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ANÁLISIS

¿Puede haber crecido el PIB el doble de lo que dice el INE?

Las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz, conversan con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero
14 de enero de 2022 22:53 h

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Las estadísticas tributarias basadas en las declaraciones de los contribuyentes indican que la contabilidad nacional trimestral del Instituto Nacional de Estadística (INE) subestima el crecimiento nominal de la economía en 2021. Lo cifra en un 6,5% en los tres primeros trimestres del año, de manera que el nivel del PIB en 2021 es el 96% del que se alcanzó en 2019. Sin embargo:

  • Los ingresos tributarios y las cotizaciones sociales de 2021, que se conocen hasta noviembre, han superado en 8.800 millones de euros las previsiones presupuestarias para el año contenidas en el Libro Amarillo del Presupuesto de 2022 y baten los registros de 2019, marcando máximos históricos.
  • La afiliación a la Seguridad Social ha registrado un crecimiento del 2,5% en 2021 cerrando el año con 19,82 millones de afiliados, que supera en 547.000 personas o un 2,8% la afiliación al cierre de 2019, marcando también otro máximo histórico.
  • La serie de bases imponibles de los principales impuestos que elabora desde 1995 la Agencia Tributaria (AEAT) crece en los tres primeros trimestres de 2021 un 12,4%, que se acerca al máximo histórico de 2006 (13,2%) en pleno boom inmobiliario.

La subestimación se aprecia en los tres modos de acercamiento a la medida del PIB: por la vía de la producción, del gasto y de las rentas.

Desde la óptica de la producción las ventas totales −incluyendo exportaciones− declaradas a Hacienda, crecen un 15,6% hasta septiembre, y las ventas interiores de las empresas sujetas al Suministro Inmediato de Información, que representan el 70% de la facturación total, crecen un 16,8% hasta noviembre y un 14,3% si se excluye el sector energía.

Por el lado del gasto, la estadística de la contabilidad nacional trimestral estima que el consumo final crece un 5,4% en términos nominales mientras que el gasto final sujeto a IVA, calculado con las declaraciones de IVA, crece un 17,9%. El gasto en vivienda nueva cae un 0,4%, según el INE, mientras que las declaraciones de IVA arrojan un crecimiento del 17,5%.

La aproximación al PIB por la vía de rentas es el objetivo de este artículo. Se concluye que con los salarios declarados a Hacienda por los empleadores públicos y privados y con los beneficios declarados por las sociedades y las empresas personales en 2021, el PIB debería crecer un 11,8% a precios corrientes, doblando casi el crecimiento nominal oficial. La evolución de los salarios declarados en 2020, con una caída 3 puntos inferior a la que estima el INE, indica, además, que en la contabilidad nacional trimestral se exageró el descenso del PIB en 2020

Sobre la estadística tributaria española

La Hacienda española comenzó a realizar estadísticas económicas basadas en las declaraciones tributarias en el Instituto de Estudios Fiscales a principios de los noventa. Desde principios de siglo las continuó la AEAT, con algunos cambios (el principal fue la desaparición de Las empresas personales en las fuentes tributarias, que explotaba conjuntamente las declaraciones de IVA y de Retenciones aproximando el valor añadido y el resultado de explotación de las empresas), y el inventario actual de estadísticas anuales, trimestrales, mensuales y semanales puede consultarse (ver Estadísticas de Empresas en las fuentes tributarias. Revista Índice) en la web de la AEAT. Como resultado, España es el país europeo que devuelve al público y a los analistas la mayor cantidad de la información económica que proporcionan los contribuyentes, familias y empresas a la Hacienda española. Más propiamente, a la Hacienda del territorio común, ya que las haciendas forales del País Vasco y Navarra no comparten esta voluntad de transparencia.

Un magnífico resumen del capital informativo acumulado se encuentra en las series trimestrales de las bases imponibles de los principales impuestos que comienzan en el primer trimestre de 1995 y llegan hasta el tercer trimestre de 2021. El acceso a esta Base de Datos de Bases Imponibles (BDBI en adelante), en soporte Excel, se puede consultar en el Informe Mensual de Recaudación Tributaria.

La decisiva función que juegan estas estadísticas tributarias en la interpretación de la recaudación y en la previsión presupuestaria de ingresos por impuestos puede consultarse en la Metodología del Informe Anual de Recaudación Tributaria.

El crecimiento oficial del PIB en 2021 por vía de rentas

Desde la óptica de las rentas, el PIB se obtiene sumando la remuneración de los asalariados (los costes salariales formados por los salarios brutos y las cotizaciones sociales a cargo de los empleadores), el excedente bruto de explotación y los impuestos ligados a la producción e importación netos de subvenciones. Las cifras oficiales del INE para 2019, 2020 y los tres primeros trimestres de 2021 se resumen en el cuadro 1.  



