El gasto de las familias españolas en bienes de consumo ha mantenido un elevado dinamismo al final del tercer trimestre y al inicio del cuarto, lo que apunta a que el avance del 0,8 % del PIB en verano ha sido consecuencia en buena medida del incremento del consumo privado.
Según el boletín económico de noviembre del Banco de España, la información coyuntural disponible apunta a una elevada contribución de la demanda interna privada (consumo e inversión), aunque hasta el jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE) no publicará el detalle de la contabilidad nacional del tercer trimestre.
Entre los indicadores cualitativos la entidad destaca el moderado aumento de la confianza de los consumidores y los comerciantes minoristas, mientras que entre los cuantitativos destaca el crecimiento de las matriculaciones de automóviles en tasa interanual y la aceleración de las ventas del comercio al por menor y de la producción industrial de bienes de consumo.
El Banco de España ha explicado que el comportamiento expansivo del gasto de los hogares ha continuado sustentándose en la tendencia favorable del empleo y las condiciones financieras, así como en los bajos precios de los carburantes.
A todo ello suma el adelantamiento a mediados de este año de la rebaja de la imposición indirecta, cuya entrada en vigor estaba inicialmente prevista para enero de 2016.