El impuesto temporal de solidaridad a las grandes fortunas que aprobó el Gobierno ha recaudado 623 millones de euros en 2023, la inmensa mayoría en la Comunidad de Madrid, con 555 millones de euros, ha informado este miércoles el Ministerio de Hacienda y Función Pública.
Este impuesto afecta a los patrimonios netos superiores a 3 millones de euros, se devenga el 31 de diciembre de cada año y la presentación de la declaración se produce entre el 1 y el 31 de julio. Se trata de un impuesto estatal de carácter temporal para los años 2023 y 2024, que ha generado conflicto con varias Comunidades Autónomas, como Madrid, que ha recurrido la medida ante los tribunales por “vulnerar” su autonomía financiera.
En total, 12.010 grandes patrimonios –que representan el 0,1% del conjunto de los contribuyentes en España– han abonado por este impuesto una cuota media de “52.000 euros”.
Hacienda informa de que, como estaba previsto, la mayor parte de los contribuyentes del Impuesto de Solidaridad de Grandes Fortunas residen en comunidades “que han renunciado a recaudar el Impuesto sobre el Patrimonio”.
Del total de 12.010 declarantes, la inmensa mayoría corresponden a grandes patrimonios de la Comunidad de Madrid (10.302 contribuyentes), que han aportado 555 millones de euros.
Les siguen los contribuyentes de elevado patrimonio de Andalucía (865), que han abonado 29,7 millones; y los grandes patrimonios de Galicia (91), con una cuota a pagar de 9,8 millones. “Las tres comunidades suman más del 95% de los contribuyentes y de la recaudación”, subraya Hacienda.
Tras ellas se sitúa Catalunya, con 322 declarantes y 2 millones de euros de recaudación, Cantabria (9 declarantes y 400.000 euros), la Comunidad Valenciana (17 declarantes y 200.000 euros recaudados), y Asturias, con 10 declarantes y una cuota a pagar de 100.000 euros.
Destaca también el dato de los no residentes y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que han aportado 26,2 millones de euros tras declarar este impuesto 342 grandes patrimonios.
1.868 millones junto al Impuesto sobre el Patrimonio
El impuesto de solidaridad a las grandes fortunas se trata de un tributo complementario al Impuesto sobre el Patrimonio, que el Ejecutivo aprobó para “avanzar en una política fiscal más progresiva en el que se pide un mayor esfuerzo a quienes más tienen en un contexto de alza de precios por la guerra de Ucrania”, recuerda el departamento de María Jesús Montero.
“Para evitar la doble imposición, los contribuyentes del Impuesto de Solidaridad solo tributan por la parte de su patrimonio que no haya sido gravado por su Comunidad Autónoma en el Impuesto sobre el Patrimonio”, recuerda el departamento de María Jesús Montero.
De esta forma, en el Impuesto de Solidaridad de las Grandes Fortunas se aplica una deducción de la cuota satisfecha en el Impuesto sobre el Patrimonio. “Eso es, se descuenta del pago de este nuevo impuesto lo abonado en el Impuesto sobre el Patrimonio”, explica Hacienda.
La recaudación total por el Impuesto de solidaridad a las grandes fortunas y por el impuesto sobre el Patrimonio asciende este año “a más de 1.868 millones de euros”.
Hacienda afirma que las cifras “son consecuentes con las previsiones del Gobierno que apuntaron que el potencial recaudatorio del impuesto de grandes fortunas alcanzaba los 1.500 millones, bajo el supuesto de que todas las Comunidades Autónomas aplicaran una bonificación del 100% en el Impuesto sobre el Patrimonio”.
El impuesto a los ricos se prorrogará
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha celebrado los datos de recaudación del impuesto a las grandes fortunas y ha explicado que el desfase respecto a las estimaciones iniciales del Gobierno se debe a que las comunidades han mantenido el de Patrimonio, a excepción de algunas, como Madrid, que es donde aplica la tasa a los ricos.
“Cuando se calcula un potencial recaudatorio de una figura fiscal se hace en un supuesto como si el resto de comunidades autónomas que puedan tener algún tipo de gravamen lo hubieran prácticamente eliminado o, dicho de otra manera, si la renta los patrimonios no estuvieran haciendo frente a un pago por parte de otra figuras de las comunidades autónomas sobre todo impuesto de patrimonio se habría recaudado una cantidad que podría haber estado en el doble por aproximadamente de esos 600 millones en un entorno de 1.200 o 1.400 millones”, ha dicho Montero.
“Como ha habido comunidades autónomas que afortunadamente han mantenido su figura fiscales, la recaudación no llega a ese potencial máximo que tendría si se hubiera producido un vaciamiento generalizado del impuesto de patrimonio”, ha argumentado en declaraciones a los periodistas en Bruselas, donde comparece en la Eurocámara para exponer las prioridades españolas durante la presidencia del Consejo de la UE.
Lo que ha asegurado Montero es que el impuesto a los ricos, que se puso en marcha con carácter temporal, se mantendrá hasta que haya un nuevo sistema de financiación autonómica. O sea, que lo fía para largo porque el actual modelo está caducado desde 2014 y los gobiernos de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez han sido incapaces de alcanzar un acuerdo con las autonomías.
“Hasta que se produzca este debate se mantendrá este impuesto y cuando tengamos ese debate el resultado del mismo lo que sí tendrá que arrojar es que las grandes fortunas tienen que aportar en la medida proporcional que están haciendo el resto de las rentas”, ha expresado la ministra, que se ha mostrado convencida de que los tribunales avalarán la tasa.