El pago de impuestos supone dedicar un porcentaje de las ganancias de trabajadores y empresas, entre otros, a la Hacienda Pública. Sin embargo, hay una sustancial diferencia en el esfuerzo relativo de unos y otros. En IRPF, el tipo efectivo medio, tras deducciones y bonificaciones, fue del 14,9% en 2015. Así lo asegura el último informe de recaudación de la Agencia Tributaria. Esto es, más del doble del 7,3% del resultado contable que aportaron las grandes empresas en Sociedades ese mismo ejercicio, también tras las correspondientes reducciones. También por encima del 12,2% de las pymes.
IRPF
En este impuesto, el más importante del país, el tipo efectivo medio sobre la base liquidable fue del 17,9%, y del 14,9% tras las deducciones a las que hubo lugar por vivienda, planes de pensiones y otras reducciones personales y familiares.
Los gravámenes iniciales para ese año eran de entre el 19,5% y el 46% para las rentas más altas. En 2015, estaban exentas de IRPF las rentas brutas de hasta 12.000 euros al año.
Grandes empresas
Las grandes corporaciones (grupos consolidados) obtuvieron en 2015 un resultado contable (diferencia entre ingresos y gastos, grosso modo) de 85.759 millones de euros, y pagaron 6.295 millones al Fisco. Con todo, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha aumentado desde que llegó en 2011 la presión fiscal a las mayores compañías en 3,5 puntos, ya que se situaba en un 3,8% en el año que el PP ganó las elecciones.
Pequeñas y medianas empresas
En cuanto a las pequeñas y medianas empresas, su contribución a las arcas del Estado en 2015 fue de 12.681 millones de euros, un 12,2% de su resultado contable. En este caso, la presión fiscal efectiva ha ido reduciéndose, ya que era del 15,8% en 2011, del 16% en 2012, del 15% en 2013 y del 13,8% en 2014.
En total, al margen del tamaño de la empresa, la cuota líquida del impuesto que grava a las sociedades fue de 18.976 millones de euros en 2015. En el caso del IRPF, el impuesto más importante en España, la cuota ascendió a 67.045 millones en 2015, según los últimos datos disponibles.
La patronal sostiene que las empresas pagan más
La patronal CEOE mantiene un contencioso teórico con Hacienda sobre el tipo efectivo que pagan las empresas. Según su criterio, no es el porcentaje sobre el resultado contable, sino sobre base imponible el que se ha de tener en cuenta. Según el mismo, las grandes empresas pagarían un 19,8%, y las pequeñas y medianas un 24,2%. Pero este porcentaje no tiene en cuenta posteriores reducciones. El tipo medio de Sociedades de 2015 era del 25%.
La base imponible es la cantidad que se establece tras introducir correcciones al resultado contable tales como la exención por doble imposición, las entidades de tenencia de valores extranjeros o la libertad de amortización. Y todavía, sobre esa base imponible se aplican deducciones por plusvalías reinvertidas, o inversión en I+D, entre otras.
Recaudación total y por impuestos
Además de ofrecer desgranados los datos de 2015 que permiten observar los tipos efectivos, la Agencia Tributaria (Aeat) ha ofrecido los datos de recaudación global de 2016. El año pasado gestionó una recaudación de 186.249 millones de euros, una cifra que se situó un 3,8% por debajo de la recogida en las previsiones presupuestarias, informa Efe.
En el caso del IRPF, la recaudación quedó un 4% por debajo de lo presupuestado, en 72.416 millones, un desvío que la Aeat relaciona con que el esperado repunte de un 1,4% de la remuneración de los asalariados no se produjo y con la intensidad de la caída de las ganancias patrimoniales.
En cuanto al Impuesto de Sociedades recaudó un 12,8% menos de lo presupuestado, hasta 21.678 millones, impulsados por el impacto de las sucesivas reformas, que tuvieron una repercusión positiva de 1.047 millones.
El mayor impacto correspondió a las medidas sobre los pagos fraccionados que suponían la aplicación de tipos incrementados y la exigencia de un pago mínimo a las grandes empresas, aunque fue contrarrestado por la disminución de los tipos, del 28% al 25%, lo que mermó los ingresos en 1.991 millones.
El IVA recaudó 62.845 millones, un 4,2% más, gracias al aumento de la base del impuesto como consecuencia del mayor consumo de los hogares. Los impuestos especiales ingresaron 19.866 millones, un 3,8% más, impulsados por el impuesto de hidrocarburos -que subió un 7,9% por el mayor consumo y las menores devoluciones del céntimo sanitario-, el alcohol y el tabaco.