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La inmobiliaria Reyal Urbis presenta suspensión de pagos con una deuda de 3.613 millones

Agencias

Madrid —

La inmobiliaria Reyal Urbis ha comunicado hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que su Consejo de Administración ha acordado presentar concurso voluntario de acreedores ante los juzgados competentes, tras no haber podido alcanzar un acuerdo de refinanciación con sus acreedores.

El endeudamiento financiero neto de la compañía, que había presentado preconcurso el pasado 23 de octubre, era a finales del tercer trimestre de 2012 de 3.613 millones de euros.

Se trata del segundo mayor concurso de la historia de España, sólo superado por el de Martinsa-Fadesa, que alcanzó un acuerdo con la banca para pagar sus 7.200 millones de deuda en un plazo de hasta 10 años.

“Reyal Urbis confirma que el consejo de administración ha acordado llevar a cabo las actuaciones necesarias a efectos de presentar ante el juzgado competente la solicitud de concurso voluntario de acreedores, ante la inminencia del transcurso del plazo previsto en el 'preconcurso' sin haber alcanzado un acuerdo de refinanciación con sus acreedores”, notificó la inmobiliaria al supervisor del mercado.

La inmobiliaria ha asegurado que seguirá desarrollando su actividad con normalidad tras la solicitud del concurso de acreedores y ha manifestado su confianza en “encontrar una solución definitiva” que les permita superar esta situación de insolvencia.

El accionista de control de la inmobiliaria, Rafael Santamaría, seguirá en la presidencia del grupo, según informó la inmobiliaria en un comunicado.

“Hemos constatado la buena voluntad de todas las partes negociadoras, pero al final no ha sido posible llegar a un acuerdo”, indicó Santamaría en referencia a la conclusión sin acuerdo del plazo que se dio para negociar con sus bancos una refinanciación de su deuda financiera de 3.613 millones de euros.

“Presentamos el concurso voluntario para garantizar la continuidad de la empresa y preservar los intereses de los clientes, proveedores, acreedores, accionistas y empleados de la compañía”, dijo el presidente del grupo que emplea a 420 trabajadores, de los que 137 corresponden a la inmobiliaria y otros 283 a la división hotelera.

Rafael Santamaría manifestó además su “convencimiento” sobre que la firma “será capaz de encontrar una solución definitiva que le permita salir del concurso y continuar su actividad con plena normalidad, porque es la mejor situación para todas las partes”.

Reyal solicita el concurso después de que a mediados de 2011 iniciara una negociación con los bancos para reestructurar su pasivo “ante el continuado deterioro de la situación del mercado”.

Esta negociación, la cuarta del grupo desde que empezó la crisis, derivó en octubre de 2012 en la solicitud del 'preconcurso', procedimiento por el que la Ley Concursal otorga a las empresas cuatro meses para negociar con los bancos y evitar la suspensión de pagos.

Crisis del sector

“Desde entonces, la dirección de la compañía ha intentado alcanzar un acuerdo con los diferentes acreedores”, aseguró la empresa. “Aunque Reyal Urbis cuenta con un sólido patrimonio, el creciente deterioro del sector y la persistencia de la crisis han hecho más difícil la consecución de un acuerdo”, añadió.

El grupo inmobiliario recordó que, desde que empezó la crisis, “impuso una política de reducción de sus gastos de estructura”. No obstante, indicó que “sufrió una significativa reducción de los ingresos por venta de viviendas y una caída de ingresos por arrendamientos por la fuerte contracción del mercado inmobiliario”.

En la actualidad, la firma asegura contar con un 'stock' de 780 viviendas terminadas, pese a que no construye nuevos pisos desde hace tres años, desde su última refinanciación de deuda.

Reyal dispone, según sus datos, con “una de las mayores carteras de activos inmobiliarios” del país, valorada en unos 4.194 millones de euros, según la última tasación independientes de la compañía, la realizada en junio de 2012.