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Lagarde avisa de que no puede asegurar más bajadas de los tipos de interés del BCE tras el primer recorte en junio

Daniel Yebra

20 de marzo de 2024 12:15 h

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La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha vuelto a echar un jarro de agua fría a las familias hipotecadas a tipo de interés variable y a las que necesitan financiación. Lagarde ha avisado este miércoles de que no puede asegurar más bajadas de los tipos de interés oficiales después de un primer recorte en junio.

En un discurso pronunciado en la Universidad de Goethe de Frankurt, la presidenta de la institución que decide la política monetaria de la eurozona ha vuelto a mostrar su cara más agresiva, helando las expectativas de quienes necesitan un alivio en las cuotas de sus hipotecas en sus próximas revisiones o de quienes (familias pero también empresas) buscan un préstamo más barato en los próximos meses.

“Incluso cuando la inflación ha descendido, continúa habiendo incertidumbre sobre su persistencia”, ha arrancado Lagarde. Desde julio de 2022, el BCE decidió iniciar un ciclo de aumentos de los tipos de interés de referencia desde el 0% hasta dejarlo en el otoño de 2023 en el 4,5%, un máximo de 2008. Esta estrategia intenta luchar con las subidas de precios asfixiando la demanda y la actividad económica en general, sin tener en cuenta que el origen de la crisis de inflación estuvo en la oferta de energía y de otras materias primas.

“Tras la primera bajada de tipos, no podremos comprometernos con una senda concreta de [recortes]”, ha explicado Lagarde. Las informaciones internas a las que tuvo acceso elDiario.es apuntaban a una hoja de ruta que contemplaba hasta 4 recortes de los tipos de interés oficiales en 2024 desde junio. Pero la presidenta ha querido enfriar estas expectativas este miércoles, apenas una horas antes de que la Reserva Federal (Fed), el banco central de Estados Unidos, anuncie [a las 19 horas] si también mantiene o no los tipos en máximos y dé más pistas sobre su propia estrategia.

“Antes del final de junio contaremos con nuevas proyecciones que confirmarán si la senda de inflación [de moderación de las subidas de precios exactamente] prevista en nuestra actualización de marzo sigue siendo válida. Estas proyecciones también proporcionarán, implícitamente, más información sobre la trayectoria de la inflación subyacente [que excluye de su cálculo la energía]. Tendremos una visión más clara de la fortaleza de la recuperación y de la posible la evolución del mercado laboral y, por tanto, de las consecuencias para los salarios, los beneficios y la productividad”, ha expuesto Lagarde este miércoles.

“Esta confirmación será especialmente importante para los componentes más persistentes [de la inflación], como los servicios, de forma que podamos confiar en que estos componentes seguirán descendiendo de acuerdo con su patrón retardado habitual”, ha añadido.

Entonces, con estos datos adelantando una inflación media del 2,3% en el conjunto de la eurozona en 2024 y del 2% en 2025, según la previsión de marzo, o inferior, “podremos pasar a la fase de 'reversión' de nuestro ciclo de política monetaria y suavizar la orientación restrictiva”, ha proseguido.

Y, de nuevo, ha echado el jarro de agua fría: “Sin embargo, a partir de ese momento las presiones inflacionistas internas todavía serán visibles. Esperamos, por ejemplo, que la tasa de variación de los precios de los servicios continúe siendo elevada durante la mayor parte de este año. Por tanto, habrá un período en el que será necesario confirmar de forma continuada que los nuevos datos respaldan nuestras perspectivas de inflación”.

Por último, ha detallado que “esto tiene dos implicaciones importantes”. Las más relevante: “Nuestras decisiones tendrán que continuar dependiendo de los datos y seguir un enfoque en el que las decisiones se adoptarán en cada reunión, en respuesta a la nueva información que vaya estando disponible”.

“Lo de 'altos, por mucho tiempo' [tipos de interés] que decía Lagarde para imitar a la Fed quedaba muy bien, pero si quiere presentarse a presidenta de Francia —y estoy seguro que es su objetivo—, tampoco le conviene dejar a Europa en deflación como consecuencia de una recesión”, opina Víctor Alvargonzález, fundador de Nextep Finance.

Efectivamente, la moderación de la inflación es ya un hecho irrefutable (en febrero bajó al 2,6% en el conjunto de la eurozona, y al 2,8% en España) y el riesgo empieza a ser un crecimiento económico débil en el medio plazo, con la excepción destacada de nuestro país.