los 65 años, hasta 2025, cuando crecerá a los 66 años hasta 2030. A partir de febrero de ese año, la edad legal en Bélgica pasará a ser los 67 años, desglosa la base de datos europea MISSOC, ‘Mutual Information System on Social Protection’, que recopila información sobre los distintos sistemas de protección social en Europa.

Alemania tiene una regulación particular, en la que la edad ordinaria de acceso va avanzando hacia los 67 años desde 2012 y se alcanzará para todos los ciudadanos en 2031. Por el camino, la edad va aumentando según la fecha de nacimiento de la población. Las personas que nacieron en 1957 alcanzan la edad legal de jubilación a los 65 años y 11 meses, que irán cumpliendo a lo largo de este 2023. Las personas que nacieron en 1958 alcanzan la edad legal a los 66 años, que cumplirán en 2024.

España también camina poco a poco hasta los 67 años de edad legal de jubilación, aunque va más avanzada que Bélgica y Alemania. Se acordó así en la reforma de pensiones de 2011 del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, legislada en plena crisis financiera y que fue pactada con los sindicatos. En 2023, la puerta de entrada al retiro se ha situado en los 66 años y cuatro meses. En 2024, avanzará dos meses más: 66 años y 6 meses.

Portugal e Italia por su parte tienen edades de acceso a la jubilación ligadas con la esperanza de vida, que se prevé que aumenten en las próximas décadas. Portugal es un caso curioso, porque este año de manera inédita la edad de acceso se rebajó: pasó de los 66 años y siete meses en 2022 a los 66 años y 4 meses de este año, como en España. La disminución tiene como consecuencia la reducción de la esperanza de vida en los años de la pandemia y ha dejado la puerta de acceso a la jubilación en niveles de 2018.

Italia ya alcanzó los 67 años como frontera legal a la jubilación y está previsto que a partir de 2025 se vincule la edad a la esperanza de vida, con su consecuente aumento. Para las personas que comenzaron a trabajar en 1996, la edad de jubilación se vislumbra “a la edad de 71+3 meses”, recoge MISSOC. “Esta condición de edad puede anticiparse a los 67 años (edad legal actual) siempre que la cuantía de su pensión sea al menos de 1,5 veces la del subsidio social assegno sociale”, añade el portal europeo.

Marcado por las protestas de Francia, el Gobierno italiano de Giorgia Meloni, liderado por la extrema derecha, ha retrasado en estos días su encuentro con los sindicatos sobre el sistema de pensiones, para el que los partidos de la colación en el poder anunciaron una reforma.

Según desglosa el MISSOC, otra de las edades de acceso más repetidas en la UE, en estados más alejados de España, es los 65 años. Es la frontera más común en países como los bálticos, aunque en varios de ellos va en aumento ligada a la esperanza de vida. También hay otros estados que avanzan ya desde los 67 años a edades más avanzadas para poder retirarse, como Grecia y Dinamarca. Esta última ya proyecta los 69 años para 2035 y también tiene un acceso marcado por la supervivencia de la población.

Excepciones para jubilarse antes

Desde este marco general de entrada a la jubilación, los sistemas de pensiones suelen tener varias vías de acceso previas, por las que algunos trabajadores pueden retirarse antes de la edad legal. Lo más frecuente son las regulaciones que benefician a trabajadores con largas carreras laborales, también aquellos que han estado ocupados en trabajos arduos, que tienen discapacidades graves o alguna incapacidad laboral.

La consecuencia es que la edad real de jubilación de la población está por debajo de la barrera legal en muchos países, como ilustran los datos de la Comisión Europea en su último informe Ageing Report 2021.

Limitar las salidas antes de los 62 años también es otro de los focos de la reforma que ha levantado a Francia. Plantea eliminar varios regímenes especiales, más ventajosos que el del sistema general y utilizados en muchas ocasiones por empresas del sector público, como la eléctrica estatal EDF. Estos permiten la jubilación entre los 52 y 62 años y la reforma de Macron plantea su desaparición. 

En el caso de España, ya acordó desde 2011 la extinción de su régimen especial para funcionarios del Estado conocido como 'Clases Pasivas', que continúa funcionando para quienes ya estaban incluidos en él con anterioridad a esa fecha y que permite la jubilación a los 60 años sin penalización por anticipar el retiro.

