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Qué es una sicav y por qué puedes estar en una en Luxemburgo sin saberlo

La dimisión del eurodiputado Willy Meyer por participar en un fondo de pensiones gestionado por una sicav de Luxemburgo ha avivado el debate sobre este tipo de productos financieros. La fina línea entre legalidad, moralidad y ética se ha desdibujado pero también se han utilizado algunos términos confusos que han magnificado el debate. Aquí tiene varias claves para hacer examen de conciencia de donde tiene su dinero y si debe renunciar la presidencia de la comunidad de vecinos por ello.

No lo reconozco en voz alta, pero no sé qué es exactamente una sicav

(Si tiene claro la parte de las sicav españolas pero no de cómo puede estar en una luxemburguesa salte aquí)

El acrónimo sicav se forma con las palabras Sociedad de Inversión de Capital Variable. Detrás hay una forma jurídica diseñada ad hoc para que se puedan gestionar patrimonios con un mínimo coste fiscal. La fórmula es la siguiente: se deben reunir al menos 100 accionistas para constituir una de estas sociedades que se registran en la CNMV, el organismo que está encargado de su supervisión. Pese a ser una sociedad, sus beneficios tributan al 1%, y es ahí donde radica el privilegio fiscal ya que las demás sociedades lo hacen a tipos entre el 25% y el 30%.

Pagan, eso sí, en el momento de sacar el dinero o repartir dividendo al tipo normal de cualquier otra ganancia de capital (hasta un 27%).

Solo los ricos pueden invertir en estos productos

No. Aunque parezca increíble no hay mínimo de inversión. Un accionista puede aportar un euro a la sociedad aunque, claro, recibirá réditos proporcionales a ese euro. Con todo, el capital mínimo exigido en conjunto a los 100 accionistas es de 2,4 millones de euros para que puedan aprovecharse de la singularidad de la sicav. Esto hace que de facto la gente que participa aporte mucho patrimonio. Pero no tiene por qué ser así. Recientemente, un grupo de inversores se ha puesto de acuerdo para fundar la primera sicav por redes sociales. Se han comprometido hasta 538 socios-tuiteros lo que ha flexibilizado el capital que se puede aportar, que aún tienen que formalizar los trámites (como la autorización de la CNMV).

Son nichos de fraude

Hecha la ley, hecha la trampa y sí, se han detectado muchos casos de fraude a la hora de usar estas sociedades. La posibilidad de que cualquiera con un euro pueda ser accionista ha facilitado que se constituyan sicav con falsos accionistas. Personas que ponen su nombre para que se pueda hacer una relación de un centenar de inversores, pero que no pintan nada. Es lo que se ha dado en llamar 'mariachis'. Los inspectores de Hacienda detectaron estos abusos cuando la inspección les competía a ellos pero desde 2005 se ha traspasado a la CNMV, que se ha mostrado mucho más tolerante con estos abusos.

Además, las sicav se valían de un truco para pagar aún menos impuestos que se atajó en 2010. Con las llamadas operaciones acordeón los accionistas recuperaban parte de la inversión sin pagar impuestos, como si fuera otro tipo de entrega financiera.

En cualquier caso, es difícil llegar a la conclusión de que hay más o menos fraude con estas sociedades que con otras. El problema es que al tener un régimen fiscal favorecido, o privilegiado, la vigilancia debería ser mayor y no lo es. Para saber más de porqué funcionan mal lo mejor es leer aquíaquí, aquí y aquí.

¿Son pequeños paraísos fiscales dentro de España?

Como explica muy bien el inspector de Hacienda Francisco de la Torre, esto no es así. La sicav es una sociedad transparente que para operar con los beneficios fiscales pertinentes debe estar en el registro público de la CNMV con el listado de sus 100 accionistas. Además, y aunque no paguen casi impuestos por los beneficios, sí tributan en el Impuesto del Patrimonio en caso de que este supere los 700.000 euros, cosa frecuente en un millonario. Con todo, es más que evidente que un rico elegirá gestionar sus fondos en una de estas sociedades para pagar menos al fisco.

¿Era Willy Meyer accionista de una de estas sociedades y no lo sabía?

