El Instituto nacional de estadística (INE) ha confirmado este viernes que España creció un 1,5% en el segundo trimestre, respecto al trimestre anterior. Son 4 décimas más de lo previsto por la propia institución, con un fuerte rebote del consumo de las familias, y también del sector exterior.
El INE explica que en el avance de datos del segundo trimestre publicado a finales de julio la mayoría de los indicadores sobre la evolución económica del trimestre ofrecían resultados hasta mayo. Y fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos recalcan que estas cifras “confirman la solidez del crecimiento de la economía española impulsada por la demanda nacional y las exportaciones”.
Concretamente, la demanda de las familias se incrementó con fuerza en el segundo trimestre, cerca de 2,4 puntos frente al periodo entre enero y marzo, pese al golpe que supone la inflación, que en julio estableció el récord de esta crisis de energética, al subir hasta el 10,8%, y en agosto se relajó al 10,4%.
“Las medidas adoptadas para proteger a empresas, familias y colectivos vulnerables de la subida de los precios de la energía y otras materias primas y el avance en el despliegue del Plan de Recuperación explican este buen comportamiento”, inciden desde Economía.
Mientas, las exportaciones de bienes y servicios crecieron por encima del 10%, el mayor ritmo frente al trimestre anterior desde el verano de 2020, cuando rebotaron cerca de un 30% tras el Gran Confinamiento por la pandemia.
Este viernes, el INE también ha revisado la evolución del PIB en el primer trimestre de 2022, que finalmente se contrajo un -0,2% “por el impacto de la pandemia, los paros del transporte y el inicio de la guerra de Rusia en Ucrania”, enumeran desde el Ministerio que dirige la vicepresidenta económica.
España lidera el crecimiento
Estadística confirma así que España quintuplicó el crecimiento económico del conjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el segundo trimestre. El 1,5% entre abril y junio en nuestro país destaca frente a la media del 0,3% de los 38 estados que la conforman, siempre frente al trimestre anterior.
Además, La OCDE señaló en agosto que Alemania recuperó a cierre de este segundo trimestre el nivel de actividad previa a la pandemia, la última economía de las siete más grandes (el G-7) que faltaba por conseguirlo. España todavía no lo ha logrado, se queda a cerca de 2 puntos, y las expectativas apuntan a que no lo hará hasta finales de 2023 o principios de 2024, tras el frenazo de la recuperación por la crisis de inflación y la incertidumbre que supone la invasión rusa de Ucrania.
Este retraso de España en la reconstrucción después del histórico shock de la COVID se explica por el mayor peso del sector servicios en el PIB, y concretamente del turismo, que precisamente este año ha vivido su primera temporada alta completa desde 2019, sin restricciones, con el obstáculo que supone la subida generalizada de precios.
Aún así, nuestro país lidera las estimaciones de crecimiento de cara al cierre de este 2022 y de 2023, y podría ser de la única gran economía de la eurozona en librar la recesión, que acecha peligrosamente a la propia Alemania.