El país galo también permite hoy en día una retirada más temprana, desde los 58 años, a las largas carreras laborales de personas que comenzaron a trabajar antes de los 16 y 20 años. El sistema habilita el adelanto de dos o cuatro años el acceso a la pensión, según el nacimiento de los afectados, la edad a la que comenzaron a trabajar y sus cotizaciones. “Ahora afecta a casi 150.000 personas al año, o casi el 20% de las jubilaciones”, recoge el medio Les Echos. Con el retraso de la edad legal a los 64 años propuestos, estas salidas se pospondrían, aunque el Gobierno propone crear una categoría más, intermedia, quienes empiecen a trabajar a los 18 años.

Países como Bélgica también regulan jubilaciones anticipadas bastante más ventajosas que el resto a las carreras laborales largas: con más de 42 años de cotización se permite el retiro a los 63 años y con más de 44 años de carrera profesional se abre la puerta al retiro a los 60 años.

Portugal adelanta el acceso ordinario a la jubilación a las personas con más de 40 años de trabajo a sus espaldas: se reduce la edad cuatro meses por cada año de cotización a partir de esa cantidad, con el límite del retiro a los 60 años. Por ejemplo, un trabajador que cumpla 44 años de cotizaciones este 2023 podría jubilarse a los 65 años. 

España también tiene una excepción en este sentido: rebaja la edad ordinaria de jubilación a los 65 años para aquellas personas con carreras laborales de al menos 37 años y 9 meses cotizados este año, periodo que se incrementa hasta los 38 años y seis meses en 2027. No se trata de una jubilación anticipada, sino la edad ordinaria para este colectivo, por lo que se jubilan sin reducciones. En Alemania, la jubilación puede adelantarse a los 63 o 65 años, según la edad legal, para quienes tienen carreras especialmente largas, de más de 45 años, recoge el MISSOC.

Las opciones son múltiples, también hay estados que habilitan el retiro anticipado para carreras algo más reducidas con penalizaciones, que varían según el país. Alemania permite la jubilación desde los 63 años con carreras de laborales de al menos 35 años; en España, se permite la jubilación dos años antes de la edad ordinaria en la jubilación anticipada voluntaria y cuatro años previos en la forzosa.

La reforma de pensiones de España, que aún está a falta de cerrar el último bloque, abordó en su primera fase las penalizaciones, aumentando el recorte a las pensiones más elevadas y también en los dos primeros meses de acceso y aliviando los siguientes, para incentivar el retraso de algunos meses de las salidas prematuras hacia el retiro.

La cotización también marca el acceso

Francia tiene un sistema de pensiones más accesible por la edad, pero también por la cotización exigida para recibir una pensión en función de tus ingresos como trabajador.

Mientras en España se exigen 15 años de cotización para acceder a una pensión contributiva, y además que dos de ellos estén dentro de los 15 años previos a la jubilación, en Francia se puede acceder a una pensión cuando se cumpla con al menos “un trimestre” asegurado, que “se adquiere cuando el asegurado tiene una remuneración anual igual la cuantía de 150 horas de salario mínimo”.

España en este punto es un país con un criterio exigente respecto a muchos otros estados europeos, destacó hace unas semanas UGT. En Alemania se requieren “cinco años de cotización”, en Bélgica no se pide en mínimo concreto, mientras que en Portugal también se demandan 15 años de cotización.

En Italia, se pide a las personas que comenzaron a trabajar antes de 1996 un período mínimo de cotización “de 20 años” y para las que iniciaron sus carreras de cotización a partir de entonces el criterio se rebajó a “cinco años”, pero con una edad de acceso superior (71 años).

Sin embargo, como apuntan sus sindicatos, Francia tiene un criterio exigente acerca de las cotizaciones sociales que se exigen para que los ciudadanos cobren el 100% de la pensión. La reforma del Gobierno francés plantea acelerar el horizonte de 43 años de cotización exigidos –en realidad 172 trimestres–, que se preveía para 2035 y que ahora se quiere implantar desde 2027. En España, por ejemplo, el periodo avanza hasta los 37 años en 2027.

En otros países, como Portugal, el concepto de “pensión completa” no existe como tal, explica el MISSOC. “Se tienen en cuenta para el cálculo de la pensión todos los años de cotización por un período limitado a 40 años (o el total de los 40 ingresos anuales más altos si la carrera es superior)”, detalla.

La suma de unos criterios y otros dibuja la complejidad de los distintos sistemas de pensiones y, por último, define cuándo una persona tiene a derecho a una pensión y su cuantía. El Banco de España ha publicado un reciente análisis en el que retrata cómo España tiene pensiones más parecidas a los salarios que otros países europeos, pero por contra estas cubren a menos gente. En España, en estos momentos el Gobierno trata de cerrar el último bloque de su reforma de pensiones, donde los años que se tienen en cuenta para calcular la pensión se mantienen como el foco de las diferencias.

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