El multimillonario negocio del fútbol vive un conflicto entre las partes implicadas (los jugadores, los clubes, las ligas y la FIFA) que ha llegado a Bruselas. Las ligas y los jugadores han denunciado a la FIFA ante la Comisión Europea al entender que tiene un “conflicto de interés” al ser el organismo regulador del fútbol y, al mismo tiempo, el encargado de establecer el calendario de partidos que infringe el derecho de la UE en materia de competencia. Lo que aseguran es que la planificación de las competiciones internacionales es “insostenible”.
La denuncia, que será uno de los expedientes que tendrá sobre la mesa la vicepresidenta Teresa Ribera, tiene en la Copa Mundial de la FIFA de 2026 y en la Copa Mundial de Clubes 2025 sus principales quejas. Lo que señalan las ligas (European Leagues), entre ellas la española que preside Javier Tebas, y el sindicato de jugadores (FIFPRO Europe) es que “la falta de un procedimiento adecuado y la ausencia de un diálogo efectivo con los jugadores y ligas en relación con el calendario” ha llevado a la FIFA a utilizar “sus poderes regulatorios para promover sus intereses comerciales a expensas de los interlocutores”.
Defender a los jugadores de 1.000 euros o 2 millones al mes
De lo que se quejan es que la acumulación de campeonatos provoca una fatiga extra a los jugadores en detrimento de los clubes “que crean mucho empleo”, según recordó David Terrier, el representante de FIFPRO. “La FIFA no nos abre las puertas”, se ha quejado en una rueda de prensa en la que ha asegurado que no se puede llevar a cabo un diálogo con ese organismo. En esa misma línea se ha pronunciado Mathieu Moreuil, representante de la Premier League, que ha hablado de “saturación” y “riesgos para los futbolistas”. “Basta ya”, ha sentenciado.
“Se está ejerciendo un abuso de posición dominante”, ha dicho Tebas sobre el “monopolio” de la FIFA y la UEFA. “Tiene que haber procesos reglamentados, transparentes y no discriminatorios”, ha explicado el presidente de LaLiga, que ha puesto el énfasis en el marco laboral: “FIFA no puede regular nada que afecte al ámbito laboral sin el acuerdo de los jugadores y de los empleadores”.
Así, ha apostado por defender a todos los jugadores, entre los que ha citado a los que cobran 1.000 euros al mes hasta los que ganan dos millones de euros mensuales. “En esta mesa se tiene que definir cómo se regula esta industria”, ha expresado antes de asegurar que en el caso español LaLiga pacta con el sindicato de jugadores el calendario sin que la federación se siente en la mesa y que, posteriormente, se produce una “coordinación” con ese ente.
Y al negocio millonario de los clubes
Pero más allá de las condiciones laborales, por las que los jugadores han llegado a pronunciar la posibilidad de una huelga, están los beneficios multimillonarios de los clubes. Tebas ha señalado directamente al mundial de clubes, cuya inclusión obliga a las ligas nacionales a modificar los calendarios y, por ejemplo, a jugar más días entre semana. “Eso tiene efectos económicos”, ha afirmado Tebas: “Efectos gravísimos sobre el ecosistema del fútbol europeo y mundial”.
Lo que esperan los denunciantes de la Comisión Europea es que actúe como árbitro en el conflicto. Una de las opciones es que auspicie una suerte de convenio colectivo en el que se establezcan unas bases para las competiciones y que la FIFA se arriesgue a multas si lo incumple. La otra alternativa es que imponga directamente sanciones para resarcir el abuso. Esta opción no es la que persiguen ni las ligas ni los jugadores, que quieren renegociar el calendario y que se establezcan unas normas claras de cara al futuro.