El decreto por el que se fija la subida del Salario Mínimo Interprofesional ha llegado con sorpresa. El Gobierno presentó a los sindicatos y la patronal esta semana el proyecto de real decreto para elevar a los 900 euros mensuales el SMI, lo que implicaba un alza del 22,3%, el mayor de la democracia. El Ejecutivo aplicaba una subida inferior a las empleadas del hogar, del 19,8%, algo a lo que se opusieron las organizaciones sindicales. Finalmente, el Gobierno ha modificado este aspecto y ha elevado el salario mínimo de las trabajadoras domésticas igual que al resto: hasta los 7,04 euros la hora.
Desde CCOO y UGT explicaban a este medio que consideraban “injustificable” un incremento inferior del SMI de las empleadas del hogar que trabajan por horas, menos de 60 al mes, un colectivo de por sí muy precario, formado mayoritariamente por mujeres, y que habitualmente percibe bajas remuneraciones.
Fuentes sindicales argumentaban que los temores de la Administración de que la subida del 22,3% implicara un aumento de la economía sumergida no les parecían suficientes para excluir a este colectivo del mismo alza que al resto de empleados. “No pueden ser trabajadoras de segunda”, apuntaban.
El decreto que el Gobierno ha llevado finalmente al Consejo de Ministros de Barcelona este viernes ha modificado este aspecto y eleva el SMI de estas trabajadoras (la inmensa mayoría mujeres) un 22,3%, un cambio que no ha sido consultado con los agentes sociales, según fuentes sindicales.
400.000 trabajadoras domésticas beneficiadas
El Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social destaca que el alza del salario mínimo a los 900 euros mensuales en 14 pagas o 12.600 euros anuales es el “mayor de las últimas cuatro décadas” y que “contribuye a garantizar la sostenibilidad del Sistema de la Seguridad Social”.
Según las cifras del Gobierno, esta medida beneficiará a cerca de 2.500.000 de personas trabajadoras, de las que un 56,74% de ellas son mujeres, por lo que en opinión del Ministerio de Trabajo contribuirá a reducir la brecha de género. Desde una perspectiva de igualdad de género, los sindicatos también habían advertido de que el menor incremento del SMI de las empleadas domésticas centraría su repercusión en las mujeres, que son las que ocupan mayoritariamente estos puestos.
De estas 2,5 millones de personas beneficiadas por la subida del salario mínimo, el Ministerio de Trabajo desglosa que 1,3 millones son trabajadores del Régimen General de la Seguridad Social; entre 750.000 y 800.000, del Sistema especial agrario y unas 400.000 personas cotizan en el Sistema especial de empleadas de hogar.
El sector que aglutina a más personas es el Comercio al por mayor y al por menor y la reparación de vehículos de motor y motocicletas, donde se aglutina casi el 20% (19,8%) de esos 1,3 millones de trabajadores.
Por sectores, el Comercio es el que emplea a más trabajadores del régimen general benefiados por la subida (casi un 20%), según las cifras de la Seguridad Social. Le sigue el de las Actividades administrativas y auxiliares (14%), que incluye actividades de limpieza, uno de los subsectores con más beneficiados del incremento del SMI según destacó el secretario de Estado para la Seguridad Social, Octavio Granado. Y, en tercer lugar, el sector de la Hostelería (10,8%).