El Índice de Precios al Consumo (IPC) de Estados Unidos cayó un 0,7 % en enero y la inflación interanual quedó en negativo (-0,1 %) por primera vez desde 2009, informó hoy el Departamento de Trabajo.
La inflación subyacente, que excluye los precios de la alimentación y la energía, aumentó un 0,2 % en enero y la acumulada en los últimos 12 meses quedó en 1,6 %.
La caída del IPC en enero fue mayor de lo esperado por los expertos y siguió a descensos del 0,3 % y 0,4 % en noviembre y diciembre, respectivamente.
En enero los precios de la energía disminuyeron un 9,7 % y en el caso de la gasolina el descenso fue del 18,7 %, el mayor en siete meses consecutivos de caídas, según el Gobierno.
La Reserva Federal (Fed) ha mostrado su preocupación porque la inflación se mantiene bastante por debajo del 2 % marcado como meta anual.
“Demasiados estadounidense siguen sin empleos o con empleos peores de los deseados, el crecimiento de los salarios todavía parece ralentizado y la inflación permanece bastante por debajo de nuestro objetivo a largo plazo del 2 %”, recordó la presidenta de la Fed, Janet Yellen, el pasado martes en una comparecencia en el Senado.
No obstante, la presidenta del banco central estadounidense admitió que, debido a la mejora de la economía en general, cada vez está más cerca la esperada primera subida de tipos de interés en el país desde 2008.