Iberia echa a 60 directivos intermedios con despido improcedente de 45 días

Unos 30 directivos intermedios de Iberia han recibido cartas de despido pocos días antes de iniciar sus vacaciones de Semana Santa. Es el primer paso en un proceso de ajuste “limitado al staff” de la aerolínea que tendrá su colofón en fechas próximas cuando otros 30 cargos de confianza reciban la notificación con el anuncio de que la empresa, en la que algunos llevan trabajando más de 20 años, ha decidido prescindir de sus servicios.

La dirección de la compañía adopta esta nueva medida traumática con el objetivo de dejar reducida a la mitad su estructura directiva que hasta ahora estaba integrada por unas 120 personas. Este colectivo es considerado “excesivo” en IAG, el holding internacional propietario de Iberia. Entienden que su dimensión es resultado de “una dinámica que se viene arrastrando desde los tiempos en que la empresa era pública”. También justifican la medida por la reducción de la flota y de la actividad que la compañía ha sufrido desde su fusión con British Airways en 2011.

Una parte de los afectados sale en condiciones tales que, de inmediato o en el plazo de pocos años, podrán acogerse a alguna fórmula de prejubilación, pero otros tienen entre los 50 y los 55 años.

Los despidos se están produciendo de forma individualizada dado que todas las personas afectadas son cargos intermedios ‘de confianza’ cuyas condiciones laborales estaban pactadas fuera de los convenios de distintos colectivos. La rescisión de los contratos se aplica según normativa anterior a la actual reforma laboral. Los trabajadores son indemnizados con una cantidad que corresponde a 45 días por año trabajado, utilizando la fórmula del “despido improcedente”.

Este nuevo ajuste en Iberia se produce cuando la plantilla de la compañía ha soportado un importante recorte de 3.100 empleos desde 2013, y ha sufrido rebajas salariales de entre el 11 y el 14%, con aumentos significativos de “productividad” y jornada. La noticia también llega en un momento en el que, con la llegada del nuevo presidente de la compañía, Luis Gallego, el colectivo laboral comenzaba a respirar un cierto optimismo con la recuperación de algunas rutas europeas e internacionales que se habían abandonado.

Trabajadores por avión

Trabajadores por aviónLa exigencia de adelgazamiento del staff de Iberia, impuesta desde IAG, se justifica por la drástica reducción de la flota que ha sufrido la aerolínea en los últimos cuatro años. Argumentan en Londres que incluso con la plantilla recortada a 18.500 trabajadores tras el ERE de 2013, el número de empleados por avión es uno de los más “desajustados y excesivos” del mercado. “Tenemos casi dos directivos intermedios por aeronave”, señalan las fuentes de la compañía.

La cantidad de empleados por avión en Iberia varía según la contabilidad que se haga del número de aparatos. Si solo se tiene en cuenta la flota de la matriz, se alcanza la cifra de 253 empleados por cada uno de los 73 aeroplanos. Incluyendo los 14 aviones de Iberia Express, la cifra baja a 212 empleados por aeronave.

A efectos de su información corporativa, Iberia incluye en su flota los 56 aviones de su franquiciada para vuelos regionales Air Nostrum. En este supuesto, la cifra de empleados por avión bajaría a 129.

British Airways, compañía también integrada en el grupo IAG, cuenta con una plantilla de algo más de 40.000 trabajadores y su flota es de 263 aviones, con lo que el número de empleados por avión es de 152.

Los sindicatos de Iberia denuncian que la alta cifra de trabajadores por aparato en Iberia se ha logrado tras un proceso acelerado de reducción de flota y actividad que se ha producido desde que la aerolínea española se fusionó con British en 2011 y paso a ser propiedad de IAG.

Retribuciones en IAG

Retribuciones en IAG Como viene ocurriendo en todo el proceso de ajuste de Iberia, las medidas más dolorosas adoptadas en la compañía española coinciden con decisiones en su matriz IAG que son consideradas como un agravio comparativo. El consejo de administración del holding, cuyo primer ejecutivo es Willie Walsh, aprobó en su reunión de principios de marzo un incremento en las retribuciones de sus directivos hasta los 16,2 millones de euros, que prácticamente triplica los 6 millones repartidos en el ejercicio anterior.

Frente a esta subida de sueldos, se registró un gesto del presidente y consejero delegado de Iberia, Luis Gallego, quien rechazó la retribución extra de 632.000 euros que le ofrecía IAG.

Hace un año se produjo un significativo escándalo con la indemnización acordada tras la salida del entonces consejero delegado, Rafael Sánchez Lozano. El hombre de confianza de Miguel Blesa en Caja Madrid (durante años primer accionista de Iberia y de IAG) se fue por voluntad propia y recibió una liquidación de 1,98 millones, el 35% de los 5,3 millones que ganó en los 44 meses que pasó al frente de la empresa. Cada día de su mandato Iberia perdió 600.000 euros diarios.