La empresa ferroviaria Renfe-Operadora tiene ocho miembros en su alta dirección. De ellos, seis son hombres, entre presidente y directores. Sus cuatro filiales siguen el mismo destino: cada una cuenta con un alto directivo, hombre. Aena, la compañía que gestiona los aeropuertos españoles, tampoco puede hacer alarde de su igualdad, pues de once directivos, sólo dos son mujeres.
Por tierra o por aire, en el mundo de las empresas públicas del Estado estos ejemplos no son, ni de lejos, los únicos. Más del 70% de sus puestos directivos están ocupados por hombres, entre presidencias, gerencias y direcciones. Los sillones desde donde se toman las decisiones más importantes de estas entidades públicas (y donde se cobran los sueldos más altos) siguen siendo un territorio de difícil acceso para las mujeres, que encuentran un techo de cristal complicado de quebrar.
Lejos de existir paridad de género, a finales de 2018, nueve de cada diez empresas públicas en España tenían más hombres que mujeres en sus cargos de mando. Así se desprende de un análisis realizado por eldiario.es a partir de las memorias anuales de más de 150 entidades públicas. De las 109 de las que se ha podido establecer sus directivos, sólo siete se encontraban en igualdad y en otras siete las mujeres eran mayoría. Ver metodología.
Si bien España se ha convertido en el país con más ministras del mundo desde la llegada a La Moncloa de Pedro Sánchez, el Gobierno socialista tiene pendiente llevar la equidad al sector empresarial. Desde hipódromos hasta empresas de la industria nuclear, pasando por autoridades portuarias y aeropuertos. Pequeñas, medianas y grandes. Las cúpulas de las entidades públicas españolas son un foco de contratación masculina.
Las grandes empresas, claves en la brecha
Correos es, de lejos, la mayor empresa pública de España. Su plantilla total supera los 50.000 trabajadores y es una de las pocas que ha alcanzado un porcentaje de género equitativo entre la totalidad de sus empleados. Sin embargo, encontrar mujeres en su alta dirección no es fácil. Presidente hombre; secretario general, también. El año pasado, Correos incluyó en su informe anual a 10 hombres y 2 mujeres como “Comité de dirección”.
La brecha de género en la empresa pública española más rentable también es notoria. Loterías y Apuestas del Estado, que este año logrará el 62% del beneficio total del sector empresarial estatal según publicó Voz Pópuli, incluye siete hombres y una sola mujer en su alta dirección.
Paradores de Turismo es la que más directivos reporta en su memoria (116 en total, el 63%, hombres). Desde la cadena explican que la categoría “incluye a la alta dirección y a los directores de los diferentes paradores y departamentos de servicios centrales”. Si bien los miembros del comité de dirección están en equidad, 3 y 3, la brecha se hace evidente en el resto de directivos.
“El presidente de Paradores, Óscar López, se ha comprometido a promocionar a más mujeres a puestos directivos para equilibrar las cifras. En el cierre de 2019 deberán notarse los resultados”, asegura la empresa.
En la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) también admiten que están “descompensados”. De los 23 directores contratados, sólo tres son mujeres. Desde la empresa estatal sostienen que las mujeres “están arrasando” con labores tecnológicas. “Hay pocas mujeres, pero están ocupando puestos clave. Partimos de un nivel bajo, porque somos una fábrica de máquinas”, explican.
Los medios de comunicación estatales tampoco han logrado igualar hombres y mujeres en cargos directivos, aunque la brecha es menor a la de otras empresas. Si bien tanto la Agencia EFE como RTVE han logrado paridad en su comité de dirección, la diferencia aparece en el siguiente nivel. A cierre de 2018, EFE contaba con 17 directores y cinco directoras, al tiempo que la diferencia en RTVE era 55 a 22.
Otro caso es el del Hipódromo de la Zarzuela, que finalizó 2018 con cinco hombres directivos, aunque cabe recordar que la presidencia estuvo a cargo de una mujer hasta octubre del año pasado. Faina Zurita fue nombrada en 2012 por el Gobierno de Mariano Rajoy, pero fue reemplazada por Álvaro Gutiérrez de la Fuente tras encadenar pérdidas millonarias en el recinto hípico de Madrid.
