La inflación ha disparado el gasto de los españoles al hacer la compra al nivel más alto de la historia. En total, en 2022 el desembolso en alimentación y droguería se fue a los 105.000 millones de euros, según los datos recopilados por NielsenIQ. Es la primera vez que este gasto se sitúa por encima de los 100.000 millones de euros.
El motivo es el contexto económico, la presión inflacionista desatada tras el inicio de la gurra en Ucrania, porque las ventas de las cadenas de distribución crecen más de un 9% en valor, pero en volumen el aumento es de solo el 0,7%. Y hay una evolución muy diferente entre los frescos y los productos envasados.
En estos últimos, el aumento en precio es del 10% y solo en el mes de diciembre, del 13,6%. Si se ve por categorías, dentro de los envasados, en noviembre y diciembre el crecimiento en precios fue del 17,2% en artículos de alimentación elaborada y del 16% en droguería.
Esta firma de análisis detecta que hay un trasvase del producto fresco al envasado, en pescado fresco y verduras, que se va a congelados y conservas. Como derivada, en frescos, NielsenIQ ve un descenso de la demanda del -2,5% en volumen, aunque los precios crecen más de un 10%. Solo en el pescado fresco la caída roza el 10% respecto a 2021.
Menos promociones y más marca blanca
NielsenIQ destaca que los supermercados son muy competitivos entre sí, pero el año pasado hicieron menos promociones que en otros ejercicios. Como derivada, aumentó la preferencia de los consumidores por la marca del distribuidor, donde los precios son más bajos.
También incrementa la frecuencia de compra, en un 6%, algo que ya se produjo en la crisis financiera. Un cambio de costumbres que también se ve en que compra, si no se puede adquirir todo, se va a los productos más baratos de la cesta habitual, en que se busca de forma activa las promociones en la cadena a la que se suele ir o que se trocea el carrito y se va a aquellos establecimientos donde algunos productos son más baratos. En este sentido, un 30% de los consumidores asume que cambia de tienda en función de dónde ve los precios más baratos.
En cuanto a la marca blanca o del distibuidor, esta crece un 16% y es el 46% de todo lo que se vende, aunque esta firma de análisis no desglosa por cadenas. Hace un año era el 43%. Una situación que no se da solo en España, sino en toda Europa, aunque es en España y Portugal donde se constata un mayor avance de la marca propia.
Sí lo hace al hablar de cuota de mercado. Las tres grandes crecen, pero a distinto ritmo. Mercadona avanza un 0,1% respecto al 2019 prepandemia y supone el 27,4% del mercado.
Carrefour avanza un 0,5% y es el 7,6% del mercado de la distribución y la que más repunta es Lidl, que crece un 1,5% y supone el 6,1% del gasto de los hogares.