El juego online asegura que sus ingresos han caído hasta un 80% tras el veto a su publicidad durante el confinamiento
El sector del juego online asegura que sus ingresos han caído hasta un 80% desde que, hace un mes, el Gobierno prohibió la publicidad de las casas de apuestas durante el estado de alarma salvo para la franja de madrugada.
Así lo aseguró el presidente de la Asociación Española de Juego Digital (Jdigital), Mikel López de Torre, durante su intervención esta semana en un debate online en el SBC Summit, uno de los encuentros profesionales más importantes en el sector del juego y las apuestas a nivel internacional, que este año se está celebrando de forma telemática por la crisis del coronavirus. López de la Torre indicó que “tras el corte de comunicaciones comerciales, el número de jugadores activos y de ingresos ha caído entre un 50% y un 80% en el juego online”.
Según recoge la web especializada azarplus, el presidente del lobby que agrupa al 80% del sector del juego online en España, al que pertenecen empresas como Sportium, Codere, William Hill, Luckia, Betway o bet365 admitió que “al principio del confinamiento sí que es verdad que hubo un aumento considerable del número de usuarios”, pero “se fue hundiendo después”, manteniéndose los casinos y “cayendo por completo” las apuestas deportivas tras el parón de las competiciones.
El decreto aprobado el 31 de marzo por el Consejo de Ministros estableció la prohibición de la publicidad del sector salvo en la madrugada, introdujo límites a las comunicaciones comerciales y vetó la utilización de bonos de ningún tipo para captar jugadores. La decisión se tomó tras analizar el Ministerio de Consumo la evolución de las apuestas en línea tras la suspensión de todas las competiciones deportivas, y previa petición de diversas asociaciones de ludópatas rehabilitados, que habían comprobado que se había producido una avalancha de llamadas de auxilio de las familias de personas con problemas de adicción al juego ante la situación de confinamiento obligado a la que está sometida la población española.
“Sabemos que juegos como el póquer o el casino crecieron espectacularmente desde el confinamiento, porque atrajeron dinero que iba a las apuestas deportivas y porque hay mucha más gente en casa y con tiempo disponible para poder jugar”, indicó el ministro de Consumo, Alberto Garzón, en una entrevista el pasado domingo en El País en la que aseguró no tener “constancia” de un aumento del juego ilegal.
A diferencia de lo manifestado por el ministro, el representante de Jdigital incidió en una tendencia “preocupante” de “aumento del juego ilegal y de denuncias de asociados”, lo que según Jdigital favorece a operadores “que no respetan las medidas de juego responsable ni de protección de colectivos vulnerables”.
Según el presidente de Jdigital, “el juego online no se ha visto beneficiado por ninguna migración de jugadores retail” [apuestas físicas]. Su tesis es que, “a pesar del aumento del póker online en el inicio del confinamiento -que se fue diluyendo con los días- y la estabilidad en el casino en línea, las métricas de Google Trends muestran cómo las búsquedas sobre operadores de juego se han desplomado un 60% en las últimas semanas”.
De momento, la Dirección General del Juego no ha publicado las estadísticas de juego online del primer trimestre.
Durante el encuentro, en el que además del presidente de Jdigital participaron también el director general de Kirolbet, Eñaut Ruiz, y el consejero delegado de Retabet, Xabier Rodríguez, los representantes del sector hicieron “un llamamiento conjunto a las administraciones para que consideren a la industria del juego un sector económico más, cuyo producto es una oferta de ocio segura y regulada, que a su vez genera empleo y riqueza”. Por ello, “reclamaron al Estado focalizarse en la recuperación económica del país tras la crisis del Covid-19, apoyando al juego del mismo modo que lo hacen con otros sectores de la economía”.
El tsunami del coronavirus y el confinamiento ha puesto en una situación muy delicada al sector. Especialmente en la pata presencial, con un aluvión de ERTEs en las empresas y algunas, como Codere, en una situación financiera muy delicada por el cierre completo de sus operaciones en salones físicos.
Un estudio del experto de cabecera del sector, José Antonio Gómez Yáñez, estimaba a mediados de este mes que, en el caso de que el estado de alarma se hubiera levantado el 26 de abril (finalmente, no ha sido así), el sector del juego presencial en su conjunto (casinos, bingos, salones de juego y máquinas recreativas, así como los puntos de venta de SELAE y la ONCE) perdería 560 millones de facturación y 10.000 empleos directos, con una destrucción del 27% de sus ingresos, el 24% del empleo directo y del 31% del empleo indirecto en la hostelería de aquí a final de año.
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