La gran banca mundial aceleró en el último año la financiación a la industria y a los operadores que focalizan su negocio en los combustibles fósiles. En concreto, las 60 mayores entidades financieras globales destinaron a ese propósito más de 705.000 millones de dólares a lo largo de 2023, un 4,7% más que un año antes. Es el equivalente a 650.000 millones de euros, según el estudio 'Banking on climate chaos' que realiza anualmente un consorcio de organizaciones ecologistas.
La financiación es significativa no solo por el volumen en sí, sino porque también supone un cambio de tendencia respecto a 2022, cuando los fondos destinados a estos combustibles se redujeron en un 16%.
Además, el crecimiento del último ejercicio eleva hasta los 6,9 billones de dólares el volumen total de financiación que los grandes bancos han dedicado a las empresas y firmas energéticas más contaminantes desde que entró en vigor el acuerdo de París, que limitó las emisiones, según el citado informe. En él, han participado entidades medioambientales como Rainforest Action Network, Banktrack o Reclaim Finance y tiene en cuenta diferentes tipos de financiación, como líneas de crédito, por ejemplo.
En el siguiente gráfico, se comprueba cómo han evolucionado estos fondos desde el año 2016, tras la entrada en vigor del compromiso para mitigar el calentamiento global.
Lo que rastrean estas organizaciones climáticas es la relación de los mayores bancos internacionales con las compañías cuyo principal negocio es el petróleo, el gas o el carbón. Entre ellos están tres españoles, Santander, BBVA y CaixaBank.
Los primeros puestos están ocupados, sobre todo, por bancos estadounidenses, japoneses, británicos y canadienses. El mayor financiador es JPMorgan, que elevó el volumen de fondos desde los 38.700 millones de dólares de 2022 a los 40.800 millones de 2023. También sube el segundo en este pódium, el japonés Mizuho, que en un año ha pasado del sexto al segundo puesto y superó los 37.000 millones de dólares. El tercero es Bank of America, que también avanza un puesto y alcanzó en 2023 los 33.680 millones en este tipo de financiación ligada a emisiones contaminantes.
Este es el ranking de las 10 entidades que más financiaron a la industria de los combustibles fósiles durante el pasado ejercicio.
Más fondos en el año más cálido
Las organizaciones medioambientales ponen el foco en cómo “la industria de los combustibles fósiles sigue haciendo todo lo posible” por acelerar su actividad a pesar de que las emisiones de gases con efecto invernadero procedentes de combustibles fósiles siguen aumentando y 2023 fue el “año más caluroso jamás registrado, con una temperatura media de la superficie terrestre 1,4 grados centígrados por encima de las medias del siglo XIX”, cita el informe.
“Los impactos climáticos se están intensificando: en 2023 se produjeron olas de calor, sequías, tormentas más fuertes, inundaciones, ciclones tropicales y una crisis mundial de incendios forestales”, enumera. Una combinación de factores que amenaza a dos motores económicos de España, como son el turismo y la producción agrícola.
Los coautores del informe también señalan una situación dual. Mientras 33 bancos redujeron la financiación que prestan a las empresas ligadas a los combustibles fósiles, otros 27 la aumentaron y lo hicieron en tal medida que crece la exposición global del sector financiero. Entre estos últimos, además de los tres primeros del ranking, citan a Morgan Stanley, Barclays, Goldman Sachs e ING Group.
El informe también destaca que, en muchas de estas entidades, lo que más aumenta es la financiación ligada al gas natural licuado. Entre ellas menciona al Banco Santander, aunque el informe no aporta una cifra en concreto al respecto. Tampoco sobre BBVA o Caixabank.
Por tipo de financiación, el texto apunta que los 60 bancos analizados suscribieron más de 276.100 millones de dólares en bonos corporativos destinados a la financiación de actividades vinculadas a los combustibles fósiles, 29.500 millones más que un año antes. En cambio, se redujo en más de 97.000 millones la actividad ligada a otro tipo de préstamos, aunque es la principal cifra ya que superó los 411.000 millones. En cambio, aumentó la financiación ligada a acciones o títulos de empresas que subió de 17.900 a 23.200 millones de dólares.
El trasfondo, recalca el informe, es que aunque se estén haciendo avances en energías renovables, en un contexto donde se exige una reducción de emisiones, el petróleo, el gas y el carbón siguen formando parte de la combinación energética y, por ello, de la financiación por parte de las entidades bancarias. Así, en lado de las empresas a las que se han financiado nuevos proyectos en combustibles fósiles, el análisis de 'Banking on climate chaos' cita a compañías como la italiana Eni (más de 11.000 millones de dólares) o la canadiense Enbridge (más de 35.000 millones). En cambio, señala que hay grandes petroleras, como Total o Exxon que no aumentaron su endeudamiento durante el pasado ejercicio.
Si se ven los datos de los ocho últimos años, desde que se aprobó el acuerdo de París, tres entidades estadounidenses son las que más financiación han prestado a las empresas energéticas que generan más emisiones: JPMorgan, que supera los 420.000 millones de dólares desde 2016; Citigroup, con casi 400.000 millones; y Bank of America, alrededor de 330.000 millones.