No. La sicav del escándalo de Meyer estaba en Luxemburgo, no en España, lo que hace que tenga una normativa diferente. En las sicav luxemburguesas no se exige un número determinado de accionistas, a cambio hay partícipes. La diferencia entre uno y otro es fundamental. Los accionistas son convocados a Juntas de Gobierno donde se toman decisiones respecto a la sociedad. Los partícipes compran participaciones y no tienen prácticamente ningún control sobre este instrumento. Es la misma fórmula que si se compra en España un fondo de inversión o un plan de pensiones. Esta es la razón por la que es creíble que algunos eurodiputados firmaran su suscripción al plan sin leer en detalle la letra pequeña.

Además, las sicav de Luxemburgo no tributan por beneficios como la española, sino que pagan al fisco del Ducado un 0,01% de sus activos, lo que es patrimonio. El patrimonio mínimo exigido es mucho menor, apenas 1,2 millones de euros. Eso sí, al contrario que la española son totalmente opacas. Debido a la legislación luxemburguesa, los partícipes son secretos y no hay obligación de revelarlos.

El 75% de los fondos de inversión transfronterizos que se comercializan en el mundo están domiciliados en Luxemburgo. Para saber más del tema, aquí hay un práctico manual.

Pero Luxemburgo sí es un paraíso fiscal, o sea que se evadían impuestos

Sí pero no. Aunque suene incongruente, Luxemburgo no está en la lista de paraísos fiscales, aunque la OCDE le ha puesto pésimas notas por su comportamiento. Luxemburgo tiene un régimen fiscal privilegiado que le lleva a competir con otros países de su entorno a la hora de atraer inversión, pero también lo son Irlanda y en muchos aspectos Reino Unido. Sin embargo, ha firmado recientemente los tratados de intercambio de información que no operaban cuando los eurodiputados tenían el fondo.

A Luxemburgo le convierten en un paraíso fiscal sus defraudadores en el momento en el que un ciudadano de otro país refugia allí su dinero y se lo oculta a la Hacienda frente a la que tiene que hacer la declaración.

Aquí puede ver como Bankia, cuyo principal accionista es el Estado español, promociona invertir en sicav luxemburguesas.

No hay duda de que tener dinero en Luxemburgo es una estrategia para pagar menos

Sí la mayor parte de las veces, excepto para... los que residan o reciban la nómina en Luxemburgo. Y este es el caso de los eurodiputados. Aunque el estatuto del eurodiputado y su remuneración han ido cambiando a lo largo del tiempo, lo cierto es que la capital de este minúsculo país es también, junto a Bruselas y Estrasburgo, sede de las instituciones europeas, y como a todos les salía mejor, las nóminas se emiten desde allí. Si las nóminas y la gestión de los recursos financieros se hace desde Luxemburgo en general, lo normal es que también se hiciera allí la gestión del fondo de pensiones.

Además, los eurodiputados no tienen porqué hacer su declaración de la renta en España. La Agencia Tributaria exige estar más de 183 días al año en España para declarar, y no está claro que tenga que ser así. Si el cónyuge o los hijos sí residen de forma permanente en España, la cosa cambia. Pero lo cierto es que se tendría que analizar caso por caso. En cualquier caso, lo importante es que si hacen la declaración en España, declaren tener ese fondo de pensiones.

¿Entonces, por qué ha dimitido Meyer?

Desde Izquierda Unida se ha criticado duramente el privilegio fiscal que supone una sicav, así como la especulación financiera de productos de inversión, fondos, y mercados. Defender eso y tener uno puede ser moralmente reprochable. Además, hay otras explicaciones para la dimisión que vienen aquí.

Por otra parte, el uso que hacían los eurodiputados del fondo no era del todo transparente y aunque legal, había zonas de alegalidad o al menos inmoralidad. Lo ha explicado hoy el exeurodiputado Ignasi Guardans en la Cadena Ser y también en su día el blog (algo euroescéptico) OpenEurope.

¿Es moral no pagar nada por tener dinero en un plan de pensiones donde los ahorros dan réditos?

