España retrasará el envío del plan presupuestario a Bruselas. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha confirmado que ese documento, que tiene que analizar la Comisión Europea, no se mandará para el 15 de octubre, que es lo que estipulan las normas europeas, a falta de concreción sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2025, cuya presentación no se ha producido por la falta de apoyos para sacarlos adelante. Lo que sí ha garantizado el jefe de las finanzas es que el Gobierno enviará la senda fiscal, que es el plan plurianual previsto para cumplir con las reglas de estabilidad comunitarias una vez que se ha recuperado la disciplina fiscal que se suspendió durante la pandemia y la crisis que dejó la guerra en Ucrania.
Cuerpo ha justificado el retraso en que el 15 de octubre el Gobierno no tendría un plan estructurado de medidas que se van a incorporar en las cuentas del próximo año, si bien podría presentarse el plan correspondiente a una prórroga presupuestaria. El ministro ha asegurado que el escenario que maneja el Ejecutivo es el de presentar unas nuevas cuentas y no prolongar las actuales (que ya se ha prorrogado una vez). En todo caso, ha vinculado el envío de la documentación a Bruselas con la presentación de los presupuestos.
De hecho, el Gobierno recuperó en septiembre el límite de gasto no financiero y los objetivos de estabilidad, que fueron rechazados en el Congreso en verano con el voto en contra de Junts, que se sumó a PP y Vox. Ese es el paso previo para iniciar la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2025.
La Comisión admite “flexibilidad, pero limitada”
“En cuanto al plan presupuestario, en un entorno normal para el cual el 15 de octubre no tenemos ese borrador de Presupuestos Generales del Estado habíamos presentado un plan presupuestario sin medidas de política económica y eso no va a suceder porque la Comisión ha pedido que se presenten planes con medidas de política económica”, ha explicado Cuerpo a su llegada Luxemburgo, donde participa en una reunión con sus homólogos de la zona euro (Eurogrupo).
“Tenemos todavía tiempo. Aquí la Comisión Europea tiene además hasta finales de noviembre para hacer una evaluación de los planes fiscales estructurales a medio plazo, ese es el entorno en el que nos estamos moviendo”, ha agregado el ministro, que no ha precisado la fecha concreta en la que espera tener el plan presupuestario listo (y, por tanto, la presentación de las cuentas públicas).
El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha reconocido que la Comisión Europea da cierta flexibilidad en los plazos, pero ha advertido de que es “limitada”. “No podemos perder la conexión entre los planes presupuestarios y los planes estructurales a medio plazo. Las dos cosas tienen que estar conectadas. El nivel de flexibilidad está pero es limitada”, ha dicho en una rueda de prensa tras el Eurogrupo en la que ha asegurado, además, que no hay una “nueva normalidad” respecto a la presentación de esos documentos por el hecho de que hayan entrado en vigor las reglas fiscales, por lo que el plan presupuestario se tiene que enviar próximamente, aunque sea en un escenario de prórroga de presupuestos.
Tampoco ha querido dar detalles sobre el plan fiscal a medio plazo, más allá de asegurar que está en conversaciones con el gobierno comunitario al respecto. “Es compatible con el cumplimiento de los objetivos en materia de regla de gasto de las nuevas normas fiscales”, ha dicho sobre la senda de evolución del déficit público aprobada en julio. Esa senda establece que España acabará este año con un 3% de déficit, que es el umbral que establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y que ha servido a la Comisión Europea para dejar al país fuera de los expedientes de déficit excesivo, a pesar de que el pasado año se superó en seis décimas. La autoridad fiscal que asesora al gobierno comunitario cuestionó esa decisión al entender que aplicó “discrecionalidad” en el caso de España.