El Gobierno confirma el veto al proyecto de la mina de uranio de Retortillo

Antonio M. Vélez

26 de noviembre de 2021 18:13 h

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El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha informado a Berkeley Minera España S.L.U. de la denegación de la autorización de construcción de la planta de fabricación de concentrado de uranio que esa compañía australiana preveía ubicar en el municipio salmantino de Retortillo (Salamanca).

La resolución del ministerio, que acaba de notificar este viernes, se produce después de que el pasado 13 de julio el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) informara desfavorablemente sobre la solicitud presentada por Berkeley el 7 de septiembre de 2016. Desde entonces, el valor bursátil de esta empresa, que cotiza en España, se ha desplomado y este viernes capitalizaba apenas 38 millones de euros.

En su dictamen, el CSN determinó “que su valoración responde a la escasa fiabilidad y las elevadas incertidumbres de los análisis de seguridad de la instalación radiactiva en los aspectos geotécnicos e hidrológicos”, recuerda el ministerio.

“Habida cuenta de la naturaleza vinculante del informe del CSN, por tener carácter negativo respecto a la solicitud presentada por Berkeley, y una vez evacuado el trámite de audiencia a los interesados abierto el pasado 21 de julio”, el organismo ha denegado la autorización de construcción de la instalación nuclear.

En julio, el pleno del CSN rechazó el proyecto con la única oposición del consejero Javier Dies, nombrado por el PP, que se alineó con las tesis de la empresa y criticó el informe técnico del propio organismo que veía deficiencias de seguridad en el proyecto. El escollo principal, según determinó el CSN, era la incertidumbre que generaba el plan de Berkeley para el almacenamiento definitivo de los residuos más radiactivos.

El proyecto de mina y fábrica de uranio en las dehesas salmantinas ha conllevado un proceso largo, polémico y lleno de paradas en los tribunales. El plan aunaba, por un lado, la extracción del mineral de uranio en una corta al aire libre y, por otro, la planta para obtener concentrados de ese uranio que suponen el primer paso para fabricar combustible nuclear.

El CSN señaló en julio que “la información aportada no permite acotar la capacidad efectiva de aislamiento de las barreras que BME [la minera] propone para envolver los residuos, y consecuentemente tampoco la capacidad de minimizar las concentraciones esperadas de radionúclidos en las potenciales zonas de descarga”.

También detectó “numerosas deficiencias a lo largo de la evaluación, lo que ha requerido el mantenimiento de muchas reuniones técnicas con el titular, así como numerosas peticiones de información adicional, además de la elaboración de una gran cantidad de informes y notas de evaluación”.

El CSN llegó a denunciar presiones de la Junta de Castilla y León y de Berkeley para autorizar la mina de uranio en Salamanca: la primera explotación a cielo abierto de Europa. La empresa minera emprendió una campaña para instar al consejo a resolver el expediente de esa autorización en ese municipio salmantino de apenas 200 habitantes.