Los casos contrarios, en cambio, son tan pocos que pueden contarse con los dedos de la mano y, por lo general, se refieren a empresas muy pequeñas. En su memoria anual, Red.es (que trabaja por la digitalización en España) reportó 81 hombres y 91 mujeres en “cargos directivos y técnicos”. De ellos, según han detallado desde la misma empresa, hay 10 directivos, mitad hombres y mitad mujeres.
Por su parte, Aguas de las Cuencas de España (ACUAES), que se encarga de la construcción y gestión de infraestructuras hidráulicas, contaba con cuatro puestos directivos al cierre del ejercicio y los dos más importantes estaban en manos de una mujer. Su consejo de administración es también uno de los más parejos: seis hombres y cinco mujeres.
El último dato no es menor, si se tiene en cuenta que los consejos de administración, la otra pata de gobierno de las empresas, están integrados mayoritariamente por hombres. El año pasado, un estudio de Civio reveló que el 80% de las empresas públicas ignoraba la Ley de Igualdad en sus consejos de administración. Esa norma recomienda un porcentaje de mujeres de al menos un 40% en dichos puestos.
Mujeres administrativas
Más allá de los casos puntuales, si se dejan de lado los puestos directivos y se analiza el grueso de las plantillas, la tasa de mujeres empleadas en empresas públicas aumenta al 40%, una diferencia de más de diez puntos con el porcentaje de puestos directivos. Esto quiere decir que dos de cada cinco empleados son mujeres, entre mandos intermedios, cargos técnicos, informáticos, auxiliares y, ante todo, administrativos.
Es en la categoría “administrativos” donde abundan las mujeres y donde la presencia de hombres se reduce incluso a porcentajes de una cifra. Las empresas SEPI Desarrollo Empresarial (9% de administrativos), el Instituto de Crédito Oficial (12%) y Tragsatec (19%) son algunos ejemplos.
El techo de cristal, o la limitación de las mujeres para pasar de este tipo de mandos a cargos directivos es claramente perceptible. Si se comparan los porcentajes por sexo en plantilla y en cargos de mando, la mayoría de las empresas muestran una ampliación de la brecha a favor de los hombres. De esta forma, el porcentaje de hombres en Aena sube del 65% al 82%; el de Correos del 49% al 83%;el de Correos Express de 71% al 100%; y así sucesivamente.
ADIF, la empresa de los 10.000 hombres
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) es otro ejemplo de poca paridad. Tras la llegada de Pedro Sánchez, se nombró presidenta de la empresa estatal a Isabel Pardo de Vera, al mando de una de las compañías más relevantes del país. Los puestos de “alta dirección” cerraron parejos en 2018. Para abajo, la distribución fue diferente: ADIF empleó en 2018 a 10.278 hombres y 1.686 mujeres. Esto es, solo uno de cada siete trabajadores era mujer.
Según la empresa, “la Estructura de Dirección, que engloba las categorías comprendidas entre jefes, jefes de área, gerentes, subdirectores y directores” ocupa a 806 personas. De ellas 24 son directores y tres directoras. El resto se divide en 624 hombres y 155 mujeres. La brecha del personal de “Estructura de Apoyo” (técnicos y técnicos especialistas) fue similar, al tiempo que en mandos intermedios y personal operativo la diferencia fue aún mayor.
Los puertos, un nicho de hombres
Vilagarcía de Arousa es una de las 28 autoridades portuarias de España. Ubicada en la provincia de Pontevedra, en Galicia, su nombre no resalta por el volumen de tráfico o por su gran superficie. Sin embargo, es el único puerto cuyas dos autoridades son mujeres. Sagrario Franco Malvar, una médica convertida en política, es la presidenta del puerto desde 2011, mientras que Begoña Mesejo Loureiro ocupa el sillón de la dirección.
