La incertidumbre derivada de los conflictos en Ucrania y en Oriente Medio es una de las principales preocupaciones de los responsables económicos de la UE, pero por ahora van viendo un respiro en uno de los elementos que más problemas les ha traído en los últimos meses: la inflación. La evolución de los precios en la eurozona cayó en septiembre al 4,3%, la tasa más baja desde octubre de 2021 tras el récord que marcó en octubre del pasado año en plena crisis energética. Los precios siguen la tendencia a la baja que se ha producido en los últimos meses y que ha supuesto una bajada de 0,9 puntos en el mes de septiembre. En el conjunto de la UE, la inflación se redujo un punto, hasta el 4,9%, también la cifra más baja en dos años.
También da un respiro la inflación subyacente, que excluye el efecto de los precios de energía, alimentos frescos, alcohol y tabaco por ser los más volátiles y que sirve como referencia para la política monetaria del Banco Central Europeo: se situó en el 4,5%, ocho décimas por debajo del mes anterior. No obstante, aún se sitúa lejos del 2% que Christine Lagarde ha puesto como objetivo para dejar de apretar con los tipos de interés.
El incremento del precio de los hidrocarburos se refleja en un aumento del precio de la energía del 1,5% con respecto a agosto, pero en la tasa interanual se reduce un 4,6%. Esa moderación restó medio punto (-0,55 puntos) a la inflación de los países de la moneda común en septiembre mientras que los servicios supusieron la mayor contribución a la inflación interanual de la zona euro (2,05 puntos), seguidos de los alimentos, el alcohol y el tabaco (1,78 puntos) y los bienes industriales no energéticos (1,06 puntos).
Holanda es en esta ocasión el único país que tuvo una disminución de sus precios (-0,3 %). Dinamarca (0,6 %) y Bélgica (0,7 %) registraron las menores tasas de inflación del bloque, seguidos de Grecia (2,4%) y Finlandia (3%). España se aleja de esas primeras posiciones que ha tenido en los últimos meses al sufrir un repunte hasta el 3,3% según el cálculo armonizado (3,5% de acuerdo a la estadística del INE) por el repunte en la energía y el encarecimiento de los alimentos.
Aún así, España sigue siendo el país de los grandes con una tasa más baja. Alemania se sitúa en el 4,3%, aunque es el país que más bajó (casi dos puntos desde el 6,4%); Italia en el 5,6% (una décima más); y Francia, estable en el 5,7%.
Sólo Hungría tiene una inflación de dos dígitos (12,2%). Rumanía (9,2%) y Eslovaquia (9%) son los siguientes con tasas más elevadas.