Cocinero antes que fraile. El ministro de Economía, Luis de Guindos, también aparece en los correos de Blesa a los que ha tenido acceso eldiario.es. El entonces presidente de Lehman Brothers en España trataba en un lógico tú a tú al presidente de Caja Madrid. Al fin y al cabo, los dos eran banqueros. Por eso, De Guindos no escatima en elogios cuando el dirigente de la caja madrileña cierra alguna de las muchas operaciones financieras que se concertaban en la época. Una es sobresaliente: la toma de control en Iberia. “Enhorabuena Miguel, me parece muy buena jugada. Un abrazo Luis”, le escribe cariñoso el banquero.
En cierta forma, De Guindos le estaba devolviendo a Blesa el cumplido. Apenas unos días antes el presidente de Caja Madrid había escrito al banquero de Lehman Brothers para felicitarle por una columna publicada en el diario El Mundo. “Me gusto mucho tu artículo ”La resaca del subprime“, claro, didáctico, un análisis acertado de la situación. Si sigues en esa línea, tenemos garantizado el aprendizaje todos los domingos. Un fuerte abrazo”. Detrás de este mensaje había poca intuición: un año después esas hipotecas se llevaron por delante el banco que pilotaba el ahora ministro, y con él, millones de euros de los ahorradores madrileños (y del resto del mundo).
En los correos de Blesa a los que ha tenido acceso eldiario.es gracias a una fuente anónima derivada de unos colaboradores de la Comisión Anticorrupción del Partido X, se ve cómo la quiebra de Lehman Brothers supuso un auténtico quebradero de cabeza para la caja madrileña. Varias familias que habían encomendado la asesoría de sus inversiones a Caja Madrid habían invertido, sin saber el riesgo que corrían, todos sus ahorros en deuda estructurada de Lehman Brothers, una suerte de preferentes. Caja Madrid fue una de las entidades que canalizó esta colocación de deuda de Lehman Brothers entre inversores españoles que luego perdieron casi todo su patrimonio. eldiario.es ha intentado contactar con el ministro para hablar de la existencia de estos correos sin éxito.
En cualquier caso, el contacto entre ambos banqueros no parece llevarse estrictamente por email. De Guindos busca hacer negocio con Caja Madrid y revolotea alrededor de los directivos para llevarse operaciones, por lo que Blesa se encarga de que le hagan caso. “Te llamará de Guindos para hablar de A.B.”, le dice Miguel Blesa a Rafael Sánchez Lozano el 5 de diciembre de 2007. Sánchez Lozano se encarga entonces de gestionar a las empresas participadas por la caja y terminó siendo consejero delegado de Iberia. No está claro a qué corresponden esas siglas.
Dos días después, Sánchez Lozano le contesta: “El lunes veo en Madrid a Luis de Guindos sobre Spencer. Quiere que le contratemos”. Spencer era lo que se conoce como una banca privada, un banco para clientes ricos que Caja Madrid estaba estudiando comprar. Cabe recordar, que en esa época De Guindos ya había sido secretario de Estado de Economía con Aznar. En este caso buscaba llevarse la asesoría de la operación.
Como parte de su trabajo, el ahora ministro trataba de conseguir contratos para Lehman Brothers en su faceta de representación de la entidad en la Península Ibérica. Por el efecto de las puertas giratorias, De Guindos ha sido luego el encargado de supervisar esas mismas entidades a las que en su día presionó para conseguir contratos y colocar productos de inversión.
Pero en los correos también se reflejan movimientos de De Guindos con Lehman ya quebrado y con el ahora ministro de Economía como verso suelto. Corría junio de 2009 cuando se estaba buscando sustituto para Miguel Blesa. Luis de Guindos era el nombre que sonaba con más fuerza para sucederle al frente de la entidad pública. Un candidato de “consenso” del PP y del PSOE, según comentaban los medios de la época.
Lo cierto es que De Guindos no se estaba quieto y en junio de 2009 aparece en los correos que le envian a Blesa para informarle de los movimientos políticos alrededor de la caja. Enrique de la Torre, uno de los directivos que más informa a con Blesa le informa: “Ayer sábado me llamó Manuel Zorrilla. Es muy amigo de Luis de Guindos [...]. Me dijo que Guindos le pidió que montara una comida privada los tres”. A Blesa y a De la Torre, este deseo de Guindos les parece “una cosa muy rara”.
En aquellas fechas, De Guindos trabajaba como consejero financiero en PriceWaterHouseCoopers. Finalmente, fue Rodrigo Rato el que se llevó el gato al agua. O no.