El nuevo consejero delegado de Iberia, Luis Gallego, apura sus complicadas opciones para consolidarse como pieza clave en Iberia con la aprobación del nuevo plan de transformación de la aerolínea. Quiere que sea el definitivo, y por ello aspira a que tenga una duración lo más amplia posible, al menos hasta 2018. Fuentes de la aerolínea insistieron en que “el plan se está elaborando en España”. El plan intentará sacar del atolladero a la empresa en España, en un momento en el que arrecian las críticas desde la cúpula del Gobierno al mal resultado de la compañía en Madrid-Barajas.
La semana pasada Gallego mantuvo una larga reunión en Londres con el hombre fuerte de IAG, Willie Walsh, para perfilar la estrategia de intensas negociaciones que, durante los próximos 45 días, deben producirse a varias bandas con los ministerios de Industria y Fomento, con AENA, con los representantes de los cinco colectivos de la empresa y con el propio Willie Walsh. El calendario que se plantea Luis Gallego pretende presentar el plan de transformación a mediados del mes de noviembre, coincidiendo con el ‘día del inversor’ que celebra Iberia.
Junta extraordinaria
Este jueves 26 de septiembre IAG celebra en Madrid una junta extraordinaria de accionistas que ha generado expectación entre los empleados de Iberia, pero que no traerá buenas noticias a la aerolínea española. El holding tiene previsto aprobar una gran renovación de flota de la que se beneficiará British Airways y Vueling, mientras que para Iberia no está prevista ninguna incorporación. A la compañía británica se le asignarán hasta 36 nuevos aparatos de largo radio de última generación, Airbus 380 y 350 y Boeing 787. Vueling modernizará su flota con nuevos Airbus 320 y podría superar a Iberia en número de aeronaves de corto radio.
De esta macro renovación de aeronaves no se verá favorecida Iberia en un solo avión. Esta “discriminación” es uno de los motivos de mayor preocupación entre los colectivos de trabajadores de la aerolínea española que la airean como la demostración de que IAG no apuesta por su futuro.
Fuentes de Iberia dijeron que la empresa recibe en estos meses hasta ocho aparatos de largo radio Airbus 330 en sustitución de los cuatrimotores Airbus 340 y que “nunca ha dejado de modernizar la flota de corto radio con Airbus 320.
La junta aprobará el nombramiento del español Enrique Dupuy como consejero ejecutivo de IAG. Este antiguo directivo de Iberia es un firme valedor de las tesis de Willie Walsh en el conflictivo proceso de transformación que está sufriendo la aerolínea española desde su fusión con British.
Durante los últimos días distintos miembros del Gobierno español, especialmente el ministro de Industria y Turismo, Jesús Soria, ha realizado declaraciones muy críticas sobre la negativa evolución de Iberia y la gestión de IAG. Tales declaraciones son interpretadas por la dirección de la aerolínea española como una forma de presión ante la celebración de la junta del jueves.
El Ejecutivo de Mariano Rajoy y el gobierno regional de Madrid están muy preocupados por el desplome del tráfico un 14,3% en Barajas a lo largo del año hasta el mes de agosto. A través de AENA presionan a Iberia señalándola como la principal culpable de que la gran inversión de la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid esté infrautilizada y veladamente la amenazan con incorporar a sus principales competidores a estas instalaciones. El bajón del turismo extranjero en Madrid, única comunidad en negativo en el mes de agosto en recepción de foráneos, también se ha achacado oficialmente a la mala gestión de la aerolínea en España.
Nuevas bajas
La plantilla de Iberia se muestra expectante ante la negociación y aprobación del nuevo plan de transformación y la pregunta recurrente es si producirá nuevos despidos. Recuerdan que a la fecha de la fusión Iberia contaba con 150 aeronaves y una plantilla de 21.000 trabajadores. Hoy la flota es de 78 aeronaves y los trabajadores son 18.500. Se ha pasado de un ratio de unos 180 trabajadores por avión en 2010, a 210 empleados por aeronave en este momento.
Fuentes de la aerolínea han insistido en que los ajustes de empleo que se pactaron el año pasado todavía no se han completado. Ponen el énfasis en recordar que tanto los colectivos de tierra como los de TCP (azafatas) tienen sus respectivos convenios caducados y la ultraactividad finaliza en diciembre de este año. El consejero delegado pone el acento en la negociación de la productividad y en completar los ajustes por la vía de los ERE que se mantienen abiertos.
AENA, por su parte, ha abierto una vía para que Iberia se desprenda de cientos de trabajadores de su división de ‘handling’ por la vía de la subrogación. La empresa propietaria de los aeropuertos ha dividido en tres lotes el concurso que se celebrará en los próximos meses para otorgar las licencias de servicios aeroportuarios en los 16 aeródromos más pequeños. Iberia podría presentarse a todas las licitaciones, también la de los otros 30 aeródromos de mayor tamaño. Sin embargo, es más que probable que solo resulte adjudicatario de uno de los tres lotes menos atractivos. Según la legislación vigente, los nuevos adjudicatarios de los servicios de handling deben de subrogarse a los empleados de la concesión anterior. Por esta vía Iberia podría desprenderse de su plantilla en 12 aeródromos menores y deficitarios.