Así es la Inditex que hereda Marta Ortega tras el inesperado adiós de Pablo Isla

Si la Bolsa es un termómetro de cómo ven los inversores el futuro de una empresa cotizada, al cierre de la sesión de este martes, sus expectativas sobre Inditex han castigado a la dueña de Zara con una caída de más del 6%. ¿A qué se debe este recorte? A que a los mercados no les suele gustar la incertidumbre y ahora Inditex abre un nueva etapa tras años caracterizados, precisamente, por la certidumbre en su modelo de gestión.

La empresa gallega cambia completamente su alta dirección, con el nombramiento de Marta Ortega, hija de su fundador, como nueva presidenta; el adiós de su antecesor Pablo Isla, tras 17 años en la empresa; y el nombramiento de un nuevo consejero delegado, Óscar García Maceiras, quien hasta ahora había tenido un papel secundario y breve en la dirección del grupo gallego, al que llegó el pasado mes de marzo, como secretario del consejo de administración.

La llegada de Marta Ortega a la presidencia no es una sorpresa. Inditex lleva tiempo tejiendo una red de contadas y cuidadas apariciones públicas que dejaban entrever que iba a convertirse en sucesora. La sorpresa es el adiós de Pablo Isla. No en vano, él mismo aseguró hace ya una década que estaría “toda su vida” en Inditex. No será así.

El modelo Inditex no cambia

“¿Por qué abordamos ahora esta transición? Porque es un momento idóneo, tenemos una estrategia definida, con una combinación de juventud y experiencia”, ha asegurado el propio Isla en una breve comparecencia ante medios de comunicación en la que, por primera vez, García Maceiras ha intervenido como nuevo CEO. “Llevamos tiempo preparando esta sucesión, de manera discreta, como hacemos todo en Inditex”, ha repetido Isla.

Esa ha sido la principal característica de sus 17 años en la empresa de Arteixo, un perfil bajo, donde casi todas sus comparecencias ante medios e inversores estaban marcadas por la continuidad en su discurso, con dos ejes sobre las prioridades en la gestión de la multinacional: un modelo integrado, entre las tiendas físicas y la digital; y una capacidad de maniobra en su modelo de producción -criticado por centrar su fabricación, sobre todo, en países asiáticos, pero también en mercados próximos, como Turquía o Marruecos- que le permite cambiar más rápido el paso que sus competidores. 

“El modelo de la empresa va a seguir. La esencia de nuestro negocio, la integración, el diseño, la logística, la capacidad de reacción, los valores de Amancio Ortega que respiramos. Vamos a seguir trabajando con el mismo modelo”, ha recalcado Isla. De hecho, él, de momento, no se va, seguirá en la presidencia hasta el 1 de abril.

Pero cambia su separación de poderes

El primer cambio clave es el reparto de roles. Marta Ortega será presidenta, pero no será ejecutiva, como sí ha sido Isla hasta desde 2011. Ese papel queda para el nuevo consejero delegado, García Maceiras, que no tiene que esperar hasta abril para ocupar su puesto, dado que su nombramiento es efectivo de inmediato. 

Su perfil no es habitual en la distribución. García Maceiras es abogado del Estado y su carrera ha estado ligada a la banca y al sector financiero: Banco Pastor, Popular, Santander o Sareb, el banco malo. Ahora, tendrá que ejercer la dirección del grupo textil que, en parte, compartirá con el hasta ahora consejero delegado, Carlos Crespo, quien lleva dos décadas en Arteixo y seguirá formando parte del comité de dirección como director general de operaciones, transformación sostenible y digital.

Mientras, Marta Ortega presidirá el consejo de administración como dominical. Es decir, se sentará en el órgano de dirección en representación del 60% del capital que está en manos de su padre y fundador de Zara. Además, se encargará de la imagen de Zara y del diseño del producto de la principal marca del grupo. 

El papel ejecutivo queda, por tanto, en manos de Óscar García Maceiras. Una separación de roles que es la preferida, en buen gobierno corporativo, porque, en teoría, separa el día a día de la empresa, la dirección de las operaciones, de la representación accionarial.Pero Inditex es más de hablar de “equipos que de personas”, en palabras de Isla.

Primera cita con el mercado, en una semana

Inditex ha anunciado hoy el cambio en su cúpula, pero no ha hablado de cómo van sus resultados, sus ventas o las perspectivas ante el rebrote de la pandemia. Lo hará el 15 de diciembre, cuando tiene que comunicar cómo le ha ido hasta el 31 de octubre, cuando cerró su tercer trimestre del año. Unos resultados donde, a priori, tendrá protagonismo su nuevo consejero delegado.

Ahora, la matriz de Massimo Dutti, Oysho y Pull & Bear, entre otras enseñas, está inmersa en la recta final de su año fiscal, un momento clave en lo financiero, porque concentra la temporada navideña y las rebajas de invierno, que marcarán su resultado anual. 

Y llega a este momento con más de 6.600 tiendas y con sus ventas remontando después del paso atrás de 2020, donde el Covid conllevó tener cerrada gran parte de su red. A mitad de año, Inditex facturó 11.936 millones de euros. De esa cifra, el 14% corresponde a España, más de un 46% al resto de Europa y cerca de un 22% al mercado asiático.

Una empresa en transformación

Pero más allá de las cifras, Marta Ortega y  Óscar García Maceiras heredan una compañía en transformación, dentro de la continuidad en el modelo que recalca la empresa. Lo está porque hace un año, el grupo anunció el cierre de hasta 1.200 tiendas, hasta 2022, y la recolocación de las plantillas afectadas.

Cierra, al mismo tiempo, tiendas pequeñas para centrarse en locales más grandes, con más superficie de venta y almacén, que aprovecha para su tienda online. Esta es la otra parte de su transformación, el crecimiento en digital.

Sus ingresos están cambiando el peso hacia el online. Al finalizar su primer trimestre, la red había disparado sus ingresos un 36% respecto a 2020, en plena pandemia; y un 137% frente a la primera mitad de 2019. Para el cierre del año, prevé que sea la cuarta parte de todos sus ingresos. 

Ortega eleva la presencia de mujeres al frente del Ibex

La llegada de Marta Ortega a la presidencia de Inditex elevará la presencia en mujeres en los puestos directivos del Ibex 35, aunque aún sigue siendo pequeña. Actualmente, sólo hay dos mujeres presidentas: Ana Botín, en Banco Santander; y Beatriz Corredor, en Red Eléctrica.

Además, hay dos consejeras delegadas con poder ejecutivo en sus empresas. Por un lado, María Dolores Dancausa, en Bankinter; por otro, Cristina Ruiz, en Indra. Sin embargo, Ortega, no tendrá, al menos de momento, ese poder de gestión.

Por ello, a priori, tampoco percibirá una retribución en Inditex ligada a esa capacidad ejecutiva. Como referencia, en 2020, Pablo Isla cobró 5,9 millones de euros; más de la mitad de los 10 millones que percibió el conjunto del consejo de administración. En cambio, Amancio Ortega percibió, como consejero 100.000 euros. Una cifra insignificante respecto a los más de 1.200 millones que percibe como dividendo, por controlar el 60% del capital.

Otra duda es qué pasará con Pablo Isla. De momento, asegura que estará centrado en gestionar la sucesión, hasta abril. “Después, ya veremos”, ha reconocido.