La inflación conjunta en los países de la OCDE aumentó a un ritmo del 7,2% en enero de 2022, respecto al mismo mes de 2021, cuando avanzó apenas un 1,6% interanual, y tras el 6,5% de diciembre de 2021. Este repunte se queda en el 5,1% si se excluyen la energía y los alimentos, los elementos más volátiles de la cesta de productos y servicios sobre la que se realiza el cálculo, y en el 5,8% si no se tiene en cuenta a Turquía, economía inmersa en un proceso hiperinflacionista.
En Estados Unidos, el avance de la inflación se fue hasta el 7,5%, quedándose en el 6% la lectura subyacente, sin energía ni alimentos. Supone el mayor crecimiento de las grandes economías y desvela síntomas de una espiral precios-salarios.
Estos datos no recogen todavía el impacto de la guerra de Ucrania, tras la invasión de Rusia, en las materias primas, con el petróleo de referencia en Europa, el Brent, tocando máximos de los últimos ocho años, y el gas en precios nunca vistos, lo que influye directamente en los costes de los sectores de actividad más intensivos en consumo de combustibles y energía.
Aún así, según resumen fuentes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, formado por 38 países, entre ellos España, “si bien los precios de los servicios se aceleraron notablemente en la mayoría de los países de la OCDE, los precios de la energía y, en menor medida, los precios de los alimentos, continuaron impulsando la inflación”.
El aumento de los precios muestra mayor moderación en Europa, según el cálculo de la OCDE para enero se quedó en el 4,9% en Alemania. Mientras, esta misma semana se conoció el dato de IPC interanual de febrero de España, con un ritmo del 7,4%, por encima de las previsiones que apuntaban al 7,1% y registrando un récord en 33 años, y también en la eurozona, con un repunte del 5,8%, superando en hasta cinco décimas las estimaciones.
En la misma línea, la lectura del índice adelantado PMI de febrero del sector servicios de España que se publicó este jueves, y que muestra expansión de la actividad, recoge un máximo histórico en los precios cobrados, como previamente había apuntando el mismo indicador para el sector manufacturero.
“El sector servicios de España disfrutó de un fuerte repunte en la actividad comercial en febrero, recuperándose fuertemente de la contracción causada por la variante ómicron en enero”, explica el informe del IHS Markit sobre el índice PMI de febrero.
“Los volúmenes de nuevos pedidos aumentaron notablemente a medida que la actividad del mercado se recuperó, mientras que las empresas contrataron más personal a un ritmo acelerado”, continúa, y advierte: “Las presiones de los precios siguieron siendo considerables” y, mientras la inflación de los costes estuvo levemente por debajo del récord del estudio registrado en noviembre del año pasado, “las tarifas cobradas aumentaron a un ritmo sin precedentes”.
Calviño: "Puede haber una ralentización de la recuperación y un impacto claro en los precios"
Este mismo jueves, Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, ha admitido en una entrevista en el programa de televisión Espejo Público que las altas tasas de inflación se mantendrán durante todo 2022 y que el fenómeno no será “tan transitorio” como se preveía en un principio, debido principalmente a unos precios de la energía que siguen disparados por la guerra en Ucrania.
El ataque ruso tiene consecuencias económicas de calado para España pese a que es uno de los países europeos con menor exposición directa al conflicto: “Puede haber una ralentización de la recuperación y un impacto claro en los precios”.
“Ya llevamos bastante tiempo viendo un alza del precio de la energía, que ya estaba anticipando esta agresión; este miércoles, por primera vez en la reunión del Ecofin, las instituciones señalaron que creen que esta subida de los precios no será tan transitoria como pensábamos, que en principio se va a mantener durante todo el año”, ha explicado.