Latinoamérica se comprometió este miércoles a proteger las fuentes de agua y a impulsar inversiones para cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU sobre agua y saneamiento.
Así lo recoge la declaración final de la V Conferencia Latinoamericana de Agua y Saneamiento (Latinosan) que concluyó este miércoles en Costa Rica luego de tres días de trabajo.
El documento establece la voluntad de los países para incrementar el presupuesto para el sector de agua y saneamiento, con miras al cumplimiento del ODS número 6, además de promover el ajuste de las políticas nacionales y marcos normativos para este fin.
El documento también destaca el compromiso por implementar programas de recuperación de cuerpos de agua (ríos, lagos y humedales) contaminados por aguas residuales no tratadas, bajo un enfoque de gestión integrada de recursos hídricos.
“Luego de tres días de intensos aprendizajes y discusiones en Latinosan, nos complace la firma de este compromiso de alto nivel, que asegura que nuestros países continuarán realizando esfuerzos para llevar el saneamiento seguro a la mayoría de la población”, indicó la presidenta de la Conferencia y del estatal Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, Yamileth Astorga.
La declaración final, firmada por 19 países de la región, establece que para la próxima Latinosan, que será en Bolivia en el año 2022, debe estar en funcionamiento pleno el Observatorio Latinoamericano y del Caribe de Agua y Saneamiento (OLAS).
Mediante el OLAS, la región pretende contar con datos precisos en la materia y dar seguimiento a los avances de los países hacia el cumplimiento del ODS 6.
Ese ODS estipula lograr al año 2030 el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos, el acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados y equitativos, y poner fin a la defecación al aire libre.
También establece el apoyo y fortalecimiento a la participación de las comunidades locales en la mejora de la gestión del agua y el saneamiento, entre otros asuntos.
En la declaración final de Latinosan 2019 los países también abogan por el fortalecimiento de los mecanismos e instrumentos de cooperación que permitan el intercambio de experiencias y conocimientos en cuanto a modelos de gestión del agua.
También se comprometen alinear los planes, políticas nacionales y marcos normativos del sector agua y saneamiento y articularlas con otros sectores como el de la educación, la salud y el medio ambiente.
Otro punto de la declaración es el compromiso con la restauración de ecosistemas a través de la protección de las cuencas y promover el protagonismo de la población en la protección de las fuentes de agua.
Los datos divulgados en la Latinosan indican que en Latinoamérica, con datos de 18 países, se determinó que el 7,73 % de la población en zonas rurales consume agua de pozo no protegido o aguas de superficie.
En zonas rurales la cobertura de agua potable gestionada de forma segura es del 58,4 % y en zonas urbanas del 76,3 %, mientras que en niveles básicos (se refiere a tiempos de espera no superiores a 30 minutos para obtener agua) son del 27,7 % y 19,5 %, respectivamente.
El resto de la población de la región tiene un acceso limitado al líquido.
En materia de saneamiento, los datos dan cuenta de que 14,3 millones defecan al aire libre y 17,5 millones emplean letrinas simples, números que equivalen a que el 4,9 % de la población latinoamericana no tiene acceso a instalaciones mejoradas.
En las zonas rurales de América Latina la cobertura de saneamiento seguro de aguas residuales (alcantarillado y plantas de tratamiento) alcanza apenas el 26,3 %, y en zonas urbanas el 49,2 %.