Los líderes de la Unión Europea ya están discutiendo el tope al precio del gas en el continente. Una discusión que lleva pidiendo España desde hace más de un año, y que se ha visto acelerada por la invasión rusa de Ucrania y sus efectos en el mercado energético y, en las últimas semanas, por las explosiones en los gasoductos Nord Stream, que han cortado el suministro a Alemania, lo que incrementa automáticamente la demanda y la presión en el mercado.
El primer ministro italiano, Mario Draghi, ha dicho al final de la cumbre: “Las cosas se están moviendo en materia de energía. La Comisión presentará al Consejo Europeo del 20 de octubre una propuesta en la que los tres elementos, disminución de precios, tener un elemento de solidaridad en el mecanismo y un inicio de reforma del mercado de la electricidad, estarán presentes. No hemos entrado en detalle. La presidencia checa del Consejo de la UE ya ha dicho que convocará tantas reuniones de ministros de Energía como sean necesarias. Esperaremos a la cumbre de dentro de dos semanas, a ver si no hay más propuestas vagas, sino algo más claro y concreto”.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha afirmado tras la reunión: “Necesitamos actuar. Hay que reducir el consumo y la demanda, todos tenemos que hacerlo. En segundo lugar, hay que garantizar el suministro, que están llenos los almacenes para cuando sea necesario. Y el tercer aspecto son los precios, que tienen impacto en la ciudadanía. Y puedo decir que hay una determinación para movilizar y reducir los precios de la energía para progresar con vistas al próximo Consejo Europeo”.
“Los precios de la energía se están disparando”, ha dicho la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a su llegada al castillo de Praga para la cumbre informal de líderes de la UE: “Si observan los últimos siete meses, se puede ver que Rusia ha cortado deliberada y sistemáticamente el suministro de gas a la Unión Europea. Y ahora es el momento de discutir cómo podemos limitar los picos en los precios de la energía y la manipulación de los precios de la energía por parte de Putin. Ésta será la discusión sobre los topes de precios, la cuestión de dónde ponerlos y cómo ponerlos será uno de los puntos de discusión de hoy”.
La discusión llega después de una carta enviada por la propia Von der Leyen el miércoles pasado a los 27 jefes de Gobierno de la UE, en la que apostaba por le extensión del modelo de la excepción ibérica –evitar la contaminación del precio del gas sobre la factura de la luz– y abría la puerta a estudiar el tope todo el gas importado, así como a la creación de un índice europeo de referencia para el mercado del gas en sustitución del TTF holandés que tanto está influyendo al alza.
Von der Leyen ha afirmado que la reunión de Praga supone “la preparación para el Consejo Europeo formal de finales de octubre. Es una discusión divisiva, pero la situación ha evolucionado y los Estados miembros están dispuestos a discutir ahora los precios máximos. Se discutirá el dónde y el cómo, así que confío en que llegaremos a una conclusión. Discutiremos las diferentes formas hoy, es el primer paso con vistas al Consejo de finales de octubre”.
Así, en la reunión de este viernes se está hablando de suministro; reducción de la demanda y precios para “identificar la convergencia” de posiciones entre los 27, según las fuentes diplomáticas, con vistas a aterrizar unas conclusiones escritas en la cumbre formal del 20 y 21 de octubre.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, celebraba la evolución en la posición de Bruselas: “Hemos conocido la carta que ha enviado la presidenta de la Comisión Europea a todos los líderes y nos reconocemos muchas de las propuestas que España ha venido defendiendo desde hace muchos meses, antes incluso del inicio de la guerra”.
Alemania y Holanda son los principales países que recelan de ese tope con el argumento de que podría poner en peligro el suministro. Enfrente, ha y 15 países, entre ellos España, que representan el 64% de la población, que defienden ese tope, aunque no todos apuestan por el mismo mecanismo.
Así, Italia, Bélgica, Grecia y Polonia han difundido un documento de debate en el que sugieren un rango fluctuante de precios aceptables para todas las transacciones de gas al por mayor de la UE, en parte vinculado al precio del petróleo, así como a los precios de los centros de gas en EEUU y Asia, junto con algunas compras de emergencia subsidiadas para importar más gas en caso de que haya escasez.
