Restaurantes, bares y el aceite oliva fueron los principales responsables de la inflación del 3,5% de 2023
Restaurantes, bares y el aceite oliva fueron los principales responsables de la inflación del 3,5% de 2023. Exactamente, el 6,25% que subieron los precios en la restauración a lo largo del año pasado, el 44,45% que se encareció el oro líquido y el 8% que se elevó la comida rápida explican un tercio de toda el IPC (Índice de Precios de Consumo), que el INE calcula según una cesta tipo de productos y servicios a los que pondera según se consumen más o menos, y que va actualizando recurrentemente, cuando detecta cambios en los hábitos de los compradores.
De hecho, apenas 20 productos y servicios explican el 85% del 3,5% que subieron los precios el año pasado de media. A restaurantes, bares y al aceite, se suman los talleres de coches (aumentaron sus precios un 6,4% en 2023), los vehículos de segunda mano (casi un 14%), las panaderías (15,5%), las legumbres y hortalizas (13,5%) o los paquetes de telefonía (casi un 5%).
Por su parte, la electricidad, el gas y los carburantes se abarataron respecto a 2022 y fueron los productos que más restaron al IPC general en el conjunto del pasado ejercicio. Es decir, bajaron frente a la escalada de 2022 (la electricidad hasta un 37% a lo largo del año pasado, el diésel un 6,5% o el gas natural un 9,3%) y aliviaron la inflación media al 3,5%.
En 2022, la inflación fue del 8,4%. La bajada de un ejercicio a otro se explica precisamente por el abaratamiento de los precios de la energía. La electricidad, el gas o los carburantes empezaron a escalar en 2021, cuando el IPC promedio fue del 3,1%. Después, esta escalada se exacerbó con la invasión rusa de Ucrania y contagió al resto de productos y servicios, al elevar los costes de las empresas, que los han ido trasladando en mayor o menor medida a sus precios de venta.
Las previsiones apuntan a que en 2024 la inflación se mantendrá en el 3,5%, y a que se normalizará por fin en 2025. El estancamiento que se espera para este año que acaba de comenzar tiene que ver, de nuevo, con que ya no habrá el efecto escalón que hubo con los precios de la energía en 2023, tras las fuertes subidas de 2022. También está relacionado con la retirada progresiva de las medidas de alivio para cumplir con el objetivo de reducir el déficit (el desequilibrio entre los ingresos y los gastos públicos) al 3%.
El Gobierno de coalición aprobó el último decreto anticrisis en el último Consejo de Ministros de 2023, en el que prorroga los descuentos en el transporte público y la bajada del IVA de los alimentos básicos otros 6 meses y plantea subidas de los impuestos a la energía poco a poco (para evitar sustos), entre sus principales medidas que influyen directamente sobre los precios. El decreto fue convalidado este miércoles en el Congreso en una ajustada votación que exigió dos vueltas y que demostró la debilidad parlamentaria del nuevo Ejecutivo.
En esta última “milla” –según el lenguaje de la política monetaria– de la crisis de inflación, las subidas de precios se han concentrado en unos pocos sectores en nuestro país. En esta situación, el objetivo de “domarlas” –según la misma jerga económica– exige “políticas económicas de bisturí” y “evitar seguir interviniendo con lanzallamas, como se ha hecho hasta ahora con los incrementos de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) o las bajadas de impuestos [como la del IVA de los alimentos que el nuevo Gobierno de coalición ha prometido prorrogar en 2024] para aliviar el daño”, advirtió Luis Zarapuz, experto del gabinete económico de Comisiones Obreras, en noviembre a elDiario.es.
“Las únicas políticas que funcionan consisten en deshacer las políticas que impulsaron esta inflación en sus inicios. Es decir, unas políticas fiscales y monetarias ultraexpansivas que mantuvieron una demanda, en el conjunto de los países desarrollados, por encima de la oferta”, opinó entonces, desde otro punto de vista, María Jesús Fernández, economista de Funcas.
La inflación de los alimentos se moderó en diciembre al 7,3%
En diciembre, el IPC general se estancó en el 3,1%, respecto al mismo del año anterior, según ha confirmado el INE este viernes. En noviembre, la inflación interanual se quedó en el 3,2%. La mejor noticia del dato del último mes de 2023 es la moderación de las subidas de los precios de los alimentos al 7,3%, un mínimo de hace casi dos años.
El índice de los alimentos se había reducido al 9% en noviembre. Durante meses, estuvo por encima del 10%, con productos concretos como el aceite de oliva totalmente disparados.
Asimismo, en diciembre, la inflación subyacente, que excluye de su cálculo alimentos no elaborados y energía, cayó 7 décimas, hasta el 3,8%, un mínimo desde marzo de 2022.
“Estos datos ponen de manifiesto la eficacia de las medidas de política económica para que la inflación mantenga su senda descendente, lo que está permitiendo también que los salarios sigan ganando poder adquisitivo y las empresas españolas una mayor competitividad, incluso en el difícil contexto internacional”, defienden desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa.
La inflación interanual lleva por debajo del 4% desde abril en nuestro país. En octubre, el IPC general se mantuvo en el 3,5%, como en septiembre. Ese mes, la inflación repuntó después de haberse moderado por debajo del 3% en junio, julio y agosto.En diciembre, además de la moderación de las subidas de los alimentos, destaca el menor aumento de la electricidad que en diciembre de 2022, según el INE.
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