El ministro de Economía ha avanzado en el Congreso algunos cambios para aliviar el problema de los desahucios mediante la reforma de la ley hipotecaria y la de enjuiciamiento civil. Entre sus propuestas figuran dar poder a los jueces para que alivien la deuda de los afectados si el banco ha obtenido plusvalías con la venta así como reducir los intereses de demora. Tampoco se firmarán ya hipotecas a más de 30 años para impedir que algunos créditos se conviertan en deudas para toda la vida.
Lo que se debatía en el Congreso eran tres enmiendas de totalidad presentadas al decreto ley del Gobierno y sus correspondientes textos alternativos. Pero De Guindos avanzó lo que está dispuesto a aceptar el PP durante el trámite de enmiendas parciales que el proyecto debe pasar en la comisión de Economía. Los grupos de la oposición desconfiaron de sus propuestas y retaron al ministro a que transforme sus anuncios en enmiendas. Aunque reconocieron algunos avances, en general afearon la negativa a aceptar la dación en pago y la total congelación de los intereses de demora.
Uno de los cambios más significativos es dar potestad a los jueces para que puedan decidir la condonación de una parte de la deuda cuando el banco haya obtenido plusvalías sobre la venta de la vivienda del desahuciado. En esos casos, el juez podrá acordar que un 50% de ese beneficio vaya destinado a pagar la deuda aún pendiente después de perder la casa. Los requisitos seguirán siendo muy exigentes ya que estas decisiones solo se podrán dictar cuando se haya amortizado un 65% de la deuda en cinco años o un 80% en el caso de que hayan pasado diez desde el momento de la ejecución.
Tasaciones e intereses de demora
El Ejecutivo también pondrá obstáculos a las tasaciones hechas a medida para bancos y cajas. De Guindos anunció su intención de prohibir que las entidades puedan ser las propietarias de más de un 10% de esas sociedades de tasación, en vez de un 25% como hasta ahora. Además, bancos y cajas estarán obligadas a aceptar “cualquier tasación homologada” que presente el interesado en vez de imponer la suya, que es lo habitual.
Entre las reformas a la ley hipotecaria, el titular de Economía también anunció la reducción de los intereses de demora tanto para los créditos en vigor como para los nuevos para que queden limitados a tres veces el interés legal del dinero. Con este límite, se evita, en su opinión, “el crecimiento desorbitado de la deuda y se facilita el pago”.
Las cláusulas suelo, hipotecas multidivisas y cualquier tipo de condición con letra pequeña que pueda resultar abusiva o de difícil comprensión, tendrán que estar claramente redactadas y expresamente firmadas. Para asegurar que el afectado entiende bien todas las consecuencias, el notario deberá informarle y así se hará constar en las escrituras. El Gobierno también es partidario de ralentizar mínimamente los desalojos al proponer cambios en la ley de enjuiciamiento civil. El objetivo es que el procedimiento de desahucio se ponga en marcha a partir del tercer impago y no desde el primero, como ahora.
El control de los procedimientos de subastas es otro de los frentes en los que se propone actuar. Hacer que sean on line para facilitar el acceso, rebajar la cantidad exigida como aval para comprarla o alargar el plazo para que el interesado pueda encontrar la financiación son algunas de las iniciativas. El precio de la subasta no podrá ser inferior al 75% de la tasación que refleje la escritura. Y en caso de que no haya ningún postor, el banco o caja no podrá quedarse el inmueble por menos del 70% del valor.