El Gobierno rescata a RTVE de la quiebra con una aportación extraordinaria de 130 millones
El Gobierno ha salido al rescate de una RTVE al borde de la quiebra. Según publica El Mundo, el Ejecutivo ha aprobado a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) una aportación extraordinaria de 130 millones de euros para la corporación de radio y televisión pública. Una medida de urgencia para compensar una parte de las pérdidas que arrastra, y que su presidente, Leopoldo González-Echenique, cifró esta semana en casi 800 millones de euros.
Según el periódico, RTVE se ha visto incapaz hasta el momento de generar beneficios con su nuevo modelo de financiación, que excluye los ingresos publicitarios. Este problema ha llevado a Echenique a pedir en varias ocasiones apoyo financiero por parte del Estado, que finalmente ha llegado y que tendrá que estar acompañado de una reducción del capital social cercana a los 300 millones.
En el Consejo de Ministros de este viernes no se alcanzó ningún acuerdo sobre una posible reforma del modelo de RTVE para financiarse, a pesar de que desde la corporación lo llevan tiempo reclamando. Y es que la petición de rescate está sobre la mesa desde hace meses, pero la campaña a las elecciones europeas pesó más para el Ejecutivo y provocó el retraso de discutir el asunto.
Ha sido el propio González-Echenique el que ha instado en público en varias ocasiones a rescatar a la radio y televisión pública de su complicada situación económica. La última vez que lo hizo fue el pasado martes, cuando advirtió ante la Comisión Mixta de las Cortes que esperaba ayuda de forma “inmediata” debido a que la corporación roza la “causa de disolución” por sus pérdidas acumuladas de 716 millones de euros (casi la mitad de su capital social). Finalmente, ha logrado este crédito de 130 millones, que además no cuenta con condicionalidad.
Está previsto que el presidente de RTVE presente el próximo lunes un “plan de eficiencia” para ajustar costes. Una manera de acompañar esta ayuda, que ha servido para evitar una posible quiebra que provocaría la caída del propio Echenique y del consejo de administración, así como la llegada de un gestor a la corporación nombrado por la Sepi.