La multinacional estadounidense Johnson & Johnson ha anunciado este viernes que se va a dividir en dos empresas, una dedicada al negocio farmacéutico y otra a los productos de gran consumo. Ambas firmas cotizarán en bolsa en una operación corporativa que conllevará meses de trabajos internos, ya que la separación de activos y de negocios supondrá entre 18 y 24 meses, según ha indicado la compañía a través de un comunicado.
Antes de esta decisión, la compañía vale en bolsa cerca de 430.000 millones de dólares, unos 375.000 millones de euros.
Este movimiento de escisión se lleva a cabo sólo unos días después de que el gigante industrial General Electric haya comunicado un paso similar, aunque, en su caso, se dividirá en tres empresas. También otras compañías ligadas al sector farmacéutico, como Pfizer o Merck, han separado en los últimos años sus negocios más ligados al gran consumo. La primera, creando una empresa conjunta en esta actividad con GlaxoSmithKline; y la segunda, que lo vendió hace casi tres años a Procter & Gamble.
Protección y eficiencias
Johnson & Johnson ha explicado que este movimiento empresarial busca lograr más eficiencias operativas y un foco más claro para ambos negocios. Sin embargo, esta separación de áreas también tiene otras derivadas legales y fiscales.
Hay que recordar que en los últimos años, el grupo estadounidense se ha visto involucrado en distintos procesos judiciales. Uno de ellos, por ocultar que sus polvos de talco contenían amianto, una sustancia considerada cancerígena, que obligó a la compañía a provisionar casi 4.000 millones de dólares, ante las posibles contingencias judiciales.
Por otro lado, su división farmacéutica también se ha visto envuelta en casos ligados al uso de opiáceos, por no informar adecuadamente a los pacientes sobre las consecuencias de estos medicamentos. Ahora, con la separación en dos cotizadas diferenciadas, las dos compañías tendrán una mejor protección corporativa ante estos procesos.
En cuanto a los negocios en sí, la rama farmacéutica de J&J -que está detrás de la vacuna de su filial Janssen- es la que más ingresos genera para la multinacional. Esta unidad, según recoge la agencia Bloomberg, le aportó cerca del 55% de sus ingresos anuales de 2020, que alcanzaron los 83.000 millones de dólares.
En cambio, el negocio de gran consumo, que incluye marcas como Listerine o Neutrogena, entre otras, le supuso el 17% de su facturación, mientras que otra parte de su actividad está ligada a la venta de dispositivos de uso médico, que quedaría ahora ligada al negocio farmacéutico.
En cuanto a su presencia en España, donde no tiene fábricas, la multinacional indica que suma 1.600 empleados entre sus diferentes áreas de actividad. Estos, apunta, están enfocados a actividades como ingeniería, finanzas, marketing, regulación, entre otras áreas.