El crecimiento atribuido por la estadística de la contabilidad nacional trimestral a los impuestos sobre la producción e importación en 2021 (con fuente en la IGAE) está en sintonía con el crecimiento del 14,2% del IVA de enero a noviembre. Pero este es el único crecimiento consistente con las estadísticas tributarias: los salarios declarados crecen un 6,7% y los indicadores del resultado bruto de explotación de las sociedades y las empresas personales crecen a tasas de dos dígitos.

Los salarios declarados a Hacienda por los empleadores

El empleo y los salarios con referencia anual se conocen por la estadística Mercado de Trabajo y Pensiones en las fuentes tributarias, basada en el modelo anual 190. La edición de 2020 se publicó en noviembre de 2021 y agrega las declaraciones de 1,7 millones de empleadores y otros pagadores de rentas del trabajo como las pensiones y las prestaciones de desempleo.

El empleo y los salarios con referencia mensual o trimestral se conocen por el modelo 111 que presentan los empleadores públicos y privados. La BDBI desglosa los salarios en cinco categorías de empleadores, como muestra el cuadro 2.



Las diferencias en el nivel de los salarios entre la información de la contabilidad nacional trimestral y los datos de la AEAT se deben, en principio, a que la estadística tributaria no cubre los territorios forales y no incluye a los empleados de hogar. En 2020 la diferencia es de 38.000 millones o un 9% de la cifra del INE.

Lo más notable es la divergencia en los crecimientos: en la contabilidad nacional trimestral se exageró la caída de los salarios en 2020 y se subestima el crecimiento en 2021. En 2020 la caída de los salarios que recoge el INE supera en 3,2 puntos la de la AEAT y en 2021 el crecimiento se queda 1,2 puntos por debajo. 

En 2021 destaca también el bajo crecimiento del 2,9% en los salarios pagados por las grandes empresas, que es cercano al 1,7%, que la Central de Balances del Banco de España asigna a los costes de personal en los tres primeros trimestres del año. 

Y esto proporciona la primera pista sobre las causas de la presunta infraestimación en la que incurre el INE en 2021: la excesiva dependencia de la información de las grandes empresas en un año en el que las pymes han registrado el mayor dinamismo a juzgar por el crecimiento del 12,7% que registran los salarios pagados por estas empresas pequeñas y medianas.  

Las cotizaciones sociales en 2021

A finales de diciembre la Seguridad Social publicó el informe de ejecución presupuestaria en enero-noviembre de 2021 con unos ingresos (derechos reconocidos) por cotizaciones de 118.000 millones, que representa un incremento del 7,9%, respecto a 2020, y del 4%, respecto a 2019.



El crecimiento del 7,9% se produce en un escenario de práctica estabilidad normativa, ya que solo desde el 1 de septiembre se incrementan las bases mínimas de cotización en un 1,6% −como resultado de la subida del salario mínimo interprofesional−, pero se mantienen la base máxima y los tipos de cotización. 

La nota de prensa de la Seguridad Social destaca el crecimiento del 9,3% en las cotizaciones sociales de los ocupados pero no aporta explicaciones de tan elevado crecimiento. Antes bien, explica que estas cotizaciones se encuentran todavía afectadas por las exoneraciones a los trabajadores acogidos a ERTE que restan 1.952 millones hasta el 30 de noviembre.

Si el crecimiento de las cotizaciones en diciembre iguala al de noviembre, el año se cerrará con 129.000 millones, lo que significa un crecimiento del 7,7%, respecto a 2020, y del 4%, respecto a 2019. Como los ingresos de 2019 representan el máximo histórico de las cotizaciones, se puede afirmar que en 2021 se batirá el récord recaudatorio por cotizaciones sociales.

Además, como la previsión de ingresos por cotizaciones en 2021 contenida en el Libro Amarillo del Presupuesto de 2022 ascendía a 125.000 millones, también puede afirmarse que las cotizaciones sociales superarán la previsión en 4.100 millones de euros.

En este contexto sorprende el crecimiento del 5% que en la contabilidad nacional trimestral se atribuye a las cotizaciones sociales. Es cierto que se refiere a las de empleadores, pero según las series publicadas por el Ministerio de Asuntos Económicos en la Base de datos de Series de Indicadores de Coyuntura Económica, las cotizaciones de empleadores del Régimen General (RG) subían 0,3 puntos por encima del total del RG ya que las de trabajadores crecían a menor ritmo. 

La explicación para este desajuste entre el 8,5% del régimen general y el 5% de la contabilidad nacional trimestral puede encontrarse en las cotizaciones sociales ficticias de los empleados públicos en régimen de clases pasivas que tienen a los derechos pasivos como contrapartida. Según el Informe de Ejecución Presupuestaria del Estado que publica la IGAE, los derechos pasivos caen un 2,5% en enero-noviembre de 2021.

