El análisis y la explicación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2021 ha servido para volver a traer al debate figuras económicas polémicas. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha pedido en el congreso que se dediquen parte de los fondos europeos para sufragar los costes iniciales o de transición la denominada mochila austríaca, un sistema de cuentas individuales de capitalización en el que el trabajador acumula fondos en una especie de hucha de cara a un posible despido o para su futura jubilación, durante su comparecencia este miércoles en la Comisión de Presupuestos del Congreso. Por otro lado, ha cuestionado la subida de sueldos públicos generalizada y de pensiones así como el incremento de impuestos por la “fragilidad de la economía”.
Hernández de Cos ha asegurado que la mochila austriaca es un mecanismo para “combatir la dualidad del mercado laboral español” pero cuya implantación tendría “unos costes de transición, en la medida en que los costes y pagos en el nuevo esquema no se distribuyen igual entre empresas y trabajadores respecto al sistema actual”. Según el gobernador, dichos “costes de transición, cuya determinación requiere un análisis previo muy minucioso, podrían ser abordados, al menos parcialmente, mediante el recurso a los fondos europeos”.
La implantación de este sistema siempre ha estado rodeado de la polémica y ha sido una de las banderas de las formaciones políticas de la derecha, especialmente de Ciudadanos, y por la parte más liberal del Gobierno de coalición, con la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, como su principal defensora dentro del Ejecutivo que preside Pedro Sánchez.
De hecho, el tema de la mochila austriaca ha sido uno más de los puntos de fricción entre Calviño y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que se ha mostrado públicamente contraria a su aprobación cuando el departamento de la vicepresidenta lo incluyó en su 'Agenda del Cambio' durante la pasada legislatura.
Recientemente, Junts per Catalunya consiguió introducir una enmienda en el dictamen económico de la Comisión de Reconstrucción del Congreso para la creación de un fondo de capitalización similar a la mochila austriaca, que también respaldaba Ciudadanos. La propuesta estuvo a punto de salir aprobada pero los diputados de Unidas Podemos vincularon su apoyo al dictamen al veto a dicha enmienda. Finalmente, la enmienda fue eliminada.
Impuestos, pensiones y funcionarios
Respecto a los Presupuestos, Hernández de Cos ha apuntado que en la situación de “fragilidad de la economía” no veía adecuadas algunas medidas como la subida de sueldos de los funcionarios públicos así como el incremento de las pensiones. “Las propuestas de incremento de los salarios públicos y de las pensiones contempladas en el Proyecto de PGE podrían redundar en un aumento de las compensaciones reales de estos colectivos, en una coyuntura en la que, al mismo tiempo, se materializa una importante destrucción de empleo en el conjunto de la economía y un deterioro muy acusado, sin precedentes históricos recientes, en las cuentas públicas”, ha puntualizado.
De esta manera, el gobernador del organismo monetario ha abogado por adoptar incrementos salariales “más focalizados dentro de este colectivo, por ejemplo, en el personal sanitario” mientras que respecto a las jubilaciones ha desechado la posibilidad de que se sigan incrementando según la inflación ya que “generaría un incremento del gasto en pensiones sobre el PIB de alrededor de 3 puntos porcentuales adicionales en el horizonte de 2050”, salvo si se “aumentan los recursos del sistema o se admiten reducciones alternativas de la tasa de beneficio (lo que cobran los pensionistas) o incrementos adicionales de la edad efectiva de jubilación”.
En el ámbito de los impuestos, Hernández de Cos ha destacado que “la política fiscal debía proporcionar una respuesta muy decidida en el corto plazo para limitar los efectos adversos de la crisis sobre las empresas, los autónomos y los hogares, y evitar un deterioro en el potencial de crecimiento de la economía. Al mismo tiempo, con el objeto de recomponer las finanzas públicas tras el extraordinario shock que está suponiendo esta crisis, habría que definir con prontitud, rigor y credibilidad una estrategia de consolidación fiscal ambiciosa para el medio plazo que, entre otras cuestiones, aborde una reforma integral del sistema tributario español”.
Sin embargo, esta reforma integral, según el Gobernador del Banco de España, se tendría que haber aplazado: “La recuperación económica en curso aún presenta evidentes síntomas de fragilidad y se encuentra sometida a considerables riesgos a la baja que no aconsejan un aumento generalizado de la presión fiscal en estos momentos. Por eso, posiblemente hubiera sido preferible retrasar la introducción de alguno de ellos hasta que nuestra recuperación económica fuera más robusta”.
Además, el gobernador ha avisado de que debido a los rebrotes y a las nuevas medidas de restricción para frenar la pandemia, el cuarto trimestre está ofreciendo señales de ralentización del crecimiento, frente al 16,7% de incremento del PIB en el tercer trimestre, por lo que vaticina que la caída de la economía española en 2020 será del 12,6%.
Para finalizar, Hernández de Cos ha reiterado su discurso dual sobre “la necesidad de utilizar activamente la política presupuestaria para combatir las consecuencias económicas de la pandemia” y a la vez ha resaltado el deterioro de las finanzas públicas, por lo que “es perentorio” diseñar un plan detallado de consolidación presupuestaria a medio plazo “que se ejecute tan pronto se supere la pandemia y que, al reducir la vulnerabilidad financiera de la economía, ayude a colocar la actividad y el empleo en una senda de crecimiento sostenido y alivie los costes de la crisis sobre los grupos poblacionales más afectados por la misma”.