La gran banca acumula pérdidas de 7.700 millones de euros por las provisiones para la COVID-19

Diego Larrouy

30 de octubre de 2020 09:21 h

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Las seis principales entidades financieras del país (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankia y Bankinter) cerraron el periodo entre enero y septiembre de este año con unas pérdidas acumuladas de 7.700 millones de euros, frente a los 10.467 millones de beneficio que tenían en el mismo periodo del año pasado. La diferencia se produce fundamentalmente por las provisiones que han realizado los bancos durante estos meses para hacer frente al futuro deterioro del negocio por el coronavirus.

Las pérdidas son menores que en el trimestre anterior y están marcadas fundamentalmente por los más de 9.000 millones de pérdidas que mostró Santander en sus resultados, presentados este pasado martes. BBVA, la segunda entidad del país, también obtuvo pérdidas, si bien estas fueron únicamente de 15 millones de euros, sensiblemente inferiores a las que mostró en marzo y en junio, gracias al beneficio de más de 1.100 millones de euros entre julio y septiembre.

El resto de entidades se encuentran en beneficio a pesar de los ajustes que han tenido que hacer los bancos para prepararse para los efectos de la crisis económica. Entre los que mantienen un resultado positivo, quien más lo recorta es Banco Sabadell, que recortó el beneficio un 74% durante los nueve primeros meses del año. Le sigue Bankia, con un 68% menos y Bankinter, que redujo el resultado a la mitad. La entidad que mejor ha capeado hasta ahora la situación ha sido CaixaBank, con un descenso del 42% en el beneficio frente al año pasado.

Las entidades financieras han vivido en lo que va a de año una caída en los ingresos debido al freno de la actividad económica provocado por la pandemia. Si se miran los ingresos totales, tomando como referencia el margen bruto de estos bancos, cayó un 6,5% entre enero y septiembre, hasta un total de 64.650 millones de euros. Lo que corresponde a intereses, el descenso fue similar, del 6,9%, hasta los 45.268 millones de euros. Esta magnitud ya venía de escasos crecimientos antes de la pandemia debido a la caída continuada de los tipos de interés. Los ingresos por comisiones se desplomaron un 9,1%. Si bien, ya hay bancos que muestran una mejoría en algunos ingresos si se tienen en cuenta únicamente los tres meses de verano.

La presentación de resultados que culmina este viernes llega en un momento decisivo para la banca. Los problemas que arrastraba desde tiempo antes se han agravado con la pandemia. Si bien, los estímulos económicos como las moratorias o los créditos a empresas avalados por el ICO han ayudado a que sus ratios de solvencia o de morosidad no se hayan visto afectados. El principal deterioro en los resultados, hasta el momento, se produce principalmente por las dotaciones que producen para hacer frente al impacto cuando esas medidas de estímulo ya no estén.

Además, se ha producido en las últimas semanas el comienzo de una nueva ola de fusiones que puede prolongarse durante los próximos meses en España. Por otro lado, ya hay bancos anunciando planes de ajustes de costes, como el caso del Santander, que anunció este martes un recorte de costes de 1.000 millones en Europa que conllevará despidos también en España, en una cantidad todavía por determinar. Por otro lado, se ha conocido que Sabadell también estima un volumen de salidas de hasta 2.000 trabadores. Se espera que este viernes se den más detalles de este plan.

CaixaBank apuesta por prorrogar la carencia de los préstamos ICO

Estos planes de ajuste incluirán también a CaixaBank-Bankia. Sin embargo, los directivos de ambas entidades han evitado esta semana valorar las cifras del cierre de oficinas o el despido de trabajadores hasta que se produzca la unión definitiva, el primer trimestre del año que viene. “No tenemos novedades sobre los planes de ajuste, los primeros en conocerlos serán los representantes de los trabajadores”, ha asegurado Gonzalo Cortázar, consejero delegado de CaixaBank este viernes en la presentación de resultados de la entidad.

CaixaBank es el grupo que menos recorta el beneficio en hasta septiembre debido a que en el tercer trimestre prácticamente no ha añadido provisiones para hacer frente a la COVID-19. Cortázar ha explicado que esto se produce por el escenario “conservador” que se hizo en el anterior trimestre y que la situación final de este año será mejor de la esperada. Sin embargo, ha reconocido que “los problemas no están pero sabemos que van a llegar”. Fija 2021 como el año en el que se comience a ver el deterioro del balance de la banca.

En este sentido, el primer ejecutivo de CaixaBank, que mantendrá el cargo tras la fusión, ha señalado que las “políticas expansivas” eran necesarias y “se están gestionando razonablemente bien”. Al igual que han hecho otros directivos del sector en los últimos días, Cortázar ha apostado por prorrogar los créditos ICO y sus medidas de carencia, que vencen a partir del primer año de la concesión. Es decir, fundamentalmente en primavera. “Ha funcionado bien y la realidad es que las restricciones se van a mantener mas tiempo del que nos hubiese gustado”, ha argumentado.