La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha anunciado que la Estación de Atocha va a ser rebautizada como Atocha Almudena Grandes. La medida forma parte de la decisión del Ejecutivo de poner “nombre de mujer a las principales estaciones ferroviarias” del país, según ha indicado en un encuentro informativo organizado por Europa Press.
El primer paso será el de la estación de Atocha, que llevará el nombre de la escritora fallecida el pasado año.
De momento no hay fecha para el cambio. “Iniciaremos el proceso, hay que hacer una serie de trámites pero confío que sea este año”, ha indicado Raquel Sánchez.
“Vamos a trabajar en ello, hemos pensado que sería una buena manera de visibilizar el compromiso que tiene el Gobierno con la igualdad y las políticas de género”, ha indicado respecto a cuáles serán las siguientes ciudades, pero sí adelanta que serán nombres que la historia no ha visibilizado.
El poeta y escritor Luis García Montero, pareja de la fallecida escritora, ha mandado un tuit de agradecimiento en el que expresa que “es una emoción que los trenes, como nuestros recuerdos, sepan cuál es su punto de partida y de llegada”.
Una nueva Ley de Vivienda “constitucionalmente irreprochable”
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, también ha destacado en este encuentro la relevancia de la nueva Ley de Vivienda, que acaba de iniciar su tramitación parlamentaria.
“La Ley es constitucionalmente irreprochable, porque permite a las comunidades elegir si aplican o no las medidas”, que contiene, ha indicado respecto al rechazo al texto que ya han manifestado grupos políticos como PP o PNV.
La nueva regulación, ha indicado Sánchez, es necesaria, entre otros aspectos, porque “el mercado ha sido incapaz de dar soluciones” y porque “especulación ha campado a sus anchas”.
“La Ley viene a corregir” esas deficiencias y a “dar seguridad tanto a los propietarios como a los inquilinos”, ha desglosado.
En cuanto a la respuesta por parte de los gobiernos autonómicos presididos por el PP, como Madrid o Andalucía, Sánchez reconoce que “no le ha sorprendido la reacción de la derecha, porque siempre ha opuesto a todos los avances sociales”, entre los que ha citado la reciente reforma laboral.
Un modelo que ha provocado una situación dramática
“Tendrán que explicar por qué no van a aplicar una medida que beneficia a los ciudadanos. Tendrán que justificarlo”, ha apuntado. “Yo he hablado con mucha gente del sector. Es una Ley equilibrada y, al menos, hay que dar la oportunidad a ver sus efectos. Me parece irresponsable seguir con un modelo que ha provocado una situación dramática para mucha gente”.
También ha indicado que le “subleva” valoraciones por parte de políticos -en referencia a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso- que califican a los inquilinos como “ocupas, morosos o vándalos”.
Políticos que, al mismo tiempo, digan que “no van a aplicar la ley” cuando aprueban leyes de “fomento de la natalidad cuando muchos de esos ciudadanos no tienen una casa en la que criar a sus hijos”.
En cuanto a las medidas en materia de vivienda ya en marcha, Sánchez ha indicado que este miércoles el Ministerio ha aprobado el reparto de 500 millones de euros a comunidades autónomas, a Ceuta y a Melilla para la construcción de viviendas de alquiler social. Una cifra que es la mitad de los fondos europeos aprobados para esta materia.
En cuanto a la tramitación de la Ley en el Congreso, Sánchez confía en llegar a consensos parlamentarios y en lograr respaldos que eviten votaciones como la de la reforma laboral. “Me gustaría que no partiéramos de apriorismos ideológicos y de la posición del 'no' de algunos partidos”, en referencia al PP.
Sobre esta formación, la ministra confía en que “abandone viejas prácticas y luchas cainitas, que no aportan nada al bienestar del país” y que sea una formación con la que se puedan llegar a acuerdos de Estado y ahonde en la dignidad que merece la política. “Me produce rechazo el tono que escucho en el Congreso de los Diputados, que la institución que representa a la soberanía popular utilice un vocabulario que no está a la altura de los ciudadanos”, ha reconocido.