La Agencia Tributaria ha aflorado 5.578 millones de euros mediante inspecciones sobre la tributación internacional de las grandes empresas multinacionales, según ha anunciado este organismo en un comunicado. Esto obedece a la regularización de las bases imponibles —resultado a partir del cual se calcula el impuesto— tras 112 actuaciones inspectoras llevadas a cabo por el fisco durante el pasado año. Supone un crecimiento de más del 80% en las cantidades regularizadas respecto a lo que se logró en 2020 gracias a un actuación concreta que no identifica el organismo. Sin ella, el crecimiento habría sido del 35%.
El organismo ha publicado este jueves la memoria de sus actuaciones inspectoras del pasado año. En total se han realizado 1,8 millones de inspecciones durante el pasado año, lo que supone un incremento de más del 10% respecto a 2020 y supera en más de un 9% los datos de 2019, previos a la pandemia. La Agencia Tributaria destaca, de ese total, las casi 36.600 inspecciones que se han realizado sobre grandes empresas y patrimonios, abusos societarios y economía sumergida, con un incremento de más del 23%.
Estas operaciones han permitido a la Agencia Tributaria recaudar algo menos de 15.000 millones de euros, un 17% más que en 2020. Del total, algo más de 9.000 millones de euros corresponden a ingresos directos, otros 5.100 millones por reducir las devoluciones, y otros 755 millones por declaraciones fuera de plazo sin un requerimiento previo. Además, la Agencia Tributaria ha aflorado de grandes contribuyentes casi 5.000 millones de euros tras revisar las bases imponibles negativas que se habían declarado. “Se trata de actuaciones muy relevantes que, si bien no computan en los resultados de control, al no suponer ingreso ni minoración de devoluciones, resultan de una gran trascendencia para ensanchar bases imponibles futuras y elevar la recaudación”, ha señalado la Agencia Tributaria.
Uno de los pilares que señala la autoridad tributaria es la identificación y control de la tributación de los grandes patrimonios. En este campo se han realizado 1.165 actuaciones, un 57% más, con las que se ha liquidado 540 millones de euros de deuda. Desde 2018, cuando se creó una unidad de coordinación de patrimonios relevantes, se han liquidado más de 1.900 millones de 3.200 expedientes. Además, se han realizado más inspecciones, algunas mediante herramientas de big data, para la detección de falsos no residentes. Es decir, personas que viven en España pero que tienen fijada su residencia fiscal en otros países, principalmente de menor recaudación. Se han realizado 223 inspecciones que han finalizado con la detección de 69 contribuyentes con los que se han liquidado 24,5 millones de euros por encontrarse “artificialmente localizados en una treintena de países”.
Las inspecciones a los grandes patrimonios se han centrado, entre otros aspectos, en el uso irregular de sociedades para reducir la tributación. Así, entre otros datos, la Agencia Tributaria ha detectado 2.800 viviendas residenciales de alto valor a nombre de 2.500 sociedades.
En lo que se conoce como economía sumergida, la Agencia Tributaria ha realizado el año pasado 2.200 inspecciones en las que se encontraron ventas ocultas y con lo que se regularizó 400 millones de euros. Los servicios de auditoría informática del organismo permitieron liquidar cuotas y sanciones de 173 millones en casi 3.000 actas de inspección tras detectar rentas ocultas. Además, la Agencia Tributaria ha seguido realizando avisos a arrendadores para que tributen por estos ingresos. En seis años se ha logrado una recaudación añadida de 860 millones de euros tras aflorar más de 7.100 millones.