El Consejo de Ministros aprobará este viernes un nuevo gravamen sobre los productos con alto contenido en azúcar y un incremento fiscal sobre los impuestos especiales de tabaco y alcohol, según Cinco Días. Hacienda también reducirá incentivos fiscales para las grandes empresas en el impuesto sobre sociedades y presentará un nuevo plan de lucha contra el fraude fiscal.
Según avanza el diario económico en su web, el impuesto que gravará las bebidas con alto contenido en azúcar afectará especialmente al sector de los refrescos, en línea con lo que hacen ya otros países como Reino Unido o como prevé aplicar Portugal. Este impuesto, que recaudaría algo menos de 200 millones de euros al año, bloquearía el que ha anunciado la Generalitat de Catalunya, ya que dos administraciones no pueden gravar el mismo hecho imponible y prevalecerá el tributo estatal.
El decreto forma parte de la batería de medidas que Bruselas exigió al Gobierno para reducir el déficit público en 2017 hasta el 3,1% y cumplir el objetivo de estabilidad. Según Europa Press, la subida de Sociedades y Especiales y las medidas antifraude aportarán unos 8.000 millones más en 2017.
El real decreto de medidas tributarias también contemplará una subida de los impuestos especiales que gravan el alcohol y el tabaco, aunque no afectará a la cerveza, que cuenta con un impuesto particular, ni al vino, que seguirá bonificado como hasta ahora. La subida al alcohol, como ya sucedió en 2013, se limitará a los destilados (whisky, ginebra o vodka, entre otros). En el caso del tabaco, se incrementarán los tipos que se aplican a este producto y, en cumplimiento con la normativa europea, se eliminará el denominado doble mínimo, una figura ideada para evitar que el tabaco se venda por debajo de determinado precio.
Lo que parece descartado es un incremento fiscal del impuesto sobre hidrocarburos. El Gobierno también ha anunciado ya que no planea cambios en el IRPF ni el IVA. Sin embargo, en el impuesto sobre sociedades, Hacienda aprobará una reducción de los beneficios fiscales para las grandes empresas.
La batería de medidas se complementará con un nuevo plan de la lucha contra el fraude fiscal que incluirá prohibir pagos en efectivo superiores a los 1.000 euros, elevará el control sobre las liquidaciones de IVA de las compañías y endurecerá el acceso a la concesión de aplazamientos en el pago de impuestos.
Además de este paquete de medidas, el Consejo de Ministros del viernes dará también el visto bueno al techo de gasto para el próximo año, que rondará los 118.000 millones de euros, así como al objetivo de déficit para los ejercicios 2017, 2018 y 2019.