Si tiene esta duda, lo mejor es cuestionarse la mayor: ¿es moral tener un plan de pensiones? Porque ningún plan de pensiones paga nada al fisco hasta que se rescata. Es más, en España, las aportaciones al plan de pensiones desgravan. Así que más bien tendrían un impuesto negativo. Solo en el momento del rescate se tributa y es al tipo habitual de la retención. La duda debería extenderse a los fondos de inversión, que tienen un tramiento fiscal muy similar al de las sicav ya que apenas pagan un 1%.

Como recuerda Javier Flores de la Asociación Europea de Inversores Profesionales (Asinver), “la fiscalidad de un plan de pensiones es la misma independientemente de las inversiones que tenga ”dentro“ (con o sin SICAV todos los planes de pensiones tributan igual)”. En su opinión, “la reacción de pánico con la que están actuando los eurodiputados afectados no es una cuestión legal sino conceptual y de coherencia con sus discursos públicos”.

¿Es un producto reservado a los que más tienen?

Cabe recordar que estamos hablando de productos de ahorro, bien sea para gestionar riqueza presente o futura como pensión. Esto hace que estas posibilidades solo estén al alcance del que tenga posibilidad de ahorrar. Esto es en principio lo más limitante. Pero tanto los fondos de inversión como los planes de pensiones pueden exigir desembolsos muy bajos, de entre 500 euros y 1.500 euros (por supuesto también hay los que exigen 50.000 euros de inversión mínima). Así que sí son productos al alcance de las llamadas clases medias. Los fondos de inversión tienen en España casi seis millones de partícipes.

Pero yo no tengo una sicav en Luxemburgo

Usted puede estar invirtiendo en una sicav en Luxemburgo y no saberlo. De hecho, si tiene algún producto de ahorro o inversión es realmente muy probable que esto esté sucediendo. Debido a la laxitud en la normativa financiera y estas diferencias entre las sicav de Luxemburgo y el resto, la mayoría de los grandes fondos de inversión han utilizado la fórmula de las sicav del Ducado para estructurar estos productos. Las sicav de allí se han convertido así en grandes fondos, o fondos de fondos, contenedores de inversión que luego se comercializan como productos financieros en muchos países.

Así las cosas, si mira la letra pequeña del informe que le llega de forma trimestral con sus inversiones, puede encontrar que el domicilio de su fondo es una sicav de Luxemburgo o, casi seguro, que dentro de la cartera de inversiones que realiza, esos otros fondos en los que invierte de forma indirecta son sicav del Ducado. Lo mismo sucede con el plan de pensiones, que es un producto que se encuentra contenido dentro de un gran fondo de pensiones que fácilmente también estará fuera de España.

BBVA, el banco que más planes de pensiones gestiona en España, y el segundo después de Santander en patrimonio de fondos de inversión, es bastante transparente en su buscador de fondos, hasta el punto de que deja que el criterio sea el domicilio social. Baste señalar que de las 24 páginas de fondos de inversión que ofrece la entidad, 21 son de fondos domiciliados en Luxemburgo. Tampoco está de más echar un vistazo al interminable listado de fondos que tiene registrado el Banco de España para su venta en España.

¿No hay una forma ética y responsable de invertir mis ahorros?

En el momento en que se deja la gestión de los ahorros a un gran banco el control se escapa de las manos. De hecho, una cosa “positiva” de las sicav es que invierten en donde les dicen sus accionistas, con riguroso control. Los fondos de inversión y planes de pensiones invierten en cosas que si usted es una persona comprometida de verdad con ciertos valores prefiere no saber. Hay una pequeña industria de fondos sostenibles, éticos y responsables, avalados con sellos de ONG que le garantizan que esas inversiones no se destinarán a fines con los que no esté usted de acuerdo. Pero esos fondos suelen tener comisiones más altas (la gestión es algo más cara) y ofrecen rentabilidades más bajas. Una de las razones por las que el inversor suele ser débil.

Un depósito bancario tampoco es la solución. Al final está usted prestando dinero al banco y en cuanto le da ese dinero no sabe qué hará con él.

Una buena solución es comprar deuda española o letras del Tesoro. Pero recuerde, así está financiando al Gobierno de turno. Las personas de una sensibilidad alta en la conciencia política y moral también pueden encontrar pegas a este sistema.