El Gobierno ha elevado la previsión de crecimiento del PIB (Producto Interior Bruto) tres décimas al 2,7% en 2024 en el nuevo cuadro económico el Consejo de Ministros aprobará este martes. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha confirmado este lunes en una entrevista en televisión la actualización de sus proyecciones con mejoras significativas.
“Lo que hemos venido viendo en los últimos meses es un ajuste al alza continúo de las previsiones para la economía española por parte de absolutamente todos los analistas, domésticos e internacionales, y nosotros vamos a ir en línea de lo que están haciendo los expertos y vamos efectivamente a actualizar al alza nuestras previsiones para los próximos tres años”, ha explicado Cuerpo. “El día de mañana yo llevaré al Consejo de Ministros esta actualización de las previsiones macroeconómicas, y puedo adelantar que para este 2024 elevaremos nuestras previsiones de un crecimiento del 2,4% a un 2,7%”, ha añadido.
La semana pasada, el Banco de España revisó sus proyecciones, con una mejora de cerca de 15.000 millones más de una tacada en el avance de la actividad económica entre 2024, 2025 y 2026. Para este año, la institución aumentó el crecimiento del PIB en medio punto, del 2,3% al 2,8%. Principalmente, por las mejores perspectivas del sector exterior, sobre todo del turismo, “que alarga su tirón”. También por las exportaciones de servicios no turísticos y por la caída de las importaciones, gracias al efecto de la transición hacia las energías renovables en España.
En 2025, la subida de la estimación de crecimiento es de tres décimas, hasta el 2,2%. En 2026, de dos décimas, al 1,9%. En los dos próximo años, “la demanda interna” cogerá el relevo al sector exterior. El consumo de los familias y la inversión de las empresas despertarán y serán el principal motor de la actividad, favorecidos por la bajada de los tipos de interés, de la inflación —se estima del 2,9% en 2024, del 2,1% en 2025 y del 1,8% en 2026—, por el aumento de la confianza y por el Plan de Recuperación, según el análisis del Banco de España.
En los últimos dos meses, 13 casas de análisis de las que conforma el Panel de Funcas han revisado al alza sus previsiones de crecimiento para 2024 y nueve para 2025. Todas menos una están ya por encima de la previsión del Gobierno del 2,4% para este año. 19, en total, según este Panel de referencia sobre las proyecciones macroeconómicas en nuestro país. Entre ellas, AFI y Oxford Economics alcanzan el 2,8%, como el Banco de España, y la CEOE, el 2,7%.
Estas previsiones están apoyadas por la corrección de la Contabilidad Nacional del INE. “No solo debido a los mejores datos que vamos conociendo, sino también a la luz de la revisión del crecimiento hacia atrás, vamos a actualizar también nuestras previsiones”, adelantó el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en otra entrevista en televisión, el pasado jueves.
La tercera gran corrección de la Contabilidad Nacional por parte del INE ha vuelto a mejorar el relato sobre la economía de España —y será todavía más positivo positivo porque las cifras siguen sin cuadrar, según se explica en este análisis—.
“La revisión del PIB permite cerrar una primera etapa de incertidumbre sobre cuál fue la evolución de la economía en nuestro país. Los resultados indican un mejor comportamiento desde múltiples perspectivas, pero también diversas incógnitas sobre los patrones de consumo, la inversión y los beneficios empresariales”, incide en otro análisis publicado en elDiario.es el experto Miguel Artola.
Junto con las distintas desigualdades (de riqueza, de género...), la escalada de los precios de la vivienda son el gran problema de nuestra economía, y podrían perpetuar la debilidad del gasto de las familias. Otra amenaza es el riesgo a que el Gobierno no logre aprobar los Presupuestos Generales del Estados (PGE). Mientras, el Banco de España considera que para cumplir con las reglas fiscales de la Unión Europea (UE) tendrían que producirse recortes y ajustes que afectarían al conjunto de las proyecciones. Aunque, hasta octubre, no se conocerá el plan plurianual que España tiene que enviar a la Comisión Europea.