El primer ministro polaco, el ultraconservador Mateusz Morawiecki, afirmaba con dureza: “Los temas más importantes para la Unión Europea hoy en día son los precios de la energía y los precios del gas. Exigimos que la Comisión Europea actúe inmediatamente sobre este asunto. Proponemos imponer algún precio máximo a los derechos de emisión de CO2, lo que reducirá enormemente el precio de la electricidad en toda Europa. No puede ser que el interés de un país, el interés de Alemania, determinen la trayectoria de precios para todos los Estados miembros. La política energética de la Unión Europea no puede implementarse bajo los dictados de Alemania”.
El debate energético también se ve atravesado por la alianza hispanoalemana para construir el gasoducto MidCat –preparado para el hidrógeno– que atraviese Francia, algo a lo que se niega el presidente Emmanuel Macron: “Estoy listo para impulsar cualquier proyecto de interconexión, pero, ¿qué necesita Europa en los próximos años? Producir más electricidad en su suelo y tener una estrategia renovable y nuclear. ¿Estamos aprovechando al máximo las tuberías existentes? No, estamos al 50 o 60%. ¿Hay cantidades masivas de gas subiendo hoy? No. Es más bien Francia la que exporta gas. ¿Cuánto tiempo llevará hacerlo? ¿De 5 a 8 años? ¿Queremos ser grandes importadores de gas del exterior? No. Nuestra estrategia será más bien apostar por el hidrógeno. Y la pregunta que tenemos que hacernos es cómo vamos a hacer circular hidrógeno por toda Europa, o mejor dicho, electricidad para electrólisis”.
En este sentido, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha afirmado: “Las fuentes de nuestra prosperidad, que están relacionadas con el precio de la energía, tienen que ir de la mano con nuestra seguridad, que tiene mucho que ver con Rusia y su agresión a Ucrania. Tenemos que bajar los precios de la energía, y es un tema económico tanto como de seguridad. Rusia está jugando con el precio del gas, ciertamente. Miren la OPEP y su decisión de disminuir el suministro de petróleo, que es una respuesta clara a nuestra propuesta de limitar el precio del petróleo. Hasta ahora, el mercado del petróleo ha estado dominado por un lado oligopólico en la oferta, y ahora queremos limitar los precios. Y la respuesta inmediata ha sido disminuir las cantidades, lo cual significa que la energía se está convirtiendo en el asunto geoestratégico más importante en la actualidad. Se relaciona con la guerra, pero también con el equilibrio de poder en el mundo”.
Sanna Marin, primera ministra finlandesa, también ha apoyado intervenir en “los precios altos que estamos viendo por todas partes: estamos abiertos a la limitación de precios en lo que respecta a los precios del gas”.
¿Igualdad de condiciones?
Morawiecki también ha criticado ese plan de ayudas multimillonario alemán: “Utilizando la poderosa fuerza de su economía, quiere asignar enormes recursos, concretamente 200 000 millones de euros, para ayudar únicamente a su industria. No puede ser que la industria polaca esté en peor posición que la industria de Alemania, Austria u otros países de la Unión Europea. Esta propuesta de Alemania destruye el mercado único europeo, hay que decirlo muy claramente”.
Macron, por su parte, terciaba: “Todos estamos en estrategias de apoyo a nuestras economías, pero primero tenemos que reforzar una estrategia europea para bajar los precios del gas. Apoyamos las propuestas de la Comisión Europea: estrategia para bajar los precios, para tener un tope en el gas que se usa para producir electricidad y también para bajar los precios de la electricidad y reformar el mercado eléctrico. Y, al mismo tiempo, tendremos que apoyar a nuestros negocios, a nuestros hogares. Y en eso, es bueno tener solidaridad europea. La prioridad ahora está ahí”.
En este sentido, la Comisión Europea ya ha afirmado que tiene muchas dudas con la iniciativa alemana. La jefa del Ejecutivo comunitario, ha abundado en ello este viernes: “Es importante la igualdad de condiciones para que todas las empresas tengan la misma oportunidad de participar en el mercado único y puedan competir a través de la calidad y no a través de subvenciones”.