Una empresa holandesa como principal fuente de financiación y socio único y 3,4 millones de euros en créditos concedidos por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2015. Son algunos rasgos distintivos de Be Mate Community SA, la deficitaria firma que centraliza el negocio de alquiler de apartamentos de Room Mate, la cadena hotelera de Kike Sarasola, el empresario que ha cedido dos pisos de lujo en el centro de Madrid a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, a cambio de un módico alquiler de 80 euros al día.
Domiciliada en Madrid, esta empresa figura en los registros de la Oficina de Patentes y Marcas como la propietaria de la marca Be Mate, que desarrolla el negocio de alquiler turístico de la cadena Room Mate, que no ha querido atender a eldiario.es. Be Mate Community SA es, según sus cuentas, la dueña del 100% de las acciones de Be Mate Corporate SL, que a su vez lleva la pata de alquiler de viviendas para empresas. Creada hace dos años, esta última nunca ha presentado cuentas.
Be Mate Community SA se constituyó en 2014. Desde entonces, según el Registro Mercantil, su socio único es una sociedad domiciliada en Amsterdam, B Mate Community BV. Sin ningún empleado, según la información disponible en Insight View, su administrador es Víctor Manuel Cintrano, el consejero delegado de Room Mate.
El uso de sociedades instrumentales en Holanda está en el epicentro de la denuncia que presentó la Fiscalía de Madrid a finales del año pasado contra Sarasola y varios miembros de su familia por un fraude de 4,2 millones a la Hacienda española.
Las últimas cuentas disponibles de Be Mate Community SA son de 2018. En ellas explica que su principal actividad en ese ejercicio consistió “en la prestación de servicios de alojamiento y hospedaje de inmuebles” que alquila, “así como la obtención de comisiones derivadas de la intermediación en alquileres de apartamentos turísticos”.
Pérdidas desde su creación
La fotografía que dejan esas cuentas es la de una empresa deficitaria, con unos números rojos de 2,3 millones en 2018 y una facturación de 2,2 millones. La sociedad, que “ha incurrido en pérdidas de explotación desde su creación en 2014”, cerró 2018 con un fondo de maniobra negativo de 3,23 millones y un patrimonio neto negativo de 7,67 millones.
Para solucionar ese desequilibrio patrimonial y evitar la disolución, el pasado 20 de diciembre su accionista holandés tuvo que aportarle un nuevo préstamo participativo de 3.151.600 euros, lo que eleva a más de 7,8 millones los créditos que le ha concedido esa firma con sede en Amsterdam desde 2014.
Al apoyo financiero de su socio holandés se suman varios créditos del Estado por importe de 3,45 millones que Be Mate Community SA recibió en el año 2015 y de los que a cierre de 2018 tenía pendiente de devolver 3,1 millones.
Como explica en sus cuentas, en septiembre y octubre de 2015, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, entonces dirigido por José Manuel Soria, concedió a Be Mate tres préstamos “destinados a la financiación y potenciación de la actividad de la Sociedad por un importe total de 3.000.000 euros” a un tipo de interés de entre el 0,95% y el 0,967% y con vencimiento en 2020.
A cierre de 2018, solo se habían amortizado 333.333 euros, correspondientes a uno de los créditos. “Para los otros dos préstamos de 1.000.000 de euros cada uno, la Sociedad no ha realizado ninguna amortización en 2018, recibiendo una autorización de fecha 9 de abril de 2019 de la Delegación de Economía de Hacienda de Madrid de aplazamiento de pago de importe de principal e intereses por cuantía de 342.833 euros, cada uno, cuyo período de pago comprende desde julio de 2019 a junio de 2020 en mensualidades constantes”.
“Por tanto, el saldo pendiente al 31 de diciembre de 2018 en concepto de estos préstamos asciende a 2.685.667 euros, con un devengo de intereses de 40.564 euros”. A esos tres créditos del Estado se suma un cuarto concedido un mes después (noviembre de 2015) por la Empresa Nacional de Innovación (Enisa), también adscrita a Industria, por importe de 450.000 euros, vencimiento en diciembre de 2021 y un tipo de interés más elevado, del 5,5%, del que se habían amortizado 112.500 euros a cierre de 2018.
La cadena Room Mate desarrolla su actividad de alquiler de apartamentos a través de la marca Be Mate, y la pata de alquiler corporativo se canaliza a través de Be Mate Corporate. “Somos especialistas en empresas y nos encargamos de la gestión de alquiler temporal de pisos y apartamentos cubriendo las necesidades de travel managers, autónomos, PYMES, agencias de viajes, grandes empresas y propietarios”, explica en su web.
Uno de sus clientes es la socimi Home Capital Rentals, la socimi impulsada por la familia Polanco a través de su fondo de inversión Qualitas, y que en marzo pasado, cuando ya había estallado la crisis del coronavirus, salió a cotizar al mercado alternativo bursátil (MAB). La empresa de Sarasola se encarga de explotar para Home Capital un inmueble con 19 apartamentos en la calle Blasco de Garay de Madrid mediante alquileres de media estancia para clientes corporativos.