“Evidentemente todavía queda mucho camino por recorrer”, dice Franco Malvar en conversación con eldiario.es. “Si bien éste ha sido históricamente un sector muy masculinizado, se ha abierto progresivamente en los últimos años a una mayor presencia de las mujeres, y estoy convencida de que esta es una tendencia imparable”. La dirigente del puerto resalta que desde su llegada en 2011 ha visto pasar “varias presidentas y directoras” en puertos españoles.
“Antaño, los puestos de presidente y directores eran ocupados mayoritariamente por ingenieros, estudios universitarios en los que prevalecían los hombres. De alguna manera, las empresas reproducían los esquemas sociales imperantes”, explican desde Puertos del Estado, la entidad pública encargada de coordinar a las 28 autoridades portuarias.
Sin embargo, aseguran que desde 1997, cuando las comunidades autónomas se hicieron cargo de su gestión, se empezaron a nombrar presidentes que “han cursado otro tipo de estudios o han sido cargos políticos”. “Lenta, pero inexorablemente, las mujeres van ocupando puestos de relevancia”, indican.
Más de 20 años después, los datos no son alentadores. Si se separan las autoridades portuarias del resto de las empresas públicas, la tasa de puestos directivos es todavía más alarmante: el 80% son hombres.
El 2 a 0 es el resultado más frecuente de encontrar en las memorias de estas entidades, donde presidente y director son hombres. Unos pocos puertos brindan números más amplios e incluyen al resto de directores, como el caso de la Autoridad Portuaria de Baleares, que a cierre de 2018 tenía 20 hombres y cuatro mujeres en cargos directivos.
Pero la brecha de género en los puertos de España no es sólo cuestión de directivos. Dejando de lado los cargos de mando, el 78% del resto de los empleados portuarios son hombres.
Si se ordenan las autoridades portuarias en un “ranking de igualdad”, la mejor ubicada es la de Castellón, donde poco más de seis de cada diez empleados son hombres. En segundo lugar aparece la de Barcelona, la más grande de España, donde el 71% son hombres. La entidad reportó en la categoría “directivos y técnicos” a 121 hombres y 56 mujeres, pero no han respondido cuántos de ellos eran sólo directivos.
En noviembre pasado, el Comité de Distribución del Fondo de Compensación Interportuaria se reunía en Valencia para aprobar la distribución de 52 millones de euros entre la totalidad de los puertos. Para la ocasión se juntaron todos sus representantes, presidente y/o directores. La imagen de cuatro mujeres entre medio de una treintena de hombres vale, sin duda, más que mil palabras.
eldiario.es ha analizado la plantilla de 156 empresas públicas españolas, a partir de las memorias anuales publicadas por el Ministerio de Hacienda, entre sociedades mercantiles, entidades públicas empresariales y otras entidades de derecho público vinculados o dependientes de la AGE. No se han tenido en cuenta las fundaciones estatales, los consorcios, las empresas con sede en el exterior o aquellas en liquidación.
Aunque las memorias de los grupos consolidados (como Grupo Renfe o Grupo Enaire) se han analizado para ver su comité de dirección, no se han tenido en cuenta para el cálculo del porcentaje final, ya que se ha analizado por separado cada empresa que lo compone.
Con el objetivo de poder comparar todas las empresas, y como cada una agrupa su plantilla de forma diferente, se ha decidido englobar en una categoría propia los cargos de mando. “Puestos directivos”, tal como se considera para este reportaje, no es asimilable a “alta dirección”, pues incluye también a presidentes, directores generales, gerentes generales, directores y delegados del Estado en consorcios de la zona franca. “Puestos directivos” no incluye jefes, “otros directivos y técnicos”, subjefes, subdirectores o responsables.
De las 156 entidades estudiadas, en 109 se han podido conseguir sus puestos directivos (sea solo alta dirección o también el resto de directores). En 25 de ellas sólo se ha podido analizar el total de su plantilla por sexo ya que la información no estaba detallada por cargos, mientras que de las otras 10 no se ha podido conseguir información en las memorias. 12 son entidades sin empleados.
Si bien el periodo de referencia es el cierre del ejercicio 2018, en los casos en que la memoria todavía no estaba publicada, se utilizó la memoria anual 2017.
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