El turismo es un sector clave de la economía española. Las cifras de empleo cierran 2018 con unas 2,6 millones de personas trabajando en este sector, lo que supone el 13% del empleo total en España. La hostelería, el sector predominante en número de trabajadores del turismo, logró terminar el año con una temporalidad –proporción de los trabajos temporales respecto a los totales– inferior a la de 2017, al contrario de la tendencia de aumento en el conjunto del mercado laboral. Sin embargo, la tasa de trabajadores temporales se mantiene por encima respecto a los niveles precrisis y, además, en la última década han aumentado los asalariados que tienen contratos más precarios.
El aumento de la temporalidad es una de las principales preocupaciones de los sindicatos, que alertan de los abusos habituales con este tipo de contrato: se recurre a un contrato eventual para cumplir con funciones estructurales que requirirían un puesto fijo. Con la crisis, la destrucción de empleo se cebó con los trabajadores con contratos temporales, pero la recuperación ha vuelto a incrementar su número. En el conjunto del mercado laboral, el año pasado cerró con una tasa de temporalidad del 26,9%, algo por encima de la del último trimestre de 2017.
Como señala el sindicato CCOO en su informe 'Análisis económico de la actividad del turismo en España', el sector hostelero en cambio restó un punto porcentual a su tasa de temporalidad el año pasado. En el último trimestre de 2017, los trabajadores con contratos temporales representaban un 38% del total de asalariados, mientras que en 2018 la tasa se situó en el 37%, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE.
Aun así, la tasa es hoy más alta que al inicio de la crisis. En términos absolutos, 495.600 personas empleadas en el sector habían suscrito este tipo de contrato en el último trimestre de 2018. En 2008, al inicio de la crisis, el número de empleados temporales en la hostelería se situaba en 382.500 personas en ese mismo periodo, lo que representaba un 36,2% del total.
El estudio de CCOO destaca que la reducción de la temporalidad “indica cierta mejora en la calidad del empleo”, aunque la tasa se mantiene muy alta respecto a la media del conjunto de sectores. Por su parte, la tasa de empleo a tiempo parcial situó el 29%, según el informe.
Los contratos de un día, los que más aumentan
Pero, ¿cómo ha variado el trabajo temporal en la hostelería en la última década? Al poner en relación los trabajadores eventuales en 2018 con los de 2008, según la duración de sus contratos, encontramos que los que más crecen son los más precarios, los contratados por un día. Han crecido un 34,5% respecto al inicio de la crisis. También han aumentado un 9% los contratos inferiores a un mes.
En contraposición, los trabajadores con contratos temporales de tres o más años (que pueden esconder un abuso ya que ese es el límite para la conversión a fijos de gran parte de los contratos temporales) son los segundos que más aumentan: un 27%. Los asalariados con contratos temporales de entre 2 y 3 años son los que más han disminuido con respecto al inicio de la crisis: han caído un 21%.
La precariedad afecta más a las mujeres
En cuanto a los datos desagregados por sexo, el informe del sindicato CCOO subraya que la temporalidad en el empleo “sigue afectando más a las mujeres que a los hombres”, con una tasa del 38% y 36%, respectivamente. Los datos de la EPA revelan que en el sector de la hostelería las trabajadoras temporales son más numerosas en todos los tipos de contratos temporales, excepto en aquellos de más larga duración.
Como muestra el gráfico anterior, los asalariados con contratos de más larga duración (de dos a tres años y de más de tres años) fueron los únicos en los que el número de trabajadores hombres fue superior al de mujeres. En el caso de dos a tres años, por ejemplo, 20.000 mujeres frente a 33.000 hombres. En las categorías más precarias, por el contrario, como en los contratos de cuatro a seis meses, hubo 329.900 mujeres frente a 296.200 hombres.