Esta caída puede responder a un trasvase de funcionarios desde el Régimen de Clases Pasivas al General de la Seguridad Social pero sorprende que la nota de prensa de noviembre de este organismo no haga mención a este posible factor explicativo del alto crecimiento de las cotizaciones sociales de los ocupados. En todo caso, dada la falta de información sobre el nivel y la variación de estas cotizaciones sociales ficticias, se aceptará en la estimación final el crecimiento del 5% publicado por el INE.

Sobresale también en el cuadro 3 el alto crecimiento de las cotizaciones de autónomos en sintonía, como se verá, con el rendimiento de las empresas personales sujetas al IRPF.

Resultado bruto de explotación que las empresas declaran a Hacienda

Las estadísticas de Cuentas anuales del Impuesto de Sociedades (consolidadas y no consolidadas) contienen el Balance y la Cuenta de Pérdidas y Ganancias (CPYG) que declaran las sociedades y la de Rendimientos de actividades económicas proporciona la CPYG de las empresas que tributan en IRPF en régimen de estimación directa. Ambas fuentes son, por tanto, las idóneas para el conocimiento del Resultado Bruto de Explotación (RBE) y otras magnitudes de la CPYG. Pero la última edición publicada es la de 2019, la de 2020 se publicará en octubre de 2022 y la de 2021, un año más tarde. El cuadro 4 presenta algunas magnitudes de la CPYG de las cuentas anuales no consolidadas del Impuesto de Sociedades. 



Se observa que el RBE declarado en 2019 representa el 82% del Excedente Bruto de Explotación (EBE) de las sociedades no financieras en la contabilidad nacional trimestral. La diferencia debe atribuirse principalmente a la exclusión de País Vasco y Navarra.

En ausencia de estadísticas anuales para 2020 y 2021 puede utilizarse como aproximación la base imponible consolidada para las sociedades y la renta de las empresas para las que tributan por IRPF, ya que estas series figuran en la BDBI que publica la Agencia Tributaria. En estas series, los años posteriores a la última estadística anual publicada se calculan con los modelos de pagos periódicos que presentan las sociedades y las empresas personales. El cuadro 5 presenta los indicadores seleccionados.



En 2020 la Base Imponible Consolidada de las Sociedades se reduce un 18,4%, que es la misma caída que el INE atribuye en ese año al RBE de las sociedades no financieras. Pero en 2021 la contabilidad nacional trimestral estima un crecimiento del 7,8% cuando la fuente tributaria calcula un 34,5%. De hecho, el año 2021 es excepcionalmente positivo para el Impuesto de Sociedades, con un crecimiento del 65% en los pagos fraccionados asociados a los beneficios del año. Sin embargo, el Informe mensual de recaudación tributaria de octubre de 2021 explica que parte del fuerte incremento de la Base Imponible Consolidada se debe a dos operaciones extraordinarias (una fusión en el primer pago, ventas de activos en el segundo). Excluyendo estas operaciones la Base Imponible Consolidada crece en 2021 un 23,9%, muy cercano al incremento del RBE (24,8%) que proporciona la Central de Balances del Banco de España en los tres primeros trimestres de 2021.

La renta de las empresas personales crece un 22% en los tres primeros trimestres de 2021 en sintonía con el crecimiento del 17% en los pagos fraccionados y del 17% también en las cotizaciones sociales satisfechas a la Seguridad Social por los trabajadores autónomos.

Si se añaden los arrendadores de inmuebles a las empresas personales, para mejorar la consistencia con el marco de la Contabilidad Nacional, el resultado en 2020 de las empresas no societarias cae un 11,4%, no muy lejos de la caída del 8,2% estimada para el mismo año en la contabilidad nacional trimestral. Pero en 2021 se registra una discrepancia también extraordinaria entre la AEAT y el INE. Los contables nacionales estiman un crecimiento del 0,9% mientras que la Agencia Tributaria obtiene un crecimiento del 15,5%. 

Conclusión

Con la información declarada en 2021 por las empresas y empleadores que se ha revisado en los apartados precedentes puede avanzarse una estimación del crecimiento nominal del PIB en 2021. Las magnitudes de partida de 2020 son las publicadas por la contabilidad nacional trimestral salvo por el desglose del Excedente Bruto de Explotación/Renta mixta del sector hogares que se ha desglosado en sus componentes básicos para mejor adaptación de las fuentes tributarias al marco conceptual de la contabilidad nacional. Como es sabido, el alquiler imputado a las viviendas en propiedad se interpreta en el marco contable como Excedente Bruto de Explotación (EBE) de los hogares. Para 2021 se ha tomado el mismo crecimiento que en 2020. Este EBE imputado a los hogares, el imputado a las AAPP (en concepto de amortización) y las cotizaciones sociales ficticias correspondientes a los funcionarios en régimen de clases pasivas tienden a suavizar las variaciones del PIB. 

En conclusión, el crecimiento nominal del PIB en 2021 se estima en un 11,8% con la información tributaria disponible frente al 6,5% de la estimación oficial actual.



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