Italia mantiene el pulso y responde a Bruselas que no cambia los presupuestos

Andrés Gil

Enviado especial a Estrasburgo —

Italia mantiene el pulso. Bruselas rechazó sus presupuestos por expansivos, por su gasto público y porque no se fiaba de que pudieran reducir la deuda pública, en el 131% del PIB. Y le pidió a Roma que enviara unas nuevas cuentas antes de que concluyera el 13 de noviembre.

Ha llegado el 13 de noviembre, se ha reunido el Gobierno italiano y ha decidido que no manda unas nuevas cuentas, que “tira directamente” con las suyas. “Si la UE lo ve bien, perfecto; si no lo ve bien, tiramos para adelante”, ha dicho Salvini.

Según informa la agencia ANSA, los balances y las estimaciones de crecimiento de la ley de presupuestos “permanecen sin cambios”, y, según fuentes del Gobierno, la respuesta a la Unión Europea sobre la ley de presupuesto es “de ataque y no de defensa”.

“En la carta a Bruselas decimos que aumentamos las ventas de inmuebles públicos y que estamos comprometidos a mantener el 2,4% de déficit, pero los ingresos y las pensiones y los reembolsos a los ahorradores no cambian y continúan”, ha explicado el viceprimer ministro, Luigi Di Maio (M5S). “Las desinversiones”, dice Di Maio, “son de bienes raíces menores”. Sin embargo, según las fuentes de la Liga, las desinversiones suponen el 1% del PIB, lo que permitiría, según Roma, rebajar la deuda del 131% del PIB hasta el 126%.

Fuentes gubernamentales de la Liga citadas por ANSA, explicaban que se incluirían cláusulas de salvaguarda para evitar que el déficit suba por encima del 2,4%, si no se confirman las previsiones de crecimiento del gobierno. Además, confirman un mecanismo de control de gastos, junto con otras reformas.

“Estamos trabajando en unos presupuestos que garanticen más empleos, más derecho a la jubilación y menos impuestos, no para todos, sino para muchos italianos”, ha afirmado Matteo Salvini al entrar en el Consejo de Ministros en el Palazzo Chigi.

El Gobierno italiano llegó al Eurogrupo de la semana pasada con un mensaje de paz: “Compromiso, busquemos un compromiso”. Pero la respuesta insistía en que los socios comunitarios querían que Italia “coopere de cerca con la Comisión en la preparación de un plan presupuestario revisado en línea con el pacto de Estabilidad y Crecimiento”. Y la fecha límite de la Comisión para entregar unos nuevos presupuestos concluía este 13 de noviembre.

En la última carta enviada por Bruselas a Italia el 29 de octubre, la Comisión Europea aludía al artículo 126, párrafo 3, del Pacto de Estabilidad, que es el que abre la puerta a hipotéticas sanciones por deuda excesiva. Unas sanciones que, cumpliendo los requisitos España y Portugal, nunca han sido aplicadas en el pasado. Pero es que en el pasado tampoco nunca la Comisión había rechazado unos presupuestos como esta vez ha hecho con Italia.

La carta afirmaba que “la gran expansión presupuestaria prevista para 2019”, unida “a los riesgos de una reducción del crecimiento del PIB nominal, será incompatible con la necesidad de reducir de manera decisiva la relación entre la deuda y el PIB”. Además, sostiene que las cuentas presentadas por el M5S y la Liga no están en línea con “los compromisos asumidos por Italia en su Programa de Estabilidad” firmado en abril de 2018 por el anterior Gobierno del Partido Demócrata (PD, centroizquierda).

Entonces, el PD afirmó que el déficit de Italia sería del 0,8 % en 2019 y en 2020, y bajaría al 0,2 %, en 2021, mientras que la actual administración italiana estima que el déficit será del 2,4 % en 2019, del 2,1 % en 2020 y del 1,8 % en 2021.

El actual Gobierno prevé además que la deuda del país sea del 130 % en 2019; el 128,1 % en 2020; y 126,7 % en 2021.

Carta del Gobierno italiano a la Comisión Europea