Hacienda estrecha el cerco al grupo Sesé, el gigante logístico zaragozano. La Agencia Tributaria abrió el pasado ejercicio nuevas inspecciones a la compañía, que ya tiene abierto un litigio millonario con el Fisco por el que se niega a provisionar ninguna partida. Esto le ha valido una llamada de atención de su auditor, Deloitte.
Sesé explica en sus últimas cuentas individuales, accesibles a través de Insight View, que el 13 de septiembre de 2021 la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) inició un nuevo procedimiento de comprobación e investigación sobre la compañía.
Las pesquisas comprenden el Impuesto de Sociedades de 2016 a 2019, el IVA de 2017 y 2019 y Retenciones/Ingresos a cuenta de Rendimientos del Trabajo personal o profesional (2017 a 2019), “estando en un momento inicial de solicitud de documentación, no pudiéndose estimar ni valorar en este momento los riesgos económicos o posibles contingencias derivadas de la inspección citada”, indica el grupo en sus cuentas.
Otra inspección llevada a cabo en junio de 2015 por la Delegación Central de Grandes Contribuyentes de la AEAT se saldó con reclamaciones a la empresa por un importe global de unos 10 millones de euros. El grupo ha llevado este litigio ante la Audiencia Nacional, tras confirmar el Tribunal Económico Administrativo Central las liquidaciones de la Agencia Tributaria en enero de 2020.
En este caso, la disputa está relacionada con operaciones de una antigua filial de Yamaha que Sesé adquirió en 2012 por un euro para hacerse con la fábrica de motos que el grupo nipón tenía en Barcelona. Esa operación estuvo asesorada por la consultora Alta Partners, del empresario Sergi Alsina, condenado en 2018 por el caso de las ITV junto a Oriol Pujol, hijo del expresident Jordi Pujol.
Tal y como explica el grupo en sus cuentas, los administradores de Sesé y sus asesores fiscales consideran que “existen sólidos argumentos jurídicos para defender la improcedencia de la regularización practicada, por lo que se considera como no probable que de la resolución final de dichos recursos se ponga de manifiesto una salida de recursos o un perjuicio patrimonial para la Sociedad”.
“En todo caso, existiría el derecho de repetición de las eventuales contingencias fiscales contra terceras partes”, insiste Sesé. Por ello, insiste en no dotar ninguna provisión por ese litigio para cubrirse de posibles riesgos fiscales, tal y como establece la normativa contable. Y eso ha propiciado una advertencia en la auditoría de Deloitte.
La firma ha incluido un párrafo de énfasis en su revisión de las cuentas de Sesé en el que advierte de que “en el caso de que las diferentes interpretaciones de la normativa fiscal pusieran de manifiesto la necesidad de afrontar la deuda tributaria”, eso “supondría un impacto significativo sobre la situación patrimonial y financiera de la Sociedad”.
“Pirata” y consejero
El grupo Sesé fichó en 2021 como consejero al ex vicepresidente de Coca-Cola y ex diputado de Ciudadanos, Marcos de Quinto. De Quinto, autoproclamado “pirata” en su cuenta Twitter, es consejero de Sesé a través de Iniciativas Qvintvs, una sociedad inicialmente dedicada a actividades agrícolas con la que el ex ejecutivo de Coca-Cola cobró decenas de miles de euros en subvenciones cuando era diputado. Su incorporación a Sesé el año pasado fue, junto con su frustrado intento de presidir Abengoa a propuesta de los minoritarios del grupo sevillano, su primera actividad conocida en el sector privado tras salir de la política. Recientemente el que fuera fichaje estrella de Albert Rivera se ha convertido en accionista de 7NN, una nueva televisión ultraderechista que ha fichado al actor y ex diputado Toni Cantó.
Junto a De Quinto, en el consejo de administración del grupo aragonés también se sienta Tomás García Madrid, ex consejero delegado de OHL y del Grupo Villar Mir, ex mano derecha de Juan Miguel Villar Mir durante casi tres décadas, y autoproclamado “reaccionario, y a mucha honra”.
García Madrid, ex patrono de la Fundación Nacional Francisco Franco que hace un lustro fue despedido de OHL con un finiquito de 6 millones de euros, publicó durante un tiempo tribunas en un medio ultraderechista, hoy inencontrables, en las que defendía el “ineludible” golpe de Estado del dictador o afirmaba que “lo verdaderamente complicado es no ser franquista”, entre otras cosas.
Sesé es una empresa familiar con más de 11.000 empleados de 27 nacionalidades, presencia en 21 países de cuatro continentes y una facturación de 750 millones de euros. Tiene entre sus clientes a las grandes compañías automovilísticas y a grupos como Valeo, Michelin, Adidas, Inditex, Coca-Cola o Balay, según su web.
La compañía forma parte del proyecto Future Fast Forward, la iniciativa liderada por Seat junto a más de 60 empresas que ha copado casi la mitad de las ayudas públicas (cerca de 400 millones de euros) del PERTE del vehículo eléctrico que adjudicó el Ministerio de Industria en octubre.
Fundada en 1965, Sesé inició su actividad en Urrea de Gaén (Teruel) como una empresa dedicada a la compraventa y transporte de productos agrícolas, que fue ampliando hacia el transporte de carga y, posteriormente, la inclusión de las actividades logísticas en 1998, o del transporte de vehículos en 2005. Más recientemente, implementaría las soluciones industriales (2010) y de cadena de montaje (2016). Actualmente las riendas del grupo las llevan Ana y Alfonso Sesé, hijos del fundador, Alfonso Sesé Tena.