Magdalena Valerio abandona el Consejo de Ministros de Pedro Sánchez. La hasta ahora responsable de Trabajo, Seguridad Social y Migraciones no seguirá en el Ejecutivo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos. La cartera de Trabajo queda en manos de Yolanda Díaz, de Unidas Podemos, por un lado y por otro se crea el Ministerio de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones, que dirigirá José Luis Escrivá, ahora presidente de la AIReF. La baja de Valerio se suma a las de Dolores Delgado, Maria Luisa Carcedo y José Guirao.
Magdalena Valerio Cordero, diputada en el Congreso por Guadalajara, entró en la última Ejecutiva del PSOE de Pedro Sánchez, al que declaró su apoyo “incondicional” cuando este peleó por la Secretaría General del partido. Valerio es la responsable estatal del PSOE de las materias de Seguridad Social y Pacto de Toledo.
Tras el anuncio de la división de Trabajo en un ministerio propio, que recae en la “cuota” de carteras de Unidas Podemos, la principal duda pasaba por qué pasaría con el timón de la Seguridad Social –“un transatlántico”, según Valerio– y Migraciones. Finalmente, Sánchez ha confiado este ministerio a Escrivá, muy reconocido por su alta cualificación e independencia al frente de la Autoridad Fiscal Independiente, y Valerio queda fuera del Consejo de Ministros.
Nacida en Torremocha (Cáceres), se considera guadalajareña “de corazón”. En esta provincia ha vivido y trabajado desde finales de los años 80 y es donde comenzó su trayectoria política. Valerio fue uno de los pocos apoyos en Castilla-La Mancha del hoy presidente del Gobierno cuando la mayoría socialista que dirige Emiliano García-Page se alineó con la andaluza Susana Díaz en la batalla por el liderazgo del partido.
Registro de jornada y subsidio para parados de 52 años
Entre las medidas más destacadas que deja en su currículum como ministra destacan especialmente la recuperación del subsidio para parados mayores de 52 años, que recortó Rajoy, y la aprobación del registro obligatorio de la jornada laboral. Además, en su mandato se devolvió la cotización pagada por el Estado a las cuidadoras no profesionales de familiares dependientes.
También suscribió el real decreto con una mayor subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de la democracia, del 22% hasta los 900 euros mensuales, una medida pactada entre el Ejecutivo de Sánchez y el grupo parlamentario de Unidas Podemos.
Valerio avanzó en la mesa de diálogo social con los sindicatos y la patronal en la contrarreforma de algunos aspectos “más lesivos” de la reforma laboral del PP de 2012, pero acató que estas cuestiones no salieran adelante finalmente y no reaccionó públicamente a las (varias) declaraciones de la ministra de Economía, Nadia Calviño, que descartaban la necesidad de estos cambios.
El empleo ha continuado creciendo, aunque a menor ritmo que en los últimos años, con luces y sombras en el mercado laboral en 2019. Aunque el presidente Sánchez lo llegó a dar por hecho, y así lo esperaban en el Ministerio de Trabajo, el paro no llegó a descender por debajo de los tres millones de personas. En cuanto a las pensiones públicas, el Ministerio se limitó a seguir anulando temporalmente la reforma de de Rajoy de 2013 a la espera de un acuerdo en el Pacto de Toledo que no llegó (por poco, con la oposición final del PP y Unidas Podemos).
Durante el 2018, se produjo el mayor pico de llegadas irregulares de migrantes registrado en España. A su Ministerio le correspondía también la gestión de la atención humanitaria proporcionada por el Gobierno a los recién llegados. Valerio duplicó el número de plazas disponibles para asistir de manera temporal a los migrantes en situación irregular, alcanzando las 5.140, aunque no fueron suficientes para evitar que decenas de ellos tuviesen que pasar las noches a la intemperie.
Una de las mayores críticas recibidas en el marco de su competencias de Migraciones se queda sin solucionar. El colapsado sistema de acogida de solicitantes de asilo no ha sido capaz de asumir a centenares de personas, en su mayoría de origen latinoamericano, que se están viendo empujados a dormir en la calle o bajo un techo ofrecido por redes vecinales, especialmente en Madrid.
Mientras 93.399 personas han pedido asilo en 2019, el Ministerio solo cuenta con 9.097 plazas para acogerles en el conjunto del territorio español.
En lo personal, su etapa como ministra ha dado a conocer a Magdalena Valerio como una política afable y cercana, tanto con los sindicatos y la patronal como con los medios de comunicación. Protagonista de largas y espontáneas intervenciones, como la del “gol por la escuadra” que dijo que le “colaron” con el sindicato OTRAS, también ha demostrado firmeza dentro de su ministerio con el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, con el que eran evidentes algunas diferencias y al que enmendó en